El empujón del alcalde a una sindicalista “quizá fue desproporcionado”, pero no delito

El juez absuelve a Jácome de su incidente con una representante de CC OO: tuvo “una mera reacción al hecho de que utilizase el megáfono a escasos centímetros de su cara” | La denunciante anuncia que probablemente recurrirá

El alcalde de Ourense y la sindicalista denunciante, el día del juicio.

El alcalde de Ourense y la sindicalista denunciante, el día del juicio. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

El martes fue el juicio y el miércoles ya estaba lista la sentencia absolutoria del alcalde de Ourense, que se notificó a primera hora de ayer. El empujón a una sindicalista de Comisiones Obreras, a la que apartó después de que la representante de los trabajadores utilizara el megáfono cerca de la cara de Gonzalo Pérez Jácome, durante una concentración a las puertas del Concello el pasado mes de mayo, en el marco de la huelga del transporte urbano, no constituye un delito leve de maltrato de obra, como sostuvieron en el juicio tanto la Fiscalía como la acusación particular, que solicitaban una condena de multa de 300 y de 2.250 euros, respectivamente, así como 1.500 euros de indemnización por daños, en el caso de esta última parte.

“Bien es cierto” –señala el magistrado– que la reacción del regidor durante el incidente con la sindicalista Lola Panero “quizás sea un tanto desproporcionada, pero en ningún caso la misma alcanza la intensidad suficiente como para ser considerada delictiva”.

La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación a la Audiencia Provincial de Ourense (los delitos leves son revisados por escrito por un solo magistrado, no por la sala, como sucede con los delitos). “En principio sí vamos a recurrir”, señaló ayer la denunciante.

"Me estuvieron tildando de agresor y ahora el juez le quita la razón a todos los que me acusaron"

“Realmente quien sufrió el ataque fui yo, porque estuve a punto de sufrir un daño acústico severo ya que me gritó cerca el oído con el megáfono”, manifestó el alcalde tras conocer la sentencia, este jueves. “Aparté de golpe el megáfono para evitar ese daño acústico, y encima me denuncian a mí y la oposición pidió mi dimisión en el Concello de Ourense y la Diputación. Me llevaron a juicio, me estuvieron tildando de agresor y ahora el juez le quita la razón a todos los que me acusaron”, subraya el regidor.

En sus redes sociales amplió su postura: “Otra denuncia sin base”, dijo, en alusión a las varias causas judiciales a las que se ha enfrentado en este mandato, todas favorables. “Todos los ataques de la prensa, la oposición política y el establishment quedan de nuevo en evidencia”, defiende Gonzalo Jácome.

La resolución fue dictada en el juzgado de Instrucción 2 de Ourense por un sustituto, el decano Leonardo Álvarez, puesto que el magistrado titular se apartó de esta causa debido a que su mujer fue contratada este mandato como personal de confianza del gobierno local. El juez Luis Doval ya había optado por esa postura, para preservar la apariencia de imparcialidad, cuando le tocó instruir una de las dos causas que se han abierto contra el alcalde por supuesta malversación, ambas archivadas.

La sentencia considera como hechos probados que el 3 de mayo de 2022, durante una manifestación a las puertas del Concello por la huelga del transporte, “Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, tiene la intención de dirigirse a los manifestantes empleando un megáfono, que a tal efecto parecía poner a su disposición” la sindicalista denunciante.

“Sin embargo, inmediatamente se produce un cambio de actitud en el señor Jácome, quien parece estar enfadándose al tiempo que se dirige” a Panero con la expresión “no me toques”, lo que a su vez provoca una reacción en la representante sindical, “quien se baja la mascarilla, toma el megáfono y a escasos centímetros de la cara del señor alcalde grita la expresión “fala”, lo que a su vez provoca que el señor Jácome la empuje de forma brusca, para acto seguido sujetar durante varios segundos” a la representante de CC OO, “justo hasta el momento en el que varias personas se interponen entre ambos, iniciándose entonces una pequeña discusión” entre ambos, resume el juez en la resolución.

El regidor –recoge la sentencia– dijo en la vista de este martes que “en ningún momento tuvo la intención de agredir o maltratar a la denunciante, afirmando que lo único que pretendía era apartarla, y que reaccionó de este modo por la utilización que realizó del megáfono justo a escasos centímetros de su cara, afirmando que tenía temor a que la denunciante le pudiese causar algún tipo de lesión auditiva”.

Tras analizar el vídeo aportado a la vista como prueba, el magistrado Leonardo Álvarez considera que “la actuación del señor Jácome es una mera reacción” al hecho de que la sindicalista “utilizase el megáfono a escasos centímetros de su cara, y esto lo evidencia el hecho de que después de propinar el empujón la sujetase durante varios segundos con la que parece clara intención de evitar que la denunciante pueda utilizar nuevamente el megáfono cerca de su cara, siendo también significativo el hecho de que después del empujón se inicie una discusión entre denunciado y denunciante, en la que el señor Jácome parece estar reprochando alguna cosa” a Lola Panero, “lo cual también es compatible con la versión de los hechos que ofreció en el acto de la vista Gonzalo Pérez Jácome”.