Emma García no ha pasado una de sus mejores tardes en 'Viva la vida'. La presentadora, que a menudo se caracteriza por su tranquilidad y templanza, ha perdido su habitual tono afable. El revuelo que se ha generado en plató le ha sacado de sus casillas y ha estallado en pleno directo.

El origen de su enfado han sido las distintas opiniones que está suscitando la situación familiar de Rocío Carrasco. La emisión del último programa de 'Montealto' está dando mucho de que hablar. El programa ha desenmascarado a una parte de la familia Mohedano y eso, ha generado un gran revuelo en los programas del corazón de la cadena.

Kiko Matamoros valoraba las declaraciones que en los últimos días han dado Gloria Camila Ortega, Rosa Benito o Amador Mohedano. "Cada uno se ahorca con la cuerda que quiere. La llamada de José Antonio el otro día fue un suicidio en directo. Me parece muy bien. Allá cada uno" señalaba en colaborador.

"Lo que les falla a todos es el binomio tiempo-reacción. Hay reacciones en función de un hecho que se produce, digamos, hace tres años. Pues la reacción y la justificación la vemos tres años después. Ahí a mí se me caen los argumentos de todo el mundo" apuntaba Kiko, dejando claro que no comprende la actitudes de buena parte de la familia.

Luis Rollán ha contestado a estas declaraciones y la bomba ha explotado. Los dos colaboradores se han enzarzado en una conversación en la que no se escuchaba la opinión de ninguno, algo que hacía que Emma terminara de perder la paciencia. "Me gustaría escuchar a Alejandra. Oye, de verdad, vamos a ver. ¡Por favor! ¡Quiero hacer un programa! Quien no lo quiera hacer que se largue", les expresaba a todos levantándose del sofá y con los brazos abiertos.

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"De verdad. Kiko, te estoy dejando hablar. Y a ti también, pero no hay manera. Dejadme repartir los turnos, que para eso estoy. Tendré que hacer mi trabajo, igual que hacéis vuestros el vuestro", le decía desesperada ante la rebeldía de sus colaboradores.

Antes el descontrol, uno de los colaboradores le ha preguntado si necesitaba ayuda para poner orden a lo que ella ha contestado muy tajante. "No me hace falta, porque tengo una mala leche que vais a flipar" comentaba en un tono medio jocoso pero visiblemente harta de la situación.