Opinión

¿Dónde nos lleva Sánchez con Marruecos?

Acabamos de conocer que la Abogada General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea avala la anulación del acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, entre otras cosas, “Al no tratar el territorio del Sáhara Occidental y las aguas adyacentes al mismo como separados y distintos del Reino de Marruecos, el Consejo no respetó el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui”. Esto es lógico ya que las resoluciones de la ONU y del tribunal de justicia internacional ya han dejado claro que Marruecos ni es potencia administradora, sino ocupante, ni tiene derecho soberano alguno sobre dicho territorio. ¿Por qué el gobierno actual ha cambiado la postura tradicional española de alinearse con las resoluciones de Naciones Unidas a reconocer la ocupación por la fuerza de Marruecos del Sahara Occidental? ¿Es que no nos damos cuenta de que eso es exactamente lo mismo que pretende Putin con Ucrania? ¿cómo es posible hacer este cambio de política al margen de las Cortes Españolas? ¡El pueblo saharaui tiene el derecho que le ha reconocido Naciones Unidas y punto! Nuestro Presidente no tiene el derecho a dar el giro que ha dado en torno a este tema sin violentar los principios de la legislación internacional tal y como la sentencia final del TJUE seguramente confirmará.

Pero es que además cabe preguntarse cuáles han sido los beneficios reales para España de este cambio. Tenemos un problema de delimitación de aguas territoriales con ese país que no se quiere abordar por la complejidad del asunto, con el problema de Ceuta y Melilla y los islotes de soberanía española. Marruecos está desarrollando TángerMed, un megapuerto que va a competir con Algeciras con la pretensión además de que las mercancías que allí se desembarquen pasen por camión a través de España. Las aduanas de Ceuta y Melilla aún no se han abierto. La emigración ilegal que sale de Marruecos ha aumentado en el último año. El Hachís marroquí riega Europa a través de España y las narcolanchas salen con impunidad desde ese territorio con los terribles costos que esto ha tenido con nuestra querida Guardia Civil. Y, además, con los problemas que tiene la agricultura en el momento actual resulta que España es destinataria de muchos productos agrícolas que compiten deslealmente con los europeos al no cumplir las mismas normas medioambientales y sanitarias, como se ha demostrado con los casos de las fresas probablemente regadas con aguas fecales. Por eso cabe cuestionarse, como ha hecho la senadora Pilar Rojo recientemente qué es lo que pasa aquí.

Y con este panorama, nuestro presidente, no solo se atreve a dar un giro inexplicable y alejado de la legalidad internacional, sino que se va de vacaciones a ese país y da una humillante imagen de someterse a los caprichos del Rey de Marruecos que deja bien claro que lo recibe cuando y donde él quiera. Yo como español me siento humillado y creo que se está cometiendo una gran equivocación con esta aparente política de sumisión a Marruecos. Los americanos tienen un dicho: “si grazna como un pato, anda como como un pato y parece un pato, ¡es que es un pato!”. También se atribuye a Oliveira Salazar la frase: “Meu amigo, em política, o que paréz... ¡é!”. Pues de acuerdo con eso, la actual política con Marruecos es equivocada y humillante para España e injusta con el pueblo saharaui. Habrá que corregirla urgentemente.

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