“No estamos en contra de las energías renovables, pero deben primar los intereses de la pesca y la sostenibilidad de los recursos marinos”

La Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra formalizó ayer la elección de José Manuel Rosas como presidente para los próximos cuatro años. El patrón mayor de Bueu, de 65 años, repite por segunda vez consecutiva en el cargo y tal como él explica decidió aplazar su jubilación para “no abandonar el barco” en un momento en el que el sector afronta importantes retos y desafíos.

–¿Con qué sensaciones asume este segundo mandato al frente de la federación provincial?

José Manuel Rosas repite como patrón mayor de la Cofradía San Martiño de Bueu

–La verdad con una sensación agridulce, pues el sector pesquero y marisquero en general no está atravesando uno de sus mejores momentos en cuanto debido a las imposiciones de la Comisión Europea de la Unión Europea (UE). Estamos hablando, por ejemplo, del veto a la pesca de fondo en diversas zonas, los recortes en las posibilidades de pesca en distintas pesquerías... También hay otros problemas como la bajada importante de producción en la actividad del marisqueo o la falta de relevo generacional en nuestro sector.

–En los últimos años había dejado entrever que al final del periodo 2018-2022 amarraría el barco a puerto y se jubilaría. ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión?

–En primer lugar debido a los mensajes de ánimo de muchos/as compañeros/as del sector, y fundamentalmente, porque no quiero abandonar “el barco” en un momento tan delicado para la pesca.

–Estas semanas hablaba de proyectos pendientes. ¿Cuáles son esas actuaciones que quiere impulsar en estos cuatro años que tiene por delante?

–La verdad son muchas las iniciativas, pero prioritariamente destacaría la imprescindible revisión y modificación del Decreto de Artes e Aparellos, que regula la actividad pesquera a nivel autonómico; la normativa reguladora del funcionamiento de las cofradías de pescadores y sus federaciones; la puesta en marcha de estudios, como he dicho, para conocer las causas de la paulatina disminución de los recursos marisqueros; el reconocimiento del derecho al cese de actividad para los autónomos de la pesca y el marisqueo desde embarcación...

–Lo cierto es que parte de la agenda de trabajo le viene de alguna manera impuesta. En el horizonte aparecen los parques eólicos marinos, con proyectos muy cerca de la plataforma de pesca. ¿Cuál será la posición de las cofradías en este sentido?

–La que siempre defendimos: sin estar en contra de las energías renovables, exigir que primen sobre estas instalaciones los intereses socioeconómicos de los profesionales de la pesca y la sostenibilidad de los recursos y de los ecosistemas marinos.

–¿Son compatibles estas instalaciones con la actividad de la flota artesanal?

–Para poder afirmar si son o no compatibles con nuestra actividad debemos tener información real y veraz sobre sus posibles efectos. Desde luego la impresión que hemos traído de una visita al parque eólico de Viana do Castelo, en Portugal, para nada fue positiva. Fue una visión más bien perjudicial para el sector de la pesca.

–Otro de los asuntos de agenda que le viene de alguna manera impuesto se refiere a los constantes recortes en las cuotas de pesca. Hace unos días Galicia y el Cantábrico acaban de sufrir un duro golpe con el jurel, aunque en las Rías Baixas consiguieron esquivar el golpe. ¿Llueve sobre mojado?

–¡Claro que llueve sobre mojado! Cada año se sufren recortes e incluso cierres de pesquerías donde el sector no es partícipe en la toma de unos acuerdos adoptados de forma unilateral. Priman las políticas medioambientalistas y la opinión de las ONG’s, sin apelar al sentido común y sin tener en cuenta la importancia socioeconómica del sector. Es un verdadero despropósito por parte de la Comisión de Pesca de la UE: adopta decisiones desde los despachos, sin fundamentos científicos reales y sin tener en cuenta lo más importante: que somos un sector que abastece a la población de alimentos de primera necesidad.

–Y para acabar con esos retos está el aumento de costes que sufre el sector y que no se ve compensado con mejores precios, lo que ya motivó un paro de la flota. La bonificación al gasóleo del Gobierno está a punto de desaparecer y no se sabe si se prorrogará. ¿Cómo se puede hacer frente a este problema?

–En principio las noticias que nos llegan es que para los sectores del transporte y primarios se van a mantener las bonificaciones en los carburantes. De no ser así supondría el hundimiento de la flota, con las consecuencias que esto conllevaría.

–También está la polémica con los mejilloneros por la recogida de mejilla en bancos naturales que comparte con el percebe. La Consellería do Mar anunció hace unos días su disposición a negociar cambios en las zonas que estaban vetadas. ¿Cuál será su posición?

–Esta pregunta tiene fácil respuesta. No es mi posición, sino la que se adopte siempre por acuerdo mayoritario en el seno de la Federación. Eso sí, si la intención de la Consellería do Mar, que hasta ahora ha sido valiente en la toma de decisiones para garantizar la sostenibilidad del recurso, es modificar las zonas de reserva para la extracción de mejilla o de exclusividad para el percebe, le sugiero y recomiendo que sea fruto del consenso y en conjunto con las cofradías afectadas y con el sector mejillonero.

–¿Cómo cree que será la relación con la Consellería do Mar y el resto de administraciones vinculadas con el mundo del mar?

–Espero que cordial, de constante comunicación, colaboración y lealtad, aunque en ocasiones no es fácil conseguirlo.

–¿Será este su último mandato o queda José Manuel Rosas para rato?

–Sin duda la verdadera juventud está en la actividad diaria, aunque también soy consciente de que nadie es imprescindible ni eterno. Lo que sí espero es que quede José Manuel Rosas para rato, dentro o fuera del mundo de las cofradías de pescadores.

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