Los nuevos propietarios de las antiguas casas de Massó, en el centro de Bueu, ya han comunicado al Concello su intención de proceder a la elaboración de un proyecto de edificación “para la rehabilitación y ampliación” de los dos inmuebles situados en la Avenida Montero Ríos, que figuran dentro del inventario de bienes a proteger en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). La redacción del documento se prolongará aún varios meses por lo que será necesario adoptar medidas complementarias de seguridad. De momento solo hay una serie de vallas que impiden el tránsito por este tramo de la acera debido al riesgo de desprendimientos.
El inmueble fue adquirido por la empresa Dehomesein S.L., cuyo domicilio social está en A Coruña, y el proyecto lo está elaborando S/A Estudio de Arquitectura, en el que hay técnicos naturales de Bueu. En el último escrito presentado en el Concello comunican que se comenzó con el proceso de redacción de la propuesta arquitectónica para este espacio, que pasará por una rehabilitación y ampliación destinada a usos residenciales. “Además se llevarán a cabo las correspondientes labores de conservación y de rehabilitación que afecten a las construcciones protegidas en parte del inmueble”, apuntan. El grado de protección incluido en el PXOM obliga a la conservación de las fachadas de los números 115 y 117, que según se recoge en el planeamiento municipal, presentan “características formales más avanzadas que las de la arquitectura popular circundante”.
La propiedad ya realizó una primera inspección y valoración del estado de conservación de las edificaciones, que coincide con lo expresado por los técnicos municipales. La parte más delicada es la que se corresponde con la estructura de madera interior, cuya capacidad de resistencia “se ha visto mermada”. Esta circunstancia provocó en su momento el “colapso” de una de las mansardas del número 117 (la vivienda blanca), que se desprendió hacia el interior.
En lo que respecta a los muros, no se aprecian “patologías estructurales aparentes” que puedan ver afectada su resistencia. Por ello concluyen que la estabilidad de este conjunto edificatorio situado en el frente marítimo “no revierte riesgo de colapso”, más allá de algún elemento de madera que pueda desprenderse hacia el interior de las antiguas viviendas de la familia Massó.
Medidas de protección a la espera de las obras
Después de los desprendimientos registrados a finales del año pasado la entonces propietaria del inmueble, Promociones Inmobiliarias O Cuarteirón S.L., adoptó una serie de medidas de seguridad urgentes. Básicamente consistió en la colocación de un vallado provisional para evitar el tránsito peatonal por el frente de ambas fachadas. Los nuevos propietarios avanzan ahora se procederá a la instalación de un andamio con red de protección en todo el perímetro del inmueble para garantizar la seguridad de los viandantes y vehículos en caso de que se registre algún nuevo desprendimiento. Esta estructura permitirá recuperar el tránsito peatonal por la acera de este tramo de la Avenida Montero Ríos. El andamio descrito no afectará a la fachada de las edificaciones y respetará sus elementos “característicos y protegidos, ayudando a su vez a protegerlos”. De esta manera se espera minimizar el “potencial riesgo existente” y garantizar la seguridad en la vía pública mientras los técnicos redactan el proyecto constructivo para este espacio del centro de Bueu. La vivienda del número 115 es la más antigua y está fechada en torno a 1864. La segunda es más reciente y se corresponde con la década de 1920.
