La villa de Cangas se sorprendió de mañana con cientos de personas por las calles del casco urbano, prácticamente como si el estado de alarma se hubiese levantado, solo reflejado en las colas de bancos, supermercados, estancos y fruterías. Por lo demás, parecía un día cualquiera.

La propia Policía Local de Cangas se vio sorprendida el día que había decidido no concentrar los controles en frente del Concello de Cangas. Sorprendía la presencia en la villa de propietarios de viviendas de segunda residencia, muchos de ellos detectados en la plaza de abastos. "Que aquí nos conocemos todos", manifestaba un vecino indignado ante la situación. El gobierno local detectó que desde el principio del confinamiento se detectó una mayor presencia de personas en la villa y en la plaza de abastos los martes y viernes, acostumbrada a que esos días se celebraba el mercadillo, ahora suspendido por el estado de alarma. Este aumento de gente en las calles se explica también como consecuencia de los cuatro días festivos de Semana Santa.

El jefe de la Policía Local de Cangas, Alberto Agulla, manifiesta que va a poner en marcha un operativo no solo a controlar el confinamiento, sino también a detectar las personas que llegaron a Cangas para pasar en su segunda residencia estos días de Semana Santa. Afirma que el jefe de la Policía Local que es muy difícil detectar a esas personas en sus casas, pero sí en la plaza de abastos, cuando acuden a comprar. Así que se establecerá un dispositivo encaminado a identificar a las personas en las inmediaciones de la plaza de abastos y en su interior con el fin de saber si son o no residentes en Cangas. Si descubren que son personas que acuden al municipio a sus segundas residencias serán multadas con 1.500 euros, mínimo y obligadas a regresar a su domicilio habitual para que continúen con el confinamiento. También manifestó que si se detecta reincidencia no solo se denunciarán, sino que habrá detenciones. Se está refiriendo sobre todo a personas que acuden a la Unidad Atención de Drogodependientes (UAD), que proceden de Vigo, Cangas y Moaña, que fueron ya identificados varias veces y con los que hubo ya conflicto.