Hasta siete hectáreas de monte fueron arrasadas por un incendio en el Monte dos Canteiros, en Donón, que comenzó alrededor de las 23,15 horas del sábado y que fue sofocado cuando pasaban ya de las 6.00 horas de la mañana, aunque a las 3.00 horas se logró controlar el fuego. Fue el incendio más grande que se produjo en O Morrazo, donde en verano apenas sí hubo huellas de árboles quemados, muy al contrario de años precedentes. En la extinción del incendio forestal colaboraron Protección Civil de Cangas, Guardia Civil, Policía Local, Bomberos de O Morrazo, dos brigadas de Medio Rural que vinieron de Redondela y Forcarei, así como una motobomba a mayores que llegó desde Pazos de Borbén. En el lugar estaban las dos de Protección Civil y las del Parque de Bomberos, que abastecieron continuamente a las primeras con el fin de asegurar siempre el agua.

Lo abrupto del terreno dificultó especialmente las tareas de extinción, que se saldaron con un herido de Protección Civil de Cangas, que cayó por unas rocas y se lastimó las costillas. El hecho de que no se pudiera utilizar medios aéreos, por ser de noche, también ayudó a que el frente del fuego creciera, si bien nunca puso en peligro casas, ya que éstas quedaban lejos del foco del incendio.

Todo apunta a que este siniestro, que levantó de sus camas a muchos vecinos de Donón, fue intencionado. La hora en la que se produjo y las características de la zona hacen suponer que así fue. Los agentes forestales que investigaban ayer el incendio también apuntaban el hecho de que el siniestro se produjera justo en vísperas de la primera jornada de caza y que fuese en la zona que se pretende incluir en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas.

De momento, la única pista que hay es la llamada al 112 de una persona que alertaba del incendio y que decía que había visto un vehículo que se daba a la fuga. Hasta el incendio es difícil acceder. Se trata de una ladera muy vertical del monte llena de piedras a la que se accede desde la carretera a través de una pequeña y estrecha pista forestal donde ayer se montó todo el operativo.

Los primeros en acudir al incendio fueron los miembros de Protección Civil de Cangas, que tuvieron que pedir permiso a la Guardia Civil para romper el cierre de una finca privada con el fin de acceder mejor al fuego y atacarlo mejor. El hecho de que al llegar este equipo las llamas estuviera también en la finca privada hizo desconfiar al principio de que pudiese ser una que controlada que se había escapado, pero ayer esta incidencia parecía prácticamente descartada.

La principal dificultad que tuvieron los miembros del operativo para sofocar el fuego fue la línea de media tensión que atraviesa el monte. Unión Fenosa había realizado tareas de desbroce debajo de la misma, pero no había retirado los restos, lo que, según Protección Civil, hizo que el fuego corriera mucho más.

La concejala de Seguridade y la alcaldesa de Cangas, María José Vilas y Clara Millán, respectivamente, estuvieron puntualmente informadas de todas las tareas que se realizaba. Ambas destacaron la labor de los miembros de Protección Civil. Clara Millán instaba a la Xunta a se más cauta a la hora de dar permisos de quema con el tiempo actual.