El IEO ensaya nuevas formas de pesca en el arrastre para reducir capturas accidentales

El proyecto desarrollado con el Ministerio de Agricultura usa sistemas de observación electrónica e inteligencia artificial a bordo del “Miguel Oliver” en aguas gallegas

Redes del arrastre en la observación del IEO. |   // CEDIDA

Redes del arrastre en la observación del IEO. | // CEDIDA / j. pérez

Julio Pérez

Julio Pérez

La decisión de la Comisión Europea del veto a faenar a más de 400 metros de profundidad en 87 zonas del Atlántico desde el Golfo de Cádiz a Gran Sol se acerca a su primer año en vigor con la alargada sombra de nuevos posibles cerrojazos para la flota del arrastre de Galicia por la intención de Bruselas de aplicar esa misma medida en los ecosistemas más degradados.

“En la actualidad, las zonas marinas protegidas (ZMP) solo comprenden el 12% de los mares de la UE, y no todas ellas se gestionan de manera eficaz. Menos del 1 % están estrictamente protegidas, lo que resulta insuficiente para hacer frente a la pérdida generalizada de biodiversidad y a los efectos del cambio climático”, esboza en su Plan de acción para proteger y restaurar los ecosistemas marinos en pro de una pesca sostenible y resiliente, incluido en el Pacto Verde Europeo. La ausencia de informes actuales sobre la situación de esas zonas ya prohibidas y la falta de un balance de impacto económico provocaron la ira del sector y del Gobierno de España, que ha abierto un contencioso en el Tribunal de Justicia de la UE.

Con ese telón de fondo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Instituto Español de Oceanografía (IEO) están realizando desde principios de este mes una campaña de investigación destinada a hacer del arrastre un arte más sostenible. El proyecto Descarsel0923 se desarrolla en zonas del caladero Cantábrico-Noroeste, donde se realizan pescas experimentales probando dispositivos de exclusión de cetáceos.

Gran Hermano

A bordo del buque oceanográfico Miguel Oliver, el equipo científico liderado por Xulio Valeiras, investigador del IEO de Vigo, testa sistemas de observación electrónica e inteligencia artificial para “obtener información técnica sobre diferentes configuraciones de red y estrategias de pesca, así como de métodos que faciliten el escape de las capturas accidentales de especies protegidas”. “Además –destacan–, estos dispositivos permitirán la caracterización automática de especies descartadas y estudiar su supervivencia, especialmente de rayas y tiburones”.

Las cámaras submarinas funcionan como un Gran Hermano bajo las aguas para ver cómo funcionan las artes de pesca y cómo se comportan también con ellas las especies en diferentes profundidades. “La monitorización total y control de operaciones de pesca con los sistemas de sensores del buque oceanográfico nos permite obtener información completa y trabajar en condiciones controladas y más adecuadas a los objetivos que en un barco comercial”, detalla Valeiras. “Los resultados de esta campaña servirán para ampliar el conocimiento de la selectividad pesquera de los dispositivos testados –añade– e introducir mejoras y modificaciones que permitan avanzar en las estrategias de reducción de descartes en las pesquerías objeto de estudio”.

La campaña está cofinanciada por la UE a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa) dentro del Programa Nacional de recopilación, gestión y uso de datos del sector pesquero “y el apoyo al asesoramiento científico en relación con la política pesquera común”. “Solo conociendo mejor nuestros mares se puede apostar por la protección y la gestión sostenible de recursos”, asegura Isabel Artime, secretaria general de pesca, en los comunicados sobre el proyecto del ministerio y el IEO.

Suscríbete para seguir leyendo