Cuatro Cosas

Es pintoresco que lo de los pufos de bastantes municipios –incluidas algunas capitales– siempre encuentran excusa. Unas veces la culpa es del Estado, otras de la Xunta y hasta de las elecciones, que retrasan pagos. Pero sobre todo que aumentan gastos por aquello de que hay que conseguir votos ytalytal. Pero los que pagan el pato son los proveedores, que no sólo no ven un euro en el plazo convenido, sino que para compensar tienen que acudir a los créditos bancarios con sus intereses correspondientes. Y sin ayudas. ¿Eh?

De ahí que, según le comenta a avecilla un pequeño empresario, cada vez que lee, ve o escucha los anuncios de ministerios, consellerías y demás ofreciendo el oro y el moro a los mayores, los menores y los mediopensionistas, pongan el grito en el cielo. Sobre todo los autónomos, mitad empresarios mitad trabajadores a los que cargan con impuestos por ingresos facturados aunque no pagadas. Así, dice el citado, debe dar gusto gobernar. Y en Galicia los municipios pequeños no escasean. Al contrario. Jo.

Sin embargo, y hablando de autónomos, que en Galicia forman parte esencial del tejido económico del país, se cuentan con los dedos de una mano, y sobra alguno, las iniciativas en el Hórreo para interesarse por el sector. Y de los sindicatos más vale ni hablar: duermen, plácidos, la siesta financiada por las huestes gubernamentales, que así obtienen calma chicha en general. Salvo alguna excepción pactada. Sobre todo para demostrar que están durmiendo y no muertos. Al menos en apariencia, por que nunca se sabe. ¿No...?

Por cierto, en las excepciones hay que contar con un par o tres de centrales. Se trata de la CIG, la CSIF y otra que han convocado folga xeral en la enseñanza para el día 28. La Xunta ya había pactado con UGT, CCOO y Anpe la reducción de la ratio, el aumento de profesores y prácticamente todo lo demás. Pero precisamente por eso los otros tocan a rebato y llaman a la huelga. Es probable que tengan algo de éxito, pero bastante menos de lo que esperan los convocantes. ¿Capisci?