Aplacada la curva de la pandemia y con la experiencia de dos meses y medio luchando contra el virus, el hospital público de Ourense lleva dos semanas estudiando las secuelas después del alta de los pacientes graves que superaron el Covid-19, pero muchos de los cuales sufren alguno de sus efectos en el organismo. La consulta situada en el hospital Santa María Nai y atendida por la unidad de Enfermedades Infecciosas, del servicio de Medicina Preventiva, ha valorado ya a 60 personas que requirieron ingreso hospitalario por coronavirus o que experimentaron complicaciones durante su aislamiento en casa. Son citados a las cuatro o cinco semanas de haber recibido el alta.

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"Vemos unos seis pacientes diarios. A aquellos que sufrieron una neumonía bilateral les puede quedar dificultad respiratoria y disminución de la capacidad pulmonar. Se estudia qué tratamiento aplicar para disminuir las secuelas, en coordinación especialmente con el servicio de Neumología. Otra de las secuelas que detectamos, incómoda pero menos grave, es debilidad y cansancio físico durante bastante tiempo, un problema que se puede solucionar mejorando el estado nutricional y con rehabilitación y recuperación funcional. También ha habido pacientes con enfermedad tromboembólica, que requieren revisión para ver si el corazón se ha visto afectado, aunque por ahora no se han registrado muchos casos de complicaciones cardíacas. Otras afectaciones, a nivel renal, hepático o intestinal se suelen recuperar", explica Dolores Díaz, médica desde hace 25 años en la unidad de Enfermedades Infecciosas del hospital de Ourense.

Efectos psicológicos

"Es una enfermedad sistémica", confirma, cuyas secuelas principales son de tipo respiratorio. Algunos pacientes a seguimiento presentan alteraciones del gusto o el olfato que se prolongan cuatro o seis semanas. Muchos perdieron hasta 20 kilos de peso. El objetivo de la consulta de seguimiento, multidisciplinar, es controlar la evolución de los pacientes graves que superaron el virus para detectar de forma precoz las secuelas y atender sus necesidades nutricionales, respiratorias y también psicológicas, con estancias en algunos casos de dos meses o más en el hospital hasta que consiguen vencer.

El CHUO explica que en la línea de los equipos de trabajo multidisciplinar que atienden a los pacientes con coronavirus tanto en el ingreso como en casa -a seguimiento por el centro de salud o por el Equipo de Coordinación Hospitalaria (Escah)-, la consulta sobre las secuelas de la Covid-19 se coordinará con los servicios de Neumología, Endocrinología, Psiquiatría y Rehabilitación, sirviendo de referencia para la medicina familiar y comunitaria.

Tras alta hospitalaria, cuando el paciente ya no necesita oxígeno ni vigilancia médica ni más pruebas, la recuperación es un proceso que continúa en casa. "En general va lenta y también influye la voluntad de cada persona. Algunos tienen miedo, por lo que también intentamos ayudarlos a que recuperen la confianza en sí mismos y supere el temor a salir a la calle o a hacer cosas", explica la doctora, que considera que habrá que esperar "más de seis meses" tras el inicio de la pandemia para conocer todas las posibles secuelas de este virus.

La evidencia de estos meses indica que los principales factores de riesgo para sufrir una afección respiratoria grave en caso de infección del Sars-Cov-2 son "sufrir asma previa, la obesidad, que es un factor muy importante en el desarrollo de complicaciones, así como la hipertensión, o ser varón", recuerda, puesto que la mayoría de pacientes graves son hombres.

Detección precoz para aislar

Pacientes que lo han superado y expertos piden una desescalada prudente para evitar rebrotes severos. "Hemos visto que lo que mejor funciona es la prevención y la detección precoz de casos para evitar que la gente siga transmitiendo. Ante un caso, aislamiento y detección de todos los posibles contactos para detectar a portadores asintomáticos".

La Organización Mundial de la Salud no ha hallado aún evidencia de contagio mediante contacto con superficies, lo que no quiere decir que no sea posible, por lo que sigue recomendando la desinfección. "El principal mecanismo es a través de las gotas y la transmisión aérea, de haberla, es mínima. En cuanto a los superficies, me parece que puede existir aunque sea difícil de demostrar, pero sí se ha probado que el virus puede resistir un tiempo. Sigue siendo importante la higiene de manos y desinfectar superficies de contacto. Conocemos que el periodo de máxima infectividad es desde el primer día de inicio de síntomas hasta los 5 de desarrollo, y que pasados 10-15 días el riesgo es mínimo aunque la prueba PCR sea positiva", indica la doctora Dolores Díaz.