La reflexión la lanzó hace unos días el ecólogo Fernando Valladares, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). A pesar de los episodios de calor y de sequía es posible que nos encontremos ante el verano más fresco de lo que nos queda de vida, una consecuencia directa de la emisión de gases de efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático. Una situación de la que ni siquiera se escapa Galicia, el lugar “donde la lluvia es arte”, que cantaba Siniestro Total en “Miña terra galega”.
Esta situación está obligando a los concellos a explorar medidas para hacer frente a la escasez de lluvias, unas soluciones que deben compaginar las acciones a corto plazo con otras a largo plazo. Porque, si nada lo remedia, estos episodios climáticos extremos han llegado para quedarse. El Concello de Bueu era uno de los municipios convocados ayer a la cumbre celebrada en Pontevedra con la Consellería de Infraestruturas y Augas de Galicia para analizar el estado de la cuenca del río Lérez. Antes de esa cita el alcalde bueués, Félix Juncal, se reunió con la responsable del servicio de Aqualia en Bueu para tratar las primeras medidas a tomar. “Estamos viviendo el cambio climático y se van a requerir soluciones imaginativas para hacerle frente”, defiende.
Una de las primeras acciones está relacionada con el aprovechamiento del agua depurada en las instalaciones de la depuradora, que actualmente se vierte al mar. “La empresa nos comunica que sería posible aprovecharla y se ponen a disposición para que acudan camiones cisterna a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) para luego utilizarla para baldeos”, explica Juncal. Otra alternativa es usarla también para el riego de plantas y jardines municipales. “Vamos a estudiar si es viable, en principio ese agua es apta para todo tipo de usos salvo para consumo humano”, afirma.
Ahora mismo sacar provecho del agua depurada en la EDAR implica recogerla y almacenarla en camiones cisterna, pero una de las alternativas a medio plazo sería disponer de una canalización que permitiese traerla a algún punto del centro urbano. “Es algo que se va a estudiar”, avanza Félix Juncal.
Entre las acciones inmediatas parece cuestión de días o incluso horas que se decida cortar el suministro de agua a las duchas y los lavapiés situados en las playas del municipio. “La decisión está tomada, solo queda por determinar cuándo se aplicará”, sentencia.
Moaña se sumó ayer a las restricciones que implantó Cangas y Bueu recogiendo el guante de las recomendaciones de la Xunta. La alcaldesa, Leticia Santos, dictó un bando anunciando la suspensión del riego automático en las zonas ajardinadas y reduciendo éste al nivel mínimo imprescindible según marquen los jardineros municipales. Además, también se cortará el agua en las duchas de las playas, como en Cangas. Moaña tiene este servicio en los céntricos arenales de O Con y A Xunqueira, pero también en otros como O Cocho, O Arnado, A Borna o las playas de Domaio.
El Concello decidió también limitar los baldeos de calles y parques a las necesidades puntuales y espaciales, así como evitar el lavado innecesario de los vehículos que dependen de la administración local. La propia empresa concesionaria del ciclo del agua en el municipio, Aqualia, recomendó la adopción de medidas como la suspensión de las duchas en las playas.
Piscinas
Con O Morrazo en estado de prealerta por sequía, el Concello de Moaña también utilizó el bando para pedir colaboración a la ciudadanía “con pequeños gestos que ayuden a minimizar el consumo de agua”. Recomienda, en sus redes sociales públicas, limitar el relleno de las piscinas, reutilizar el agua para otros usos y evitar el lavado de coches mientras se prolongue la ausencia de lluvias.