“La mayor operación en España contra el contrabando de tabaco”, según anunciaron las autoridades cuando se destapó el caso en 2020, se zanja con condenas a la baja y la excarcelación inmediata de 5 encausados que llevaban desde entonces en prisión provisional.

Cuatro implicados se enfrentaban a una petición inicial de la Fiscalía de 11 años. Otros cuatro se exponían a 7.

Un acuerdo de conformidad entre el ministerio público y las defensas, con el visto bueno de los 7 encausados presentes –que necesitaron intérprete–, zanja la causa con la misma pena para todos: 2 años de prisión, 12 millones de euros de multa más el pago de una indemnización a Hacienda, entre todos, de 11,83 millones, por el tabaco incautado, la mayor parte en una fábrica clandestina en una nave de Cambeo (Coles), donde se elaboraban y envasaban los cigarrillos ilegales, con picadura traída de otros países, con la intención de distribuir el producto por Europa usurpando la marca Marlboro.

La valoración de la picadura de tabaco decomisada asciende a 6,182 millones de euros. La de los cigarrillos, cajetillas y hoja, a 5,37 millones.

La fábrica clandestina de tabaco estaba en esta nave de Cambeo (Coles). CARLOS PETEIRO

A los condenados se les suspende la ejecución de la pena de cárcel durante 3 años. Tal y como les indicó la magistrada presidenta en el juicio, este martes en la Audiencia Provincial, “están obligados a no delinquir” durante todo ese tiempo.

Dada la baja duración de la pena de conformidad, los 5 encausados que llegaron a juicio desde prisión quedarán libres de manera inmediata y les devolverán los objetos incautados. De la sala tuvieron que regresar al centro penitenciario, este martes. Se prevé que la excarcelación se materialice este miércoles.

Los cinco encausados que han estado desde 2020 en prisión provisional. INAKI OSORIO

El pacto de conformidad de los 7 acusados presentes no vincula a los prófugos

En la vista comparecieron 7 encausados, 5 en prisión provisional –carecían de arraigo y la medida cautelar de privación de libertad pretendía evitar la fuga– y 2 en libertad.

Hay otros 4 implicados más, a los que la justicia mantiene en busca y captura. Dos de ellos nunca llegaron a prestar declaración en el procedimiento, por lo que, si son localizados –pesa una orden internacional de detención–, aún se enfrentarán a la fase de instrucción.

Contra otros dos sí había avanzado la causa, pero se dieron a la fuga antes de llegar a juicio. El pacto de conformidad de los 7 acusados presentes no vincula a los prófugos.

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La operación 'Straperlo', en imágenes Faro de Vigo

La Fiscalía de Ourense ha tomado la decisión de retirar el delito de pertenencia a organización criminal, por el que solicitaba 4 años de prisión para 4 de los encausados, y 3 años para otros cuatro, y que se detallaba en el escrito de calificación como una red con reparto de funciones y responsabilidades.

Los siete encausados presentes admiten un delito de contrabando en concurso de normas con un delito contra la hacienda pública. La sentencia de 2 años de prisión y 12 millones de multa deviene firme.

En la bautizada como operación Straperlo colaboraron la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense, Vigilancia Aduanera y un Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) de la Policía Nacional de Pontevedra.

La investigación arrancó en mayo de 2020, todavía bajo el estado de alarma, y las detenciones, de un total de 25 varones rumanos, moldavos, ucranianos y portugueses, se hicieron en agosto, con registros no solo en Ourense sino también en Ponteareas (Pontevedra) y Valladolid.

Muchos arrestados eran trabajadores que residían confinados en las instalaciones de Cambeo, sin hacer vida en el exterior, lo que también contribuía a que no llamasen la atención.

Tras habilitar la nave como una fábrica de cigarrillos clandestina, se utilizaba mano de obra no regularizada y un aprovisionamiento de materiales, maquinaria, equipos de ventilación y extracción para los olores. Llegaban de Rumanía, sobre todo, tanto el equipamiento como los trabajadores.

Una vez fabricado el tabaco se enviaba a varios países. Usaban cajetillas, papel de filtro, boquillas, cartones y embalaje idénticos a de la empresa comercializadora de Marlboro.

Cajas con picadura de tabaco incautadas en la operación. GC

Los trabajadores, encerrados en la nave

La nave de Coles fue alquilada por un acusado en febrero de 2020. A lo largo de los meses de junio, julio y agosto tuvo lugar el acondicionamiento de las instalaciones de Cambeo –con la entrada en varias ocasiones de camiones de grandes dimensiones y distinto equipamiento industrial para la fábrica, materiales de construcción y mobiliario–, y se organizó la llegada de los trabajadores encargados de la elaboración del tabaco de contrabando.

“Ni siquiera sabían en qué lugar del mundo se encontraban y cuál iba a ser su tarea. Encerrados en la nave trabajaban a destajo por un precio que en sus países de origen suponía un gran aliciente económico”, relata la Fiscalía en su escrito. También se les privaba de los móviles.

Miles de cigarrillos sueltos y ya elaborados, en la fábrica ilegal de Coles.

Miles de cigarrillos sueltos y ya elaborados, en la fábrica ilegal de Coles. GC

En la nave de Coles, dotada con maquinaria industrial, había 600.000 cigarrillos sueltos, 3.800 cajetillas de tabaco elaboradas, 880 cajas de tabaco, varios miles de kilos de tabaco a granel, así como numeroso material de filtros, cartón para las cajetillas y plásticos para el embalaje.

También se había alquilado otra nave en Ponteareas, con casi 200.000 kilos de tabaco prensado, pero la intervención de las autoridades en agosto frustró la entrada en actividad de una nueva fábrica ilegal de cigarrillos. Había otra instalación en Valladolid concebida para el mismo fin.