Luz y fuego avivan Castro Caldelas

La Festa dos Fachós regresa con plenitud tras la pandemia y da fuerza a una tradición documentada en el siglo XVIII y con garantía de continuidad: “Hay relevo generacional”

Tras la intensa nevada caída el miércoles, la amenaza ayer en toda la zona de montaña era la lluvia. Con la previsión de acumulaciones superiores a los 40 l/m2 y el aviso de alerta amarilla, el Concello de Castro Caldelas instaló tres carpas en el entorno de la plaza para dar cobijo a los asistentes.

Al caer la luz, en ese momento de ‘luscofusco’ en el que las cosas se perciben como sombras, bajó el gran fachón de paja al atrio de la iglesia para iniciar el recorrido. Una pieza elaborada manualmente por un grupo de jóvenes del municipio que este año alcanzó los 42 metros. Tras ella, en la cabeza de la procesión, marcharon otros 400 fachós individuales formando un camino de luz y humo purificador que subió al castillo para rodearlo y regresar al punto de partida.

Cumplido el ritual de la hoguera, arrancó la cita gastronómica con la degustación del menú a base de chorizo, pan y vino, una tradición tan arraigada como los fachós. Dos charangas y un grupo de gaiteiros animaron la fiesta que este año, además, celebró la reciente declaración de Festa de Interese Turístico de Galicia, una condición que no se pudo festejar en la edición de 2020 porque todavía no se había publicado en el DOG y que después truncó la pandemia.

Gran afluencia a Castro Caldelas para celebrar la tradición.  | // BRAIS LORENZO

Gran afluencia a Castro Caldelas para celebrar la tradición. | // BRAIS LORENZO / S. DE LA FUENTE

Un hecho documentado en 1751

Hay numerosas versiones sobre el origen de esta tradición. La alcaldesa, Sara Inés Vega, apunta que todas son aceptadas, pero prefiere quedarse con la que tiene base documental y remonta los hechos al año 1751, cuando el pueblo de Castro Caldelas solicitó la mediación divina para acabar con la peste que asolaba sus tierras. “En los libros de fábrica del santuario de Os Remedios está documentado el voto que la villa hizo ante el nuncio apostólico y ahí empezó todo. Es una suerte haber encontrado ese documento y nos quedamos con eso, porque además identifica la Festa dos Fachós como posiblemente la fiesta más antigua de Galicia que se ha conservado con la raigambre y formas antiguas”, señala la regidora.

“Esta fiesta funciona tan bien porque es auténtica, todo el mundo está implicado y todo se hace como se hacía antes”

El escrito custodiado por el santuario documenta la petición que el pueblo hizo a San Sebastián para que pusiese remedio a la peste que asolaba la comarca. “Con ese motivo, los vecinos hicieron los fachós para recorrer los pueblos. El tamaño dependía de la distancia que tenían que recorrer, y al final quemaron todos los enseres en una hoguera”, relata Vega. La peste remitió, probablemente porque todo el material que podría ser fuente de contagio ardió en aquel fuego inmenso, pero los caldeaos atribuyeron el fin de la epidemia al santo y de ahí surgió el voto ante el nuncio que quedó por escrito.

El fuego es un elemento purificador en esta fiesta tradicional.

El fuego es un elemento purificador en esta fiesta tradicional. / BRAIS LORENZO

Relevo generacional

Con casi tres siglos de historia, la gente de Castro Caldelas sostiene que la Festa dos Fachós está en su ADN. Y lo cierto es que, más allá de la manifestación festiva que se repite cada 19 de enero, esta celebración está presente todo el año. Así lo explica la alcaldesa, orgullosa de la implicación de sus vecinos en esta tradición. “Esta fiesta funciona tan bien porque es auténtica, todo el mundo está implicado y todo se hace como se hacía antes”, apunta. Desde la siembra del centeno que proporcionará la paja con la que se elaboran los fachós, al vino y los chorizos que se degustan en la fiesta. En plena crisis demográfica, la continuidad de esta tradición parece estar garantizada. “Antes había una persona que sabía hacer el fachón grande y se encargaba, pero hoy son los jóvenes los que se reúnen por las noches para elaborarlo. El relevo generacional es muy importante y nosotros lo tenemos”, concluye la alcaldesa.

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