Un abogado contra el reloj para poder juzgar el crimen de un preso asesinado en un permiso

La prolongación de la baja del letrado de la acusación particular obliga a que el Colexio da Avogacía designe un nuevo representante del turno de oficio. La vista empieza el 9 de mayo

La granja donde la Guardia Civil cree que ocurrió el crimen.

La granja donde la Guardia Civil cree que ocurrió el crimen. / BRAIS LORENZO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Quedan dos semanas completas antes de que llegue el 9 de mayo, la fecha programada para dar comienzo al juicio con jurado contra dos acusados de asesinar, en un permiso de salida de la prisión, a un hombre al que habían conocido entre rejas, y al que presuntamente robaron la herencia que había recibido de la madre. El calendario de la Audiencia Provincial de Ourense reserva la sala entre el lunes 9 y el viernes 13 de mayo para la celebración de la vista, excepto que sea necesario un nuevo aplazamiento que el tribunal quiere evitar.

Las sesiones estaban inicialmente previstas para la semana del 31 de enero al 3 de febrero, pero un problema de salud del abogado de la acusación particular exigió ese primer aplazamiento. La baja del profesional se prolonga y no podrá asistir a las sesiones que arrancan el 9 de mayo.

Tras tener conocimiento de que la convalecencia continuará, el magistrado que preside el tribunal del jurado, Manuel Cid Manzano, ha dictado una providencia, con fecha de este pasado viernes, para solucionar el imprevisto.

Requiere al Colexio da Avogacía que, “con carácter urgente”, nombre un abogado del turno de oficio para que se encargue de la acusación particular en la causa, en representación del hermano de la víctima.

Fuentes del procedimiento creen que la entidad colegial llevará a cabo este trámite ya mañana, y asumen que el nuevo letrado tendrá que estudiar sin mucho margen de tiempo los tomos del sumario.

El primer abogado, ahora de baja, había formulado un escrito de acusación elevando la petición de condena con respecto a la que plantea la Fiscalía. A la víctima, Fernando Iglesias Espiño, natural de Silleda (Pontevedra) y de 63 años, le quedaban solo dos años para cumplir una condena de 25 por el triple asesinato de su familia, cometido en 1996 en Gran Canaria.

La Fiscalía solicita 22 y 23 años de prisión para los presuntos asesinos, Francisco Javier G. H. y Óscar G. L. La acusación particular aumenta la petición a 24 y 25 años, salvo que el nuevo abogado decida modificar su escrito en el trámite de cuestiones previas o en el de informe.

También tiene la posibilidad de adherirse a la Fiscalía en la propuesta de pena e indemnización, o solo en el primer aspecto.

Uno de los acusados, Francisco J. G. H., en el lugar donde fue enterrado el cadáver.

Uno de los acusados, Francisco J. G. H., en el lugar donde fue enterrado el cadáver. / IÑAKI OSORIO

La desaparición de Espiño después de un permiso de salida del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar no encajaba con un quebrantamiento, porque había disfrutado de más de ochenta autorizaciones sin incumplimientos. La Policía Judicial de la Guardia Civil descubrió que, detrás de su ausencia, había un crimen.

Bautizó el caso como ‘Operación Avaro’, por el móvil económico. En diciembre de 2018, los investigadores detuvieron a los dos presuntos autores del asesinato y encontraron el cadáver de la víctima enterrado en una mina de agua, en un monte del municipio de Piñor.

Los hechos a juicio

Las acusaciones pública y particular sostienen que los dos acusados, conocidos de la víctima, lo mataron presuntamente a golpes en la cabeza, con un objeto contundente, en una granja regentada por Francisco en Maside, a la que Espiño acudía a trabajar en sus permisos de salida, a cambio de cama y de comida.

Los encausados habían conocido a la víctima en el periodo en que los tres permanecieron en el centro penitenciario de Pereiro, llegando a entablar cierta relación de amistad. Se enteraron de que había recibido en herencia una importante cantidad tras el fallecimiento de su madre, y presuntamente urdieron un plan para acabar con la vida de su conocido para apropiarse del dinero.

El 11 de agosto de 2018, la víctima salió de la prisión y se presentó en la granja de Maside. Entre las 11 y las 13.20, presuntamente lo mataron y, después, ocultaron el cadáver en el monte de Piñor. Óscar reveló el emplazamiento a los investigadores de la Guardia Civil.

Entre el 11 y 24 de agosto de 2018, según el relato de la Fiscalía, retiraron con sus tarjetas 22.490 euros. Se les atribuyen presuntos delitos de asesinato, en concurso con estafa o robo.

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