Las gaitas de O Hío conquistan el mundo

El ciudadano uruguayo Daniel Dufour recibió en los últimos días la gaita gallega que estaba esperando y que aprendió a tocar en las clases que el gaiteiro Carlos González Siri, también uruguayo pero de ascendencia gallega, imparte en las distintas casas de Galicia y centros gallegos de Montevideo. Dufour no tiene ascendencia en la comunidad y la gaita se la llevó un amigo uruguayo afincado en Barcelona, pero el encargo se lo hizo a comienzos de verano al lutier Cristóbal Prieto, que tiene su taller en O Igrexario (O Hío) y trabaja desde hace 22 años elaborando gaitas.

Prieto explica que este encargo no es ni mucho menos una excepción. Los pedidos del extranjero son muy numerosos “sobre todo en Latinoamérica, por los descendientes de los emigrantes gallegos. En Montevideo hay centros gallegos con muchas gaitas mías y también envío a Buenos Aires, Venezuela, o Colombia”, relata. También en Europa hay demanda de la gaita gallega. “Sobre todo en Francia, pues la usan mucho como instrumento exótico en las ferias medievales”, desvela Prieto. Bélgica o Alemania son otros países en los que se demanda mucho el instrumento de Galicia por excelencia, y en España sobre todo las llamadas proceden de “Cataluña y Euskadi, en donde hay fuerte emigración gallega”. El lutier de O Hío explica esta cantidad de peticiones del extranjero “en el éxito de gaiteiros como Carlos Núñez, que son los grandes embajadores de este instrumento”. Entre los encargos más curiosos está una gaita enviada al estado de Rajastán, en el norte de la India, y otra a la capital de Nepal (Katmandú), “encargada por un flautista de mucho prestigio allí”.

Prieto, que completa unas 50 gaitas al año, alerta de la subida de precio de algunos tipos de madera por su escasez. “La madera de más calidad es la del granadillo de Mozambique, de crecimiento lento, pero hay bastante escasez”. El “buxo galego” o su variante de Turquía, Rusia y Kazajistán son las especies más utilizadas.

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