Sotelo insiste en que el Concello sigue sin arreglar el problema del Barrio das Flores

El portavoz del PP asegura que quien miente es Abalo

REDACCIÓN

Las averías del agua en el Barrio das Flores, en Cangas, siguen generando polémica entre el gobierno local y los populares liderados por José Enrique Sotelo, que fueron los que trasladaron el problema en un pleno y a los que el edil de Urbanismo, Mariano Abalo, acusó de mentir y de falsear la realidad. José Enrique Sotelo responde ahora a esas críticas señalando que su partido no dice ninguna barbaridad ni actúa a mala fe: “O señor Abalo será capaz de narcotizar ós que se deixen narcotizar coas súas estafas políticas. O PP de Cangas o único que fixo foi trasladar, e o seguiremos facendo, a denuncia que nos transmiten os veciños”.

Tras el pleno del día 23 cuando preguntaron por el problema y la alcaldesa, Victoria Portas, les comunicó que los técnicos ya habían acudido a la calle, Sotelo asegura que los vecinos les dijeron que la única visita que recibieron fue la de trabajadores de la UTE del ciclo del agua que manifestaron que al tratarse de una vía privada no podían hacer nada, algo que él no entiende cuando el centenar de vecinos del barrio paga a la UTE el servicio y mantenimiento.. Por eso que Sotelo volvió a preguntar al gobierno si ya habían acudido los técnicos municipales y acusaba a la regidora de mentir. Abalo salió en defensa de la alcaldesa y acusó al PP. Explicaba que la concesionaria Aqualia ya había entrado a reparar una avería comunicada al Concello y que una vez que se produjo una segunda avería, la concesionaria comunicó que entraría a solucionar el problema el jueves (por este pasado jueves).

Sotelo insiste en que el único que miente es Abalo y recuerda el pleno, cuando la alcaldesa dijo que los técnicos municipales se habían puesto en contacto con los vecinos “o cal é mentira, puxéronse en contacto os traballadores da concesionaria e non de boa gana argumentando que era una vía privada”. Reprocha que si la calle es privada, el gobierno tuvo ocho años para hacerla pública como pretende la mayoría de los vecinos. Dice que el problema del barrio es más que una reparación de una avería y que es la imagen del abandono en que está todo Cangas.