El vial de Agrelo-Portomaior, que discurre al lado del Paseo José Solla, permanece desde ayer cortado al tráfico debido a las obras para atajar un vertido de fecales. Los trabajos implican la apertura de una zanja de “importantes” dimensiones para poder reparar un pozo de registro de la red de saneamiento y la maquinaria necesita ocupar la calzada.
La avería se registra a la altura del centro de interpretación de Agrelo y el problema se debe a que un pozo de registro de la red municipal repisó. A consecuencia de este hundimiento en el terreno una de las bocas de la tubería quedó obturada y provoca que la canalización entre en carga. Esto significa que las aguas residuales desbordan por otro punto, situado a más de 200 metros, en la zona de Portomaior. “El problema se detectó hace unos diez días, cuando se registraron los vertidos de las aguas residuales”, explican desde el gobierno local.
Mientras duren los trabajos de reparación la carretera permanecerá cortada y solo podrán circular los residentes en la zona. Eso sí, para acceder a sus propiedades deberán entrar por el cruce situado en las inmediaciones de la panadería Freire y del desvío hacia A Torre.
Desde el Concello subrayan que esta intervención no está relacionada con el expediente de Augas de Galicia por unos vertidos, que en realidad se registraron en la PO-551 a su paso por Cela y que eran responsabilidad de un particular, tal como se acreditó con posterioridad.
