La comisión de la Romaría y Daravelo plantan un olivo en el atrio que sustituye a otro centenario

El atrio de Darbo vuelve a lucir un olivo, en el mismo lugar en donde antiguamente existía otro centenario que acabó secando. La comisión de la Romaría de Darbo fue la encargada de llevar a cabo la plantación de este ejemplar de olivo, junto a la Asociación de vecinos Daravelo.

La plantación se realizó junto al palco de la música que existe en el atrio parroquial, desde donde se divisa la imponente iglesia que todos los meses de septiembre acoge una romería con danza ancestral, que reúne a miles de personas y que “cierra” Cangas, como si se tratara de un festivo local.

La comisión de la Romaría de Darbo está formada por vecinos de los barrios de la parroquia de O Seixo, Cunchido, Piñeiro, Santa Marta, Balea, Outeiro, Cimadevila, San Pedro, San Roque, Ximeu y A Madalena y en este año 2023 está presidida por Constante Soliño, que ya había formado parte de ella hace veinte años, también como presidente.

Desde la propia comisión señalan que antiguamente existía otro olivo centenario, junto al que muchos vecinos se retrataban como recuerdo de los días de celebración.Pero aquel árbol centenario se murió debido a su mal estado de conservación.

Consideran importante volver a tener un olivo porque representa un símbolo de renovación y al tratarse de un árbol de hoja perenne también se pretende que la plantación se convierta en un acto de longevidad.Es cierto que muchas comisiones de fiestas han ido desapareciendo por falta de relevo generacional. Pero en el caso de la Romaría de Darbo se trabaja para que la organización de esta fiesta, que implica el baile de una de las danzas ancestrales de Cangas en honor a la Virgen María, nunca decaiga y siempre haya un relevo entre sus barrios.

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