El veto europeo a la pesca de fondo se cobra los primeros titulados que dejan el palangre

La bajada de la facturación y las capturas, especialmente de merluza, impulsa a patrones o jefes de máquinas a irse a otras flotas donde creen que van a faenar y ganar más

El “Aveneira”, palangrero de fondo construido por Armón en 2018, que trabaja en Gran Sol.  / ARMÓN

El “Aveneira”, palangrero de fondo construido por Armón en 2018, que trabaja en Gran Sol. / ARMÓN / jorge garnelo

Hace ayer 25 domingos del pasado 9 de octubre y las perspectivas son cuanto menos desfavorables para Galicia. A dos semanas de que se cumpla medio año de la entrada en vigor del Reglamento de Ejecución (UE) 2022/1614 de la Comisión Europea (CE) de 15 de septiembre de 2022, el impacto de la política “antojadiza” e “incongruente” que sella Bruselas se nota en las capturas de palangreros de fondo como los que faenan en aguas de Gran Sol, muchos de ellos con base en Lugo, pero también en su tripulación... Algunos profesionales ya han abandonado este arte, sobre todo titulados que trabajan en salas de máquinas o puentes de mandos. Se han ido a otras donde creen que van a cobrar más porque van a pescar más, después de registrar disminuciones siderales como la ya “consolidada” en la merluza de pincho, principal sustento en el norte gallego y cuyo volumen se ha visto reducido en un tercio respecto al cosechado antes de la polémica norma.

Así puede extraerse de los datos más recientes de la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela, que ha estudiado el efecto de las restricciones impulsadas por el comisario Virginijus Sinkevicius. Tras 150 jornadas de análisis, “los resultados se conocerán a lo largo de los próximos días”, dice su gerente, Sergio López, si bien señala que hasta la fecha la tendencia descendente se ha mantenido y las sucesivas actualizaciones no han arrojado cambios significativos en el balance productivo de sus buques.

En términos generales, la caída de las capturas desde la aplicación del veto a la pesca de fondo –que afecta a 87 caladeros del Océano Atlántico– se cifra en torno al 30%. Se ceba principalmente con la merluza –que en 2021 suponía el 78% de los kilos y el 85% de los ingresos del palangre– aunque también se deje notar en otras especies como la maruca, la cabra, la palometa roja o la bertorella.

“Nuestros barcos están muy especializados, cosa que es buena, pero el efecto vedas ha provocado que el impacto haya sido mayor”, apunta el responsable de la OPP-7: “Cuando hay un barco que es polivalente, si le cierran una pesquería puede faenar en otra. Pero cuando tienes una especialización tan grande, y resulta que te prohíben ir a las zonas donde mayoritariamente trabajas, el impacto es mayor”.

“Hay barcos que han parado por problemas de tripulación”

Sergio López

— Gerente de la OPP-7 Burela

A menos kilos, menor volumen de facturación; y a menor facturación, un efecto socioeconómico evidente. Las tripulaciones, aunque cobran una parte de su salario en fijo, perciben otra variable –en función de las capturas–, y algunos profesionales –especialmente aquellos que gozan de alta formación– se están fugando a otras embarcaciones en las que consideran que pueden ganar un mejor sueldo.

“Hay barcos que han tenido que parar por problemas de tripulación”, explica López, aún destacando que por ahora no es una tónica que se esté dando en toda la flota palangrera: “En otros momentos ya ha pasado, pero es más fácil que pase ahora. Una cosa va enlazada con la otra, pero no podemos decir que actualmente sea un efecto mayoritario”.

Uno de los últimos “gransoleros” fabricados en Galicia.

Uno de los últimos “gransoleros” fabricados en Galicia. / 3MI Grupo

Preparados para responder

De cara a los próximos meses, también estarán pendientes de la posible respuesta de Bruselas al recurso que han presentado. “Sabemos que se ha dado traslado a la Comisión y que está trabajando jurídicamente para oponerse a nuestra demanda. Nosotros estamos preparados y estamos preparando argumentos para contrarrestar esa posible ofensiva judicial. Ya contamos con ella”, sentencia.

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A pocos días de pronunciarse respecto al veto a la pesca de fondo de Bruselas también está la Xunta, que “ultima” los trámites para participar como parte coadyuvante en el recurso presentado por la Organización de Productores Pesqueros de Burela (OPP-7). En declaraciones a FARO, asegura que la Consellería do Mar y el bufete de abogados J&A Garrigues “están a manter un contacto intenso nas últimas semanas co obxectivo de recompilar os mellores argumentos e fundamentar de xeito sólido a acción do Executivo galego ante a Xustiza europea”.

La prioridad para el Gobierno autonómico pasa por defender los intereses de la flota de Galicia ante lo que considera un ataque “totalmente arbitrario e inxustificado” de la Comisión Europea. Todo ello “con incongruencias como o feito de que unha das artes máis selectivas que existen, o palangre de fondo, sexa un dos máis prexudicados por esta prohibición”.

En este sentido, la Xunta resalta que estas vedas ya han traído consigo “importantes cambios na operativa da frota galega” y “poden causar danos irreparables”. Entre ellos destacan “a perda de buques”, como consecuencia de la expulsión de parte de los barcos que antes faenaban en las zonas restringidas y de la mayor concentración de embarcaciones en los caladeros alternativos.

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