El actual embajador de Estados Unidos en Ucrania, William Taylor, declaró ayer ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes que el mayor interés que el presidente Trump tenía respecto a Ucrania eran "las investigaciones" al exvicepresidente Joe Biden, el principal precandidato demócrata para las elecciones de 2020.

Taylor hizo estas declaraciones en la primera jornada de audiencias públicas, televisadas a toda la nación, de testigos llamados por la Cámara para decidir si finalmente debe abrirse un juicio político de destitución a Trump. La causa del juicio serían las presiones al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para que investigase a Biden. Trump llegó, según testimonios ya presentados a puerta cerrada por Taylor ante la Comisión, a condicionar una ayuda militar de 400 millones de dólares a Ucrania y una entrevista con Zelenski en la Casa Blanca a la apertura de investigaciones sobre Biden.

Las audiencias televisadas han generado una enorme expectación mediática dentro y fuera de EE UU, ya que son las primeras de este cariz en más de 20 años, desde las del proceso de "impeachment" de 1998-1999 contra el expresidente Bill Clinton por su relación con una becaria de la Casa Blanca.

Durante su declaración, calificada de "demoledora" por los medios de comunicación locales, el presidente de la Comisión, Adam Schiff, preguntó a Taylor si, como parecía deducirse de sus afirmaciones, Trump estaba más interesado en la eventual investigación a Biden que en la política exterior respecto a Ucrania. "Sí, señor", respondió.

La otra declaración de la sesión de ayer fue la del responsable de las relaciones con Ucrania en el departamento de Estado, George Kent. El diplomático denunció que "parecía haber dos canales para la política exterior de EE UU (hacia Ucrania), uno regular y otro altamente irregular". El segundo canal estaría en manos de Trump y su círculo cercano: su abogado personal Rudy Giuliani; su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney; el secretario de Energía, Rick Perry; el embajador ante la UE, Gordon Sondland; y el ex enviado especial para Ucrania Kurt Volker.

"No creo que EE UU deba pedir a otros países que se impliquen en investigaciones selectivas y políticamente motivadas contra opositores a quienes están en el poder, porque tales acciones socavan el Estado de Derecho", consideró Kent al ser preguntado sobre las declaraciones de Taylor.

Con las audiencias públicas iniciadas ayer, cuya duración no ha sido todavía determinada, se cerrará la fase de investigaciones previas, que desembocará en una votación de los Representantes sobre la apertura del juicio político. Se espera que la votación sea favorable a abrir el procedimiento, dada la mayoría demócrata. Sin embargo, el juicio, que se desarrollará en el Senado y se prevé para enero o febrero, debería ser favorable a Trump, pues su destitución, que carecería de precedentes, requeriría el voto favorable de dos tercios de los senadores y los republicanos tienen mayoría en el Senado.

El juicio podría agitar el proceso previo a las presidenciales, pues las primarias comienzan en febrero en Iowa y Nuevo Hampshire. Mañana, viernes, testificará Marie Yovanovitch, que hasta mayo fue la embajadora de EE UU en Ucrania y supuestamente fue depuesta por presiones de Trump.