El primer mes de la campaña del pulpo constata menos capturas y se augura un año “complicado”

Desde finales de julio los naseiros registran una tendencia a la baja y no alcanzan a cubrir los cupos | Bueu contabiliza 2.000 kilos menos que hace un año | Rosas pide replantear el periodo de veda y sus condiciones

Un marinero ayer con una caja de pulpo en el interior de la lonja de Bueu.   | // GONZALO NÚÑEZ

Un marinero ayer con una caja de pulpo en el interior de la lonja de Bueu. | // GONZALO NÚÑEZ / david garcía

La nueva campaña del pulpo arrancó hace un mes, un tiempo que permite sacar las primeras conclusiones de como se presenta la temporada. Y los augurios no son nada alentadores. Desde finales de julio se está detectando un progresivo descenso en las capturas y muchos barcos en Bueu, que es uno de los puertos de referencia, han comenzado a amarrar y a espaciar las salidas al mar. “Hay días que algunos estaban volviendo a puerto con 20 o 30 kilos y eso es inviable, es salir a pérdidas”, explica el patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, José Manuel Rosas. Las estadísticas constatan que en el primer mes de la campaña 2022/23 se capturaron entre Bueu, Cangas y Aldán casi 38.000 kilos de cefalópodo, mientras que en el mismo periodo de este año apenas se llega a 36.600. Una reducción de casi 1.400 kilos.

Dos mujeres comprobando varios pulpos en el puerto de Bueu en el arranque de la campaña.   | // J.TENIENTE

Dos mujeres comprobando varios pulpos en el puerto de Bueu en el arranque de la campaña. | // J.TENIENTE / david garcía

Los datos que aporta la plataforma Pesca de Galicia revelan que en O Morrazo esa caída se concentra mayoritariamente en Bueu, aunque parece responder a una tendencia en otros puertos de la comunidad. La flota de la nasa bueuesa abrió la anterior campaña con un volumen de capturas de casi 23.300 kilos, mientras que ahora apenas supera los 21.200. Unas cifras que suponen una reducción de 2.000 kilos. En la lonja de Aldán-O Hío el descenso es más atenuado, de 5.900 kilos a 5.300. La excepción es Cangas, que es la única que registra un ligero ingremento al pasar de 8.780 kilos a casi 9.600. Sus datos permiten amortiguar la caída registrada en el conjunto de la comarca.

La evolución de las capturas señala que durante las primeras semanas la situación podía considerarse dentro de lo normal, sobre todo si se tiene en cuenta que los meses centrales del verano suelen ser muy flojos en capturas. Pero desde finales de julio la tendencia es de un descenso drástico. “En realidad se percibe que reclutamiento y que hay eslabones en la cadena, pero es un pulpo que no tiene el tamaño comercial y es necesario dejarlo crecer”, expone José Manuel Rosas.

Pese a que ese puede entenderse como un dato positivo el patrón mayor de Bueu no evita la autocrítica y subraya que esta situación confirma que “algo no estamos haciendo bien”. Rosas vaticina una temporada complicada para el sector de la nasa del pulpo y desliza la necesidad de replantearse el formato de la veda. “Deberíamos plantearnos un paro más dilatado, de más tiempo para proteger el recurso. Pero eso también significa que hay que dar protección económica al sector para que pueda aguantar ese cierre”, argumenta. Es una petición insistente desde hace años por parte de las cofradías, pero que de momento no ha encontrado cobertura por parte de la Consellería do Mar. “Más que de una veda estamos hablando de un paro biológico”, insisten desde Bueu.

La campaña del pulpo se abre con precios y capturas “para no echar cohetes”

Cristina González

En la actual situación pueden influir diversos factores y es probable que el omnipresente cambio climático sea uno de los culpables. El periodo de desove del pulpo habitualmente se concentra durante los meses de primavera, lo que explica que la veda se realice a partir de mayo. Sin embargo, la flota asegura que ahora mismo aún se están encontrado con ejemplares ovados. Por eso no solo habría que replantearse la duración de la veda o paro biológico, sino también cuáles serían los meses más indicados.

El actual plan de explotación prevé una cuota de 35 kilos por cada tripulante enrolado y a bordo, a lo que hay que añadir otros 35 kilos por barco hasta un máximo de 240 kilos diarios Unos topes que parece que la mayoría de la flota está lejos de poder cumplir por falta de recurso y que estarán vigentes hasta el 31 de agosto.

A partir de septiembre los límites suben hasta los 55 kilos por barco y tripulante enrolado y a bordo, con un máximo que no podrá superar los 380 kilos diarios.

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Hay menos capturas, pero eso no se resiente en la facturación. De momento. La escasez de cefalópodo está tirando de los precios, que alcanzan máximos por encima de los 14 euros. En Bueu, pese a esa reducción de 2 toneladas de pulpo, en el primer mes la facturación pasa de 199.900 euros a 216.000, con un precio máximo de 13 euros el kilo.Es un incremento de más de un euro con respecto al año pasado.

En la lonja de Cangas el importe de venta es todavía mayor puesto que llega a los 14 euros, casi dos euros más que el verano pasado. En el primer mes de la campaña del año pasado el volumen de negocio fue de algo más de 81.000 euros y en esta ocasión se superan los 101.600 euros, según los datos de Pesca de Galicia.

El precio más elevado se registró en la lonja de la Cofradía de Aldán-O Hío, con un máximo de 14,10 euros el kilo. Su facturación también es ligeramente más alta que con respecto al inicio de la campaña 2022/23, pasando de 53.000 euros a más de 55.700 euros.

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