Entrevista | Vincent Bevins Periodista y escritor estadounidense

“La violencia masiva contra la izquierda fue fundamental para la actual hegemonía capitalista”

Presenta en Cangas su best seller “El método Yakarta”, sobre las masacres apoyadas por Estados Unidos en Indonesia y otros países

El periodista y escritor Vincent Bevins (a la izquierda) durante una presentación de su libro esta misma semana en Porto.

El periodista y escritor Vincent Bevins (a la izquierda) durante una presentación de su libro esta misma semana en Porto. / Cedida

Prestigioso periodista y escritor norteamericano, Vincent Bevins estará mañana en Cangas para presentar (20.00 horas, salón de plenos) "El Método Yakarta" (Capitan Swing), en el que indaga en la historia oculta de las masacres respaldadas por Estados Unidos en Indonesia, donde en 1965 fueron asesinados cerca de un millón de civiles inocentes, América Latina y otros lugares del mundo.

–¿Qué es el “método Yakarta”? ¿Qué nos cuenta en su libro, con el subtítulo “los asesinatos masivos que moldearon nuestro mundo”?

–“Método Yakarta” es el término que uso para el homicidio en masa cometido contra la izquierda o personas acusadas de formar parte de la izquierda. En realidad es una traducción de varios términos, muchos en castellano, como “plan Yakarta,” simplemente “yakarta,” o también “operação jacarta” en Brasil. Ese método horrible ganó ese nombre cuando movimientos de la extrema derecha alrededor del mundo se inspiraron en la masacre en 1965 en Indonesia, donde el ejército mató aproximadamente a un millón de personas, con el apoyo de los Estados Unidos. El libro muestra cómo esa práctica fue fundamental para la creación de un cierto tipo de hegemonía capitalista en el siglo XX.

–¿En qué lugares se aplicó este sistema de terror y cuántas víctimas ha causado? ¿Se sigue aplicando hoy en algún lugar?

–En mi investigación descubrí que en al menos 23 países se aplicó la violencia masiva. El caso más grave, en cifras, fue Indonesia. Luego, Guatemala y El Salvador, donde hubo centenares de miles de muertes. También en todos los países de la “Operación Cóndor” en América del Sur, y también hay muchos casos en Asia y en África. Las informaciones que tengo no indican que ese método exacto se esté usando ahora, pero considero un error pensar que algo del pasado nunca puede regresar. En los últimos años, en Brasil (país donde viví muchos años desde 2010) vemos un movimiento político que defiende la violencia contra la izquierda, el Bolsonarismo, y hoy existen varias formas de que el país más poderoso del mundo puede influir con resultados históricos en el Sur Global – presión económica, sanciones, golpes de estado, invasión militar, etc. En el libro intento mostrar cómo el número de “métodos” disponibles creció durante la Guerra Fría, y después de ella, quedan todos guardados para posible uso en el futuro.

–¿Cambió con este método el equilibrio de fuerzas entre los bloques? Se entiende que en favor de la hegemonía de Estados Unidos…

–Fue usado en la construcción de la hegemonía norteamericana. Tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se convierte en una potencia global, en realidad el país más poderoso de la historia en el mundo hasta ese momento. Se crean agencias y mecanismos para construir un sistema global capitalista bajo su liderazgo, y para impedir a los países salir de ese sistema. O para implantar una versión de capitalismo autoritario en países que ya están en el mundo “libre,” o para evitar que un país se vuelva socialista. Pero en muchos países el “método yakarta” fue aplicado a pesar de que no había ninguna posibilidad de eso...

Vincent Bevins estará en Cangas mañana, lunes, para hablar de sus investigaciones periodísticas.   | // FDV

Vincent Bevins estará en Cangas mañana, lunes, para hablar de sus investigaciones periodísticas. | // FDV / Gonzalo Martínez

–¿Cree que la “amenaza del comunismo” aún sirve a algunos regímenes para justificar matanzas, o al menos como herramienta para blanquear la represión?.

–Con certeza sirve aún para justificar la represión de la disidencia en muchos países. Si una táctica funcionó tan bien para las clases dominantes, ¿por qué iban a tirarla a la basura?

–¿Qué ha pasado con los verdugos? ¿Ha actuado la Justicia? ¿En qué casos?

–En Indonesia no ha habido ningún proceso de reconciliación, ni siquiera un reconocimiento de lo que realmente pasó. Las víctimas viven en las márgenes de la sociedad, generalmente en condiciones de pobreza. La narrativa dominante es que se merecían lo que habían recibido. En lugares como Chile y Argentina, sí ha habido procesos. En Brasil, las tentativas fueron bastante más débiles, lo que tal vez ayude a explicar la llegada del Bolsonarismo.

–Usted ha estudiado una parte de la historia y hablado con sus testigos. ¿Cree que el horror puede repetirse?

–Lo peor de la historia siempre puede regresar. Fue una de las cosas que me chocó en las muchas entrevistas que hice a lo largo de los años. Personas que recordaban que ellas mismas, en el pasado, pensaban que “ese tipo de cosas no sucederá jamás.” Por ejemplo, en Chile, antes de que las palabras “Yakarta Viene” apareciesen en las paredes de la capital, advirtiendo de la amenaza de homicidio – que luego se confirmó – muchas personas creían que cosas así, golpes violentos y masacres no acontecen más,” porque “esto es Chile, y estamos en los años 70”.

–¿Qué análisis hace de la guerra en Ucrania, territorio ligado en su día al bloque soviético?

–Deseo el fin de la guerra y lo mejor para todo el mundo que está en ese territorio. Lamentablemente, no tengo el conocimiento suficiente para apuntar el mejor camino para eso ahora.

–¿Es optimista sobre el futuro de las libertades? ¿Considera que avanzamos en la buena dirección?

–Depende de nosotros. Todo avance y todo retroceso fue fruto de las decisiones humanas. El tiempo, la historia, no poseen un elemento mágico que haga o progreso acontecer solo. Tenemos que crearlo.

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