Bomberos y Policía en el desprendimiento de hace unos días. | // G.N.

Los propietarios de las antiguas casas de Massó, en la Avenida Montero Ríos de Bueu, han adoptado las primeras medidas de urgencia para garantizar la seguridad en la vía pública después de los desprendimientos ocurridos hace unos días. La primera acción ha consistido en colocar una serie de vallas de seguridad para evitar el tránsito peatonal por delante de las fachadas. La segunda y más importante está en proceso: se trata de un proyecto para apuntalar la estructura y su vaciado interior. Así se lo han transmitido ya a la Alcaldía del Concello de Bueu y a los técnicos del departamento de Urbanismo, que deben informar luego el proyecto.

Los inmuebles en cuestión están ubicados en los números 115 y 117 de Montero Ríos, muy cerca del Museo Massó, y pertenecen a O Cuarteirón Massó, a su vez propiedad de Frigoríficos del Morrazo. Desde el gobierno local se le transmitió a la propiedad la preocupación por los desprendimientos y el estado de conservación de los edificios. Después del incidente ocurrido hace dos semanas, que requirió la presencia de los Bombeiros do Morrazo para asegurar parte de la estructura exterior, se le solicitó a la propiedad que adoptase “de manera urgente” algún tipo de protección temporal para evitar posibles daños a peatones y vehículos.

Así, en los últimos días se ha procedido a colocar un vallado de seguridad provisional y que impide que los transeúntes puedan pasar por este tramo de la céntrica acera de Montero Ríos.

Sin embargo se trata de una medida provisional, tal como explican desde el Concello. El verdadero problema está en el estado de la estructura interior de estas viviendas, mayoritariamente de madera, que se encuentra en malas condiciones de conservación. La propiedad ha trasladado al consistorio que ha procedido a encargar un proyecto para el vaciado de los inmuebles, que consiste en retirar la estructura interna, y para su apuntalamiento.

Estas edificaciones figuran en el inventario de bienes a conservar del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Bueu, que les atribuye un grado de protección ambiental. Esto significa que cualquier intervención sobre los inmuebles debe respetar y conservar obligatoriamente las fachadas exteriores, que son sus elementos más sobresalientes. El planeamiento recoge en el caso del número 115 las siguientes anotaciones: “Edificio de planta rectangular de gran tamaño, planta térrea y una planta Tiene características formales más avanzadas que la arquitectura popular circundante, muros revocados y cubierta a dos aguas de teja, en la que sobresalen las tres mansardas de gran porte”, Mientras, sobre el número 117 reconoce que su estado de conservación es “malo”. Las características son similares a las de la otra casa: “La fachada principal tiene composición simétrica, sobresaliendo los enrejados de las ventanas y el mirador de hierro del primer piso”.