El gobierno local tiene un plan para reformar la millonaria piscina municipal “A Balea” de Cangas. Cuenta con un proyecto, donde figuran todas las obras que son necesarias realizar y cuyo importe asciende a 428.985,55 euros. Las obras se dividirían en tres fases. La primera asciende a 199.991,14 euros, la segunda a 82.016,90 euros y la tercera a 15.919,38 euros. También tiene el gobierno mecanismos para financiar la obra, pero desea consensuar con los partidos políticos tanto el proyecto como la fórmula para su financiación. Quien está moviendo los hilos de esta imperiosa reforma es el concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, antes las indisimuladas quejas de los usuarios, que mostraron unas instalaciones totalmente degradadas, con un aspecto totalmente descuidado. La empresa que se encarga de la gestión sigue igual, según señalan usuarios; las cintas continúan sin funcionar y los utensilios están rotos.
En su propio informe, el gobierno local detecta la necesidad de realizar reformas para optimizar la funcionalidad del edificio que alberga la piscina municipal y resolver las patologías constructivas. Asegura que en el análisis de las demandas de los usuarios se detectaron muchos defectos, como en la fachada del pabellón, en la cubierta, en la cubierta de la piscina, en las de usos múltiples y también en los vestuarios (aunque estos no son objeto de la actuación que se pretende).
El gobierno local señala que la reforma se realizará por fases con el propósito de optimizar los recursos económicos. En la primera se intervendrá en la resolución de los daños en la cubierta y muros de la piscina en contacto con el terreno, así como las cubiertas planes, lucernarios y playa de la piscina, con el propósito de resolver todos los problemas derivados de la humedad y acometer con posterioridad los problemas derivados de la humedad y acometer posteriormente las obras en el interior del edificio, necesarias para optimizar el uso de las instalaciones por parte de sus usuarios, evitando posible problemas de seguridad y salubridad. En una segunda etapa se acometerán los trabajos de recuperación y reforma de carpintería de madera del exterior, además de obras de reposición de los suelos de madera de la primera planta, reposición de pintura de los elementos metálicos exteriores y la cubierta de la piscina. En una tercera fase se intervendrían en la limpieza del muro exterior. Las obras que se pretenden llevar a cabo consisten la corrección de patologías para que el edificio pueda continuar.
Los usuarios denunciaron que el estado en el que se encuentra el edificio no solo es lamentable, sino también peligroso, con maderas que se caen de los tejados, que pueden provocar algún accidente, llueve dentro de los vestuarios y los pasillos están llenos de calderos para recoger el agua de las numerosas goteras que hay. Lo usuarios anunciaron que estaban dispuestos a recoger firmas y también denunciaban el mal estado den el que se encuentra la sala de hacer gimnasia. Manifestaban que había tres máquinas de correr que llevaban 10 días fuera de servicio, material no apto para hacer ejercicio, cuerdas rotas, balones deshinchados.
Mariano Abalo prefiere no dar a conocer el mecanismo que tiene en mente para financiar las obras porque considera que es bueno escuchar también la opinión de la oposición municipal. La aprobación del proyecto y su financiación depende de que todos se pongan de acuerdo.
“Deficiencias no achacables al mantenimiento”
Abalo afirma que las gravísimas deficiencias de la piscinas solo se puede explicar desde la perspectiva de que la obra fue una infraestructura pensada en clave electoral por parte del PP y de José Enrique Sotelo, “que únicamente pensaron en venderla como un producto electoral. Solo hay que recordar el famoso baño de Sotelo, simulando en el de Fraga Iribarne en Palomares. Eliminaron la geotermia que figura en el proyecto y remataron una obra de prisa y corriendo con graves errores y deficiencias que ahora afloran en todos los sentidos”. Asegura que los problemas actuales no pueden ser presentados como de falta de mantenimiento, sino ocasionados por una obra pésimamente entregada con graves problemas que ahora “no vemos obligados a corregir”. Vuelve a manifestar que esta reforma y otras en instalaciones deportivas podían haber sido afrontadas ya si el pleno del 10 de agosto aprueba la modificación de crédito que presento el gobierno municipal.
