El Miño mantiene el estado de alerta a su paso por A Peroxa

Cesan las lluvias, pero se mantiene la preocupación por el elevado caudal de los ríos. Han sido muchas jornadas de intensas precipitaciones que se suman a un año hidrológico protagonizado por el agua. Desde octubre ha llovido el triple de lo habitual y la acumulación ha dado lugar a crecidas, desbordamientos e inundaciones.

Aunque la situación tiende a remitir y en los próximos días el tiempo será estable, la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior mantiene activo desde el pasado lunes el Plan Especial ante el riesgo de inundación en Galicia (Inungal) derivado del crecimiento significativo de varios ríos. El Miño ha estado en el foco desde el inicio de la semana en puntos como Lugo, Ourense y Salvaterra, pero especialmente en A Peroxa, donde este viernes alcanzó el estado de emergencia por “riesgo alto” que desbordamiento.

Según la información actualizada de la Xunta, el Miño permanece en estado de alerta a su paso por A Peroxa, descendiendo de nivel de peligrosidad con respecto al viernes gracias a la bajada de su caudal.

Así libera la presa de Os Peares por el elevado caudal del Miño

El embalse de Os Peares se encuentra al 98,5% de su capacidad máxima, por lo que está liberando agua por las cuatro compuertas. Esto provoca que el caudal del Miño a su paso por esta localidad, donde también recibe al Sil, circule a 1.873 m3/s con un nivel que ha superado los 7,50 metros de altura, dos por encima del umbral máximo del alerta.

El alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane, señala que los destrozos provocados por la crecida afectan a la zona de árboles y el paseo fluvial, sin que se hayan registrado daños en viviendas. “El río va crecido, pero para que se repita lo sucedido en 2000 cuando cubrió el molino de la Acea do Búbal e inundó el sótano de la iglesia tendría que ir dos o tres metros más alto. La previsión es que pare de llover y creemos que el agua que venga de la nieve no será demasiada”, señala. Explica que en esta zona el río presenta una anchura superior a los 150 metros, por lo que el impacto del deshielo será menor.

La edificaciones próximas al río, apunta el alcalde, empiezan en un nivel bajo, pero los sótanos están vacíos. De llegar a producirse inundaciones, dice, no habría daños considerables. En cambio, señala que la mayor “emergencia” está en el resto del municipio, donde el temporal de estos días ha provocado la caída de muros y destrozos en las carreteras. “Una factura de gastos considerable”.

Prealerta en Ourense

La gran cantidad de agua que circula por este cauce fluvial afecta también a la ciudad de Ourense, con la presa de Velle al 80% y un caudal de 2.097 m3/s. La crecida cubre las piscinas de Oira, áreas recreativas y paseos. A última hora de la tarde de ayer se encontraba en nivel naranja, a medio metro del umbral de alerta.

El plan especial de inundaciones advierte también de la situación del Támega, en Castrelo do Val y en Rabal; del río Arnoia en Arnoia, y del Sil a su paso por O Barco de Valdeorras, donde están cubiertos los paseos del Malecón.

Los desbordamientos provocaron numerosas incidencias en la provincia. Esta viernes, a las 8.40 horas, fue necesario cerrar la carretera que une los pueblos de A Pousa (Monterrei) y Vilela (Verín). La Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Verín comunicó la situación al 112, destacando que, si bien no había riesgo de inundación porque las construcciones están elevadas, varias viviendas quedaban incomunicadas al no tener acceso por ningún otro vial.

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