Jesús era en realidad José Luis, un celador del centro de mayores y su madre, La Dolorosa, Ana Antorrena una arquitecta de la villa cuyo hijo no lo vendió Pilatos, sino un agente comercial llamado David.

Ellos forman parte del elenco integrado por casi medio centenar de vecinos de Celanova, que tras meses de ensayos protagonizaron este Viernes Santo en la iglesia conventual de Celanova la "Escenificación del proceso Político y Religioso de Jesús," una función litúrgica en cuatro actos, que arrastra cada año a miles de de vecinos y turistas hasta la Semana Santa de Celanova.

Pese a ser todos ellos profanos en materia interpretativa, su fuerte convicción religiosa consiguió momentos de cierto dramatismo, ayudados por el silencio y el respeto que mostraron los feligreses durante la escenificación, pese a ser en muchos casos los actores, vecinos con los que a diario en el rellano de escalera.

En el solemne escenario de la iglesia y claustro conventual, y con una iluminación de claros tintes tenebristas, los actores realizaron la escenificación en cuatro actos, que comenzó con la Lectura de la Pasión, la Adoración de la Cruz, la Comunión y la Oración Universal.

Bajo la dirección de Alfredo Vázquez Dorado, y la atenta mirada de los feligreses los vecinos-actores, izaron a "Jesucristo", hasta una cruz instalada ante el impresionante telón de fondo del altar Mayor de estilo barroco flanqueado por columnas salomónicas, y en un auténtico ejercicio de efectos especiales, simularon a golpe de martillo el proceso de crucifixión que nos narran los libros sagrados.

La segunda cita multitudinaria de la Semana Santa de Celanova fue la procesión del Santo Entierro, a las 20.30 y una de las pocas de la provincia que no fue suspendida por la presencia de la lluvia.

Pasos de importante valor artístico y objetivo devoción para los celanoveses participaron en la procesión, como el Paso del Niño Jesús de la Pasión, el Ecce Homo la Crucifixión, el Santo Entierro y la Dolorosa.

Miles de personas asistieron a esta procesión que discurrió por la Plaza Mayor, San Roque, Praza das Pitas, Colón, Pardo Bazán, Botica y Plaza Mayor.