Entrevista | Manuel Reigosa Roger Rector de la Universidade de Vigo

“El campus tiene menos grados de los que debería y aspiramos, por lo menos, a uno nuevo tecnológico”

“El Vigo Quantum ya está dando muy buenos resultados y queremos ampliarlo con un centro de computación cuántica”

Sandra Penelas

Sandra Penelas

En el ecuador de su segundo y último mandato, Reigosa espera conseguir, al menos, tres nuevos grados para los respectivos campus de la UVigo y ver, por fin, las primeras grúas en la ETEA. Con un equipo recientemente remodelado, el rector hará énfasis en esta recta final de su paso por el gobierno universitario en uno de sus principales objetivos, potenciar la captación de estudiantes e investigadores foráneos.

–¿Se estrenará el próximo curso el grado dual en Automoción?   

–Sí, se han solventado los obstáculos burocráticos y estará dentro de la oferta. Es un grado negociado con Stellantis, CTAG y Ceaga y siempre pensamos que lo lógico era que todos los alumnos tuviesen garantizada una plaza en la dualidad, que puedan estudiar en el sector, que es su especificidad. También se impartirán los PARS (Programas Académicos de Recorridos Sucesivos), que permiten que un estudiante pueda empezar a estudiar un máster en titulaciones tecnológicas antes de acabar por completo. Muchas de ellas son complejas y así podrán acelerar un poco el proceso.

–También se estrenan seis másteres, entre ellos, Criminología, unos estudios muy demandados, o con un carácter estratégico para Galicia como el de Biofabricación de Tejidos. La matrícula del curso pasado fue la mejor en varios años, ¿qué expectativas manejan ahora para grados y másteres?  

–Estamos tranquilos y contamos con tener de nuevo cerca del 100% de matrícula en el grado y una cantidad razonable en el máster. En su día, apostamos por poner en marcha los másteres del grupo Galicia 2030, que son estratégicos para la comunidad. Hay estudios previos que indican que pueden tener un recorrido profesional y son apuestas que en principio suenan muy bien.

–¿Qué nuevas carreras solicitará la UVigo cuando se abra el mapa?   

–La negociación se ha ido retrasando por motivos electorales pero tampoco es algo que sea especialmente urgente porque el sistema universitario gallego está acogiendo a prácticamente todos los estudiantes. La oferta ya es muy completa y el catálogo de títulos que no existen aquí es relativamente reducido y muchas de esas titulaciones tienen alternativas. Además, los datos de estudiantes gallegos que se van fuera son bastante pequeños.

En principio, la idea sería completar ese mapa con opciones complementarias a las que ya existen y con un cariño especial por las especializaciones: Campus Auga de Ourense, Campus Crea de Pontevedra y Vigo Tecnológico. Todavía no hemos tenido una reunión en la que cada universidad diga qué quiere, pero yo aspiro a tener, como mínimo, un nuevo grado por campus. Y pienso que el de Vigo tiene menos de los que debería por su población. La oferta es inferior a la de A Coruña y Santiago, en parte, porque nuestra universidad tiene tres campus en vez de dos y los repartos buscan fortalecer a todos. Hace mucho tiempo que no tenemos en Vigo nuevas titulaciones y aspiramos, por lo menos, a un nuevo grado tecnológico.

Estoy seguro de que negociaremos y que el nuevo mapa será por consenso entre las tres universidades y la Xunta. Como también esta abierta la posibilidad de compartir titulaciones, pues si hay alguna especialmente querida no habrá problemas en compartirla como ya hemos hecho con Inteligencia Artificial o Relaciones Internacionales.   

–¿Podría crearse alguna carrera relacionada con la planta de chips fotónicos Sparc o el Vigo Quantum Communication Center (VQCC)? Ambas iniciativas necesitarán investigadores y trabajadores altamente cualificados en el futuro.  

–Se están creando másteres muy importantes y de carácter interuniversitario en los que también participarán otras instituciones. Todavía es un poco pronto para los grados, pero también pueden estar dentro de la baraja cuando empecemos a dar cartas. Lo que sí es cierto es que ambas apuestas pueden colocar a la UVigo, al centro atlanTTic y a los laboratorios relacionados con la investigación cuántica en un punto muy interesante. Y ya empezamos a ser vistos internacionalmente como un referente.

Entrevista a Manuel Reigosa, rector de la UVigo

Manuel Reigosa, en el edificio Egeria, sede del Rectorado. / Marta G. Brea

–El VQCC ya ha empezado a funcionar con investigadores internacionales en otra ubicación distinta a la prevista en López Mora.   

–Está en el edificio Altia, a la entrada del campus, porque había que comprar equipamientos y los laboratorios ya están funcionando. La captación de talento internacional salió muy bien y son grupos muy potentes que ya están dando muy buenos resultados. Allí estarán muy bien los próximos años y ahora queremos ampliarlo con un centro de computación cuántica y juntar más talento. En nuestra programación del campus también está prevista la construcción de un nuevo edificio de investigación en tecnologías TIC al lado de la Escuela de Telecomunicaciones y que albergaría al centro atlanTTic, que es un referente internacional y uno de los activos más potentes que tenemos en la UVigo para atraer talento y fondos. Será una decisión del próximo equipo rectoral porque no se empezará a construir en este mandato, pero el futuro de la institución lo va a demandar. Y obviamente los grupos de comunicación y computación cuántica formarían parte. Son grandes laboratorios con su propio carácter y liderazgo, pero todos pueden sacar ventajas del trabajo conjunto. 

–Hablaba antes del equilibrio entre los campus a la hora de implantar nuevas titulaciones y la creación de la futura Facultad de Enfermería, aunque desde el principio se ha dicho que la dirección será rotatoria, ha generado reticencias.   

–Hay un preacuerdo que estábamos a punto de firmar los tres rectores y las consellerías de Educación y Sanidade para implantar un mismo modelo de facultad única. Lo nuestro es más complejo porque tenemos que crearla e incorporar a más centros adscritos. Siempre planteamos que era una titulación lógicamente única pero que se iba a impartir en los tres campus en pie de igualdad. No sé muy bien por qué surgen dudas al respecto, incluso ahora tenemos títulos interuniversitarios que funcionan genial y se imparten en varios campus de Galicia.

“Habrá una solución para incorporar a los profesores de las escuelas de Enfermería”

–¿Quizá porque Ourense y Pontevedra no se sienten en igualdad de condiciones dentro de la UVigo?   

–Lo que sí entiendo es que haya inquietud e incertidumbre porque todo el procedimiento de desascripción y de entrada en el cuadro de personal de la Universidad es complejo y no hay un 100% de garantías. No podemos coger a todas las personas que están en una escuela adscrita e, independientemente de su titulación y acreditación, colocarlas en una situación idéntica a la que ahora mismo tienen. Pero los convenios de desascripción que maneja la consellería nos proveen de herramientas. Hay muchas figuras para incorporar profesorado y para cada situación habrá una solución.

–Los alumnos de Vigo tienen que desplazarse ahora mismo entre el Meixoeiro y Económicas, ¿habrá una alternativa para ellos?   

–Hemos pedido una reunión con el nuevo conselleiro de Sanidade y esperamos que, cuando la tengamos, podamos darle el visto bueno al acuerdo que ya había y al proceso de desascripción para dar el siguiente paso. La UVigo tiene capacidad y aulas para impartir la titulación completa. Pero, si somos de mirada larga, podemos buscar soluciones mejores e incluso habilitar espacios de forma conjunta con la consellería porque existen.

–Hace poco más de un mes remodeló su gobierno, suprimiendo un vicerrectorado y recuperando a un histórico como José Cidrás para el de Planificación.   

–Con vistas a los dos años que quedan tenemos cosas previstas que hay que acelerar e hicimos una remodelación con mi máximo agradecimiento a las personas que dejan el equipo, que hicieron un trabajo excepcional. Estoy muy satisfecho del rumbo que está cogiendo el equipo y espero que estos dos años los aprovechemos al máximo. Pensé en Cidrás porque trabajé con él en el equipo de Alberto Gago y tiene un conocimiento profundo. Será un puntal para el actual equipo.

–Y usted asume más competencias.

–La Unidade de Igualdade ya dependía directamente del rector y lo que hemos hecho es adelantarnos un poco a los nuevos estatutos, de los que hay avanzado un primer borrador, y crear una Unidade de Diversidade, que también figuraba en el programa de gobierno. Ahora mismo estamos buscando a la persona que la va a dirigir. Estos temas, que antes estaban en Benestar, Equidade e Diversidade, pasan a depender del rector y otros, del Vicerrectorado de Extensión. Desde su primera responsable, la Unidade de Igualdade lo ha hecho fantástico y ya somos considerados un referente dentro de la universidad española. Y aspiro a que, dentro de diez años, también lo seamos en inclusión a todos los niveles.

–Tras el cierre del servicio en noviembre, los usuarios del gabinete psicopedagógico denunciaron la falta de atención durante meses. ¿Cuál es la situación actual?

–En este momento, tenemos un convenio temporal con el Colegio Oficial de Psicólogos que estamos viendo si renovarlo durante un año porque la idea es, como indica la LOSU, poner en marcha un servicio de atención integral para toda la comunidad universitaria, no solo para los estudiantes. Y debe hacerse en colaboración con la comunidad autónoma. Me comunicaron que tres personas no estaban siendo atendidas, pero no me llegó ninguna noticia después al respecto, por lo que entiendo que todo el mundo recibió la atención correspondiente.

–La UVigo es la séptima universidad más envejecida de España, ¿cómo se prepara para la oleada de jubilaciones?

–Estamos en una muy buena línea. En parte, porque durante todo el tiempo que hubo congelación de plazas mucha gente continuó carreras académicas y es relativamente fácil atraerlos de nuevo a Galicia. Y luego porque ya tomamos dos medidas en el anterior mandato, que ahora se intensifican, relacionadas con la contratación de plazas de ayudante doctor y cómo se computa la docencia. Y, al mismo tiempo, el personal que cumple 67 años, aunque aún no esté jubilado, ya se reconoce como tal a la hora de sacar plazas. Nos comprometimos a crear 120 de ayudante doctor durante el mandato y estamos en la línea, con 30 cada año, que es un ritmo adecuado. Y también vamos a utilizar por completo el Plan Integra del ministerio. Al mismo tiempo, es muy importante captar talento y estamos teniendo más éxito que nunca en la convocatoria Ramón y Cajal, con 12-13 investigadores cada año. Y, dentro del programa ATRAE, tenemos uno de los 13 profesionales captados por universidades españolas, el catedrático Carlos García de Leaniz. Se empieza a visibilizar a la UVigo como un lugar atractivo en el que se puede desarrollar una carrera de primer nivel.

–En agosto se publica el ranking de Shanghái, ¿subirá la UVigo al tramo de las 500 mejores?

–Probablemente, no solo no subamos sino que puede ocurrir que bajemos porque en algunos epígrafes no hemos tenido tan buena cosecha y todas las universidades se están moviendo. Pero en la base fundamental, las publicaciones y el impacto que tienen, seguimos creciendo. Y también en colaboración internacional. Si hay una pequeña bajada será temporal, pero la tendencia global en los rankings más importantes como QS sigue siendo buena. 

“Es probable que bajemos en el ranking de Shanghái pero la tendencia sigue siendo buena”

–La nueva Ley de Ciencia y la reforma laboral han dado lugar a varias sentencias contra la Universidad por encadenar contratos laborales.

–Pensamos que, aunque sea en mandatos anteriores, las cosas se han hecho con absoluto respeto a la legalidad. Nos acomodamos al cambio, como no podía ser de otra manera, y la mayor parte de los contratos de investigación que se hacen ya son indefinidos. Pero tenemos alguna sentencia desfavorable. En algún caso, diría que muy curiosa porque nos obligan a readmitir a una persona que ya está trabajando con nosotros. Pero tenemos el máximo respeto y estamos trabajando para un futuro sostenible porque las necesidades de personal crecen, sobre todo, en los ámbitos de la investigación y la internacionalización, que son los que nos permitirán dentro de 20 años ser reconocidos como una institución de primera por el resto de universidades europeas.

–La internacionalización es precisamente uno de los objetivos de su segundo mandato. Pero sigue siendo difícil atraer estudiantes foráneos.

–Ahora mismo tenemos un preacuerdo del sistema universitario gallego con la consellería para hacer una labor de captación en Iberoamérica. Los siete campus podemos acomodar a estudiantado de fuera sin dejar fuera al gallego, con plazas adicionales. Y creo que vamos a ser capaces de hacer algún adelanto. Pero es cierto que la normativa española es mucho más restrictiva que la de los países del entorno. Es paradójico que tengamos un sistema tan bueno y capacidad de atraer al estudiante iberoamericano utilizando el gallego y el castellano y, sin embargo, nuestras tasas de internacionalización sean más bajas que en las universidades húngaras, por citar algunas. Nosotros aspiramos a poner en marcha un grado interuniversitario en inglés dentro del consorcio Athena, que sería uno de los primeros en Europa. Y a atraer a alumnado iberoamericano, porque son un parte fundamental del futuro de la universidad gallega en su conjunto cuando la caída de la natalidad empiece a notarse en las aulas en 8-10 años.

–¿Qué logro le haría más ilusión en los próximos dos años ?

–Además de aumentar la internacionalización y que nuestros grupos de investigación continúen su extraordinaria captación de fondos, sobre todo, europeos, queremos ser una universidad más igualitaria y más gallega. La medida estrella del mandato es la docencia cero para las investigadoras que dan a luz y también tenemos un plan piloto para fomentar la docencia en gallego. La atracción de estudiantes europeos y no europeos será clave para mantener muchos títulos. Y, en este sentido, uno de mis fracasos fue no ser capaz de convencer a la comunidad universitaria de que algunos títulos estarían mejor en Vigo. Sigo pensando que, al menos al nivel de másteres, debería haber más presencia en la ciudad. Todavía nos hace falta más, presencia como la que tenemos en Ourense y Pontevedra. 

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