La crisis demográfica y la pérdida de flota pesquera que atraviesa Galicia en los últimos años dejan huella en las cifras de empleo en la pesca. El sector, uno de los pilares de la actividad económica en el litoral gallego, perdió una sexta parte de sus trabajadores en la última década y ve debilitado su liderazgo en materia de empleo en el conjunto estatal. La Seguridad Social contabiliza ahora un total de 21.500 trabajadores en el Régimen Especial del Mar, en el que se incluyen marineros, mariscadoras o rederas -las mujeres suponen el 23,7% del total de afiliadas-. Ninguna otra comunidad da alcance a estas cifras pese al recorte de distancias que se viene produciendo en los últimos años que han reducido la cifra desde los 25.779 trabajadores que se registraban en 2008.
Galicia aporta ahora el 31,2% de la plantilla pesquera del conjunto de España, cuando hace apenas una década representaba el 35,4% del total. La presión por las bajas cuotas y la falta de relevo reducen a mínimos históricos el peso de Galicia en empleo pesquero y su espacio lo ganan, sobre todo la Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias, que se desmarcan de la pérdida de empleo en el conjunto estatal (3.876 menos en una década) y crean 1.226, 865 y 339 puestos en el sector en la última década. Algo que permite a la primera contar con 7.027 trabajadores (un 10,2% del total), acercándose no solo a Galicia sino también a Andalucía (14,4% del total) y Cataluña (10,9%).
Además de la pérdida de trabajadores, el sector también atraviesa su particular invierno demográfico. El problema de relevo del que advierte la flota se plasma en que solo 1.963 de sus 21.500 trabajadores en activo tiene menos de 30 años, tras reducirse su número prácticamente en casi un tercio respecto a un 2008 en el que se contabilizaban 2.789.
De hecho, el sector tiene ya el doble de trabajadores de más de 55 años (3.833) que de veinteañeros. Esta situación no resulta tan extraña para otro tipo de actividades, pero sí para un sector pesquero en el que, por la dureza del trabajo, los trabajadores pueden echar mano de los llamados coeficientes reductores que permiten adelantar su jubilación una cantidad de años variable sin sufrir penalizaciones.
