Los científicos aconsejan a Bruselas un aumento de las vedas a la pesca de fondo

La revisión del ICES recoge cinco escenarios para clausurar entre 102 y 115 caladeros | Especifica que es solo para el arrastre y afina las áreas con ecosistemas vulnerables

Un arrastrero de Gran Sol amarrado
en el puerto de O Berbés.  // A. A.

Un arrastrero de Gran Sol amarrado en el puerto de O Berbés. // A. A. / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La esperada revisión de los científicos sobre la presencia ecosistemas marinos vulnerables (VME, en inglés) en fondos de aguas comunitarias que van desde los 400 a los 800 metros se publicó, al fin, ayer. Tras los retrasos acumulados, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) subió a su web la recomendación sobre la que la Comisión Europea evaluará el reglamento de ejecución que fijó el cierre de 87 caladeros el pasado 9 de octubre. Una normativa que afectó de pleno y sin distinción a toda la flota que realiza pesca de fondo, es decir, a los artes móviles (arrastre) y a los estáticos (palangre, enmalle de fondo o nasas), pese a que de estos últimos no había ni un solo dato y tampoco se había realizado un estudio de impacto socioeconómico. El nuevo informe sigue la línea del primero, estableciendo varios escenarios posibles, aunque ya en su resumen recoge la principal conclusión: en base a los nuevos datos analizados sobre la presencia o probable presencia de VME, el ICES propone aumentar los cierres a una cifra de entre 102 y 115 polígonos. Un incremento que se nota, principalmente, en la costa ibérica y el Golfo de Vizcaya, donde la superficie total identificada como polígono de protección de estos ecosistemas crece entre el 49% y el 62%.

La nueva recomendación estaba prevista ya para finales del pasado año, pero fue retrasada por la necesidad de tiempo por parte de los científicos para concluirlo. En este sentido, el análisis responde tanto a la revisión anual prometida por Bruselas como a la llegada de “información nueva y actualizada” sobre la actividad pesquera y sobre las “zonas en las que se sabe que existen VME o es probable que existan”. En el primer caso, los científicos hacen énfasis en que solo han podido trabajar de nuevo con los datos de la flota arrastrera, mientras que en el segundo han incorporado los datos trasladados por los países en base a sus investigaciones en los fondos marinos, en especial por parte de España.

Cambios

Con estos mimbres, los cinco escenarios propuestos por el ICES (cuatro revisados del dictamen anterior y uno nuevo) señalan un número total de los polígonos de protección de VME que oscilan entre 102 y 115, lo que supone un área que va desde los 9.752 a los 14.885 kilómetros cuadrados. En relación con los polémicos cierres decretados el pasado 9 de octubre por la Comisión, los escenarios propuestos ahora “dan lugar a un aumento del 15-17%” en la superficie total identificada como polígono de protección para aguas de Gran Sol y a “un aumento del 49-62% en la ecorregión del Golfo de Vizcaya y la costa ibérica”.

Reconocen que el palangre “tiene un impacto menor” en el fondo marino

“Los cambios en los polígonos VME en relación con el dictamen anterior incluyen adiciones, ampliaciones y reducciones en el número, tamaño y forma de los polígonos”, apunta el advice del ICES.

De esta forma, y como se esperaba el sector, el número de caladeros vedados no se reducirá e incluso incrementarán en zonas como la costa ibérica. Solo en aguas gallegas, de las 6 zonas vedadas entonces, los cinco escenarios elevan los vetos a la pesca de fondo entre 9 y 14 polígonos. Al contrario sucede en Golfo de Cádiz, donde se han tenido en cuenta los errores de batimetría que obligaron a Bruselas a aclarar que de las 87 zonas realmente solo estaban afectados 41 de ellos al tener profundidades de 0 a los 400 metros.

En Gran Sol, la principal variación está en un gran polígono situado al norte del banco de Porcupine o “pequeñas contracciones y algunas adiciones y extensiones de polígonos” tanto en el norte como el sur del caladero.

Además, el ICES aconseja que, una vez que se haya cerrado una zona para la protección de VME, “dicha zona permanezca protegida hasta que se disponga de pruebas fiables de la ausencia de VME y/o se pueda gestionar la pesca de fondo” para evitar impacto sobre ellos.

Palangre

Un matiz importante incorporado por los científicos se encuentra en el apartado de “sugerencias”. Además de reiterar que “existen importantes diferencias regionales y zonales en la cantidad y calidad” de los datos sobre el esfuerzo pesquero y los VME, el ICES recuerda que “en la actualidad, la pesca con artes fijos no se incluye en los escenarios de evaluación”, es decir, el palangre de fondo no está incluido en la recomendación ya que “falta información sobre la localización de los pequeños barcos que faenan con artes fijos e información sobre el esfuerzo, como el tiempo de calado, la longitud del arte, el número de anzuelos o nasas, la longitud de las redes, etc.”.

Junto a ello, los expertos señalan que “las pruebas disponibles sugieren que los artes fijos tienen un impacto menor en la integridad del fondo marino en comparación con la pesca de arrastre de fondo”. “Se necesitan más investigaciones para comprender el riesgo de que la pesca con artes fijos tenga efectos adversos significativos en los ecosistemas marinos vulnerables”, zanja el ICES.

González-Irusta, del IEO: “La buena noticia sería que esto no se aplique a artes estáticas”

Si hay un científico en España que sepa valorar lo que supone el dictamen publicado ayer por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) ese es José Manuel González-Irusta. Este experto del centro del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Santanter participó en el proceso de elaboración de la recomendación sobre los ecosistemas marinos vulnerables (VME) y, a su juicio, las conclusiones no pueden ser calificadas como positivas para el sector pesquero. “No diría que es bueno para la flota”, explica, “lo que sería una buena noticia es que esto no se aplique a las artes estáticas”.

González-Irusta, que el pasado diciembre participó en Vigo en la primera jornada técnica organizada por la asociación de organizaciones de productores Pesca España, explica que “la metodología para generar los polígonos es la misma” que en la primera evaluación, pero las diferencias apreciadas radican en que “ahora se han excluido los VME que estaban fuera del ámbito de la directiva, que va de 400 a 800 metros” de profundidad.

A su juicio, “si algo cambia lo hace a peor”, en el sentido de que hay muchas más áreas que podrán ser cerradas a la pesca de fondo. “Hay un montón de polígonos en el norte de España que antes no estaban”, ejemplifica, “y se han quitado polígonos que era un error que estuvieran”. “Es más importante donde se cierran las zonas que el número de zonas en sí, pero no sabemos qué va a decidir la Comisión”, resume.

Para González-Irusta, lo principal sería que el palangre de fondo quedase excluido, ya que los científicos solo se basaron en el arrastre. “Queda por ver si en base a eso la Comisión Europea decide usar los escenarios solo para artes móviles o mantiene la misma postura que hasta ahora y lo extiende también al palangre”, indica.

El sector cree que “el ICES ha sido justo con este trabajo”

La primera reacción por parte del sector pesquero al dictamen publicado por los científicos fue la realizada por la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA). Su presidente, el vigués Iván López, cree que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) “ha sido justo con este trabajo” y que la Comisión Europea “no puede ignorar” que sólo hace referencia a la pesca de arrastre y que no debería afectar al palangre de fondo.

Para López, el modelo empleado por los científicos “no es malo para el arrastre si se hace bien” y que “lo que falta es que se haga algo con el palangre”. De hecho, explica que los comentarios en el informe sobre los artes estáticos “va a hacer muy difícil a la Comisión Europea no hacer caso” a que esta flota no debe verse afectada, como defiende tanto España como el propio sector.

De hecho, para el presidente de la EBFA el estudio “abre la puerta las revisiones” de los cierres y “puede ser un espaldarazo” para los recursos presentados por el Gobierno y por los armadores de la organización de productores de Burela, que cuenta con la Xunta como parte coadyuvante.

Por otro lado, el vigués también recuerda que “ahora empieza el trabajo del Stecf”, el Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca que tiene ahora que hacer un análisis socioeconómico de lo que supondrá el escenario finalmente elegido por Bruselas para establecer las nuevas vedas. “Hay que ver qué papel juegan”, precisa.

Está previsto que la próxima semana haya una reunión entre ICES, sector afectado y Comisión Europea para ver “cómo aterrizar” estas recomendaciones.

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1 Más polígonos a cerrar

Los cinco escenarios propuestos recogen cierres que van de los 102 a los 115 polígonos en los que hay ecosistemas marinos vulnerables o en los que es probable que haya.

2 Incidencia en la costa ibérica

La superficie total identificada crece del orden del 15-17% en Gran Sol y del 49-62% en la costa ibérica y el Golfo de Vizcaya.

3 Sin rastro del palangre

El ICES clarifica que los cierres se establecen analizando solamente la actividad del arrastre y no del palangre.

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