El SonRías Baixas hace vibrar a Bueu

El festival cierra su vigésima edición tras tres días de conciertos y miles de asistentes

El público celebra el inicio del concierto de La Pegatina, que celebraba su 20 aniversario con el espectáculo "Vivir".   | //  GONZALO NÚÑEZ

El público celebra el inicio del concierto de La Pegatina, que celebraba su 20 aniversario con el espectáculo "Vivir". | // GONZALO NÚÑEZ / david garcía

La semana comenzó gris y con lluvia en Bueu, pero acaba de la mejor manera posible. Sol, calor y música en directo. ¡Mucha música en directo! El Festival SonRías Baixas despidió ayer a lo grande una edición especial, en la que celebraba su vigésimo cumpleaños después de haber sobrevivido a la pandemia. El primer fin de semana de agosto ya es sinónimo de música y conciertos en Bueu, con un evento que a lo largo de estos 20 años se ha convertido en un referente no solo en Galicia, sino en el resto de la Península Ibérica.

A lo largo de estos tres días pasaron por los dos escenarios del certamen un total de 24 artistas, con todo un abanico de estilos y ritmos para intentar que los miles de asistentes pudiesen disfrutar y bailar. Ayer fue sin duda la jornada estelar, con una multitudinaria sesión vermú acompañada de la música festiva de Lamatumbá y con la peculiar unión musical entre Ortiga y Pili Pampín. El calor no fue impedimento para que los “festivaleiros” acudiesen al recinto de A Estacada a disfrutar de la jornada matinal. Para refrescarse ya había todo tipo de bebidas, incluyendo esa a la que los Lamatumbá le cantaron ayer con uno de sus grandes clásicos: “Licor do negro café/ Que me tumbas que me matas/ Licor do negro café/ Fasme andar a catro patas”.

El público que llenaba ayer el recinto del SonRías en el inicio del concierto de La Pegatina, que celebraba sus 20 años con el espectáculo “Vivir”.   | //  G.NÚÑEZ

La playa de Banda do Río, ayer, abarrotada de gente, con muchos festivaleros. | // G.NÚÑEZ / david garcía

Por la tarde había tiempo suficiente para buscar un poco de sombra para descansar o para darse un chapuzón en una abarrotada playa de Banda do Río. Era algo más que necesario. Los “festivaleiros” venían de una noche muy larga, que incluyó uno de los conciertos más esperados de esta vigésima edición del SonRías: la presencia de los raperos Natos y Waor, que consiguieron abarrotar el recinto para interpretar sus temas más conocidos y canciones de “Luna llena”, su nuevo disco.

Entre esos miles de asistentes destacaba la presencia de muchos jóvenes, algo que ya es una seña de identidad del SonRías. El festival de Bueu es el que tiene la media de edad más joven dentro de los certámenes del circuito FEST Galicia, con un promedio por debajo de los 24 años. Para muchos se trata de su primer “festi”.

La jornada de tarde de ayer comenzó con Lamontagne & Picoamperio y después llegaron los murcianos Arde Bogotá. Haciendo honor a su nombre “incendiaron” el festival con su enérgico y eléctrico rock de guitarras. Un buen aperitivo de lo que vendría después.

Una de las actuaciones más esperadas era la de La Pegatina, que ya es todo un clásico en Bueu y en el SonRías Baixas. La de anoche fue ya su sexta participación y esta vez su presencia era casi obligada. El festival y la banda han crecido casi de la mano: La Pegatina también celebra sus 20 años de trayectoria y desembarcó en Bueu con su “20 Aniversario Tour”.

La celebración de los 20 años del SonRías fue por todo lo grande. El festival ocupó una superficie de 20.000 metros cuadrados, incluyendo una zona de relax fuera del recinto de los conciertos. Allí se podía acudir a comer porque en el entorno había varias “food trucks” o simplemente a tirarse en la hierba a descansar y recuperar fuerzas para el siguiente concierto.

Después de la celebrada actuación de La Pegatina fue el turno de María de Juan, con una de las propuestas más llamativas del cartel del SonRías: una revisión de la copla española con aires cinematográficos, bases electrónicas de pop, sintetizadores y samples.

El concierto de Natos y Waor en el Festival SonRías Baixas de Bueu en la noche del viernes era uno de los más esperados de este año.

El concierto de Natos y Waor en el Festival SonRías Baixas de Bueu en la noche del viernes era uno de los más esperados de este año. / ALDARA ZARRAOA

Justo al pasar la medianoche salió al escenario otro de los grandes nombres del SonRías de este año: Macaco. El artista combinó algunos de sus temas más conocidos y coreados por el público con canciones de su nuevo disco, pasando por músicas de raíz, rumba, cumbia, folk y tango. La traca final vino con una actuación sorpresa, que finalmente fueron Cool Nenas (ya estuvieron el viernes), los bosnios Dubioza Kolektiv y una pinchada de Ninhodelosrecaos Dj, que es el alter ego de Rubén Sierra, cantante y guitarrista de La Pegatina.

La fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada, por lo que hoy seguro que en la zona de acampada habrá música de ronquidos. Toca recuperarse después de tres días de fiesta y pensar en el SonRías del próximo año. Ya queda menos.

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