Portos de Galicia encara el tramo final de la compleja reparación del nuevo dique de abrigo del muelle de bateeiros de A Mosqueira con la ayuda de un barco-grúa y con la participación de buzos, que se encargan de sellar las grietas a través de las que se había producido un vertido de porexpán hace más de una semana.

La grúa, por su parte, se utiliza sobre todo para transportar e instalar las cabezas metálicas de refuerzo que se empezaron a poner este lunes en el borde de cada uno de los módulos de hormigón flotante.

Cada una de estas piezas metálicas tiene un peso de 1.000 kilos y servirán para evitar desperfectos si, como consecuencia de los temporales y el fuerte oleaje, se producen golpes entre los distintos módulos. Y es que desde diciembre el dique ha venido deteriorándose por esta situación, dejando al aire parte del armazón metálico del interior de los módulos. También la unión entre ambos se separó obligando a esta reparación integral.

Operarios, ayer, dando indicaciones a un buzo en el prrimero de los módulos. | // GONZALO NÚÑEZ

Tras más de una década de espera, la instalación de este dique se ejecutó entre marzo y julio, y supuso una inversión de 650.000 euros por parte de Portos de Galicia. Consistió en la construcción de un rompeolas de hormigón de 140 metros mediante siete módulos de 5 metros de ancho por 20 de longitud cada uno de ellos. Se cimentaron mediante líneas de fondeo formadas por una cadena de 40 milímetros. Si bien su funcionamiento amparando a los barcos bateeiros que amarran en A Mosqueira estaba siendo correcto, el sector mejillonero se vio sorprendido por la rapidez de su deterioro al sufrir el fuerte oleaje de la zona.

Este dique flotante fue la solución encontrada tras años de estudios para ampliar el muelle, después de un primer intento fallido hace más de una década, que pretendía ampliar la dársena de A Mosqueira pero fracasó debido a la gran cantidad de lodos que se acumulan en los fondos.

El abrigo es la primera fase de una actuación que deberá continuar a corto plazo con la instalación de un pantalán flotante en forma de “T” que partirá de la mitad del muelle actual, en la lámina de agua interior.