La flota pesquera gallega tiene, como ya es costumbre, un nuevo frente en el que luchar. Y una vez más, el problema llega esta vez desde dentro. En medio de la vital negociación en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para poner coto a los subsidios para la pesca, incluyendo la bonificación al gasóleo que emplean los barcos, la Comisión Europea acaba de publicar una estrategia que rompe los esquemas del sector.
Bruselas publicó un paquete de propuestas en el marco del llamado European Green Deal, con el que busca frenar el cambio climático. Entre ellas, la CE incluye cambios en la Directiva de Impuestos Energéticos (ETD, en inglés) que afectaría al diésel que emplea la flota, que aumentaría su precio un mínimo de 3 céntimos el litro.
El extenso texto recoge la necesidad de alinear la fiscalidad de los “productos energéticos” con las políticas que buscan frenar la degradación ambiental. Para ello, se eliminan exenciones y tipos reducidos como los que actualmente ayudan a la flota a hacer rentable la actividad, además de promover el uso de energías más limpias.
La propuesta, en la que la pesca está incluida (además del transporte marítimo o la aviación), funciona estableciendo un umbral mínimo que todos los Estados miembros tendrían que respetar y, en caso de que así lo deseen, aumentar. Según cálculos realizados por la patronal pesquera comunitaria Europêche, el incremento real del precio por litro de combustible como consecuencia del nuevo sistema propuesto será de al menos esos 3 céntimos el litro.
¿Qué supone esto? Pues que un buque arrastrero con un depósito de combustible de 300.000 litros tendría que pagar 10.500 euros más por llenar el depósito. Eso si el país en el que está abanderado no decide incrementar ese mínimo marcado en la ETD.
De igual forma, la CE propone una moratoria fiscal durante una década para aquellos que decidan usar biocombustibles sostenibles y biogás, combustibles de baja emisión de carbono, combustibles renovables de origen no biológico o electricidad.
Además, en el paquete de medidas también figura (como recoge en otras directrices) la necesidad de expandir la producción de energía renovable. En este caso, los cambios afectan a la llamada Directiva de Energías Renovables. La apuesta es la de que el 40% de la energía comunitaria llegue de fuentes renovables para 2030, lo que desde el sector entienden como una medida para expandir la eólica marina.
Situación con la OMC
La postura elaborada por Bruselas deja una pregunta en el aire. ¿Qué pasará si la OMC decide no retirar la bonificación al diésel y la UE finalmente aplica esta medida dentro de la ETD? La flota pesquera comunitaria tendría, como ya sucedió con otras normas, más dificultades que los buques de otros países.
De hecho, esta postura de la CE choca con la mantenida en el seno de la OMC, que esta semana avanzó tímidamente en su intento de acabar con las subvenciones en la pesca. Hasta ahora Bruselas defendía los regímenes de desgravación fiscal de los combustibles para su flota pesquera ¿Cambiará su postura ante la OMC en la recta final de las negociaciones? En el sector hay nervios.
