Horror en la pensión de Vigo: las pistas que desataron la detención de O Chioleiro como autor del crimen de la maleta

Durán González, que pasó media vida entre rejas por matar a su abuela y a una joven en A Lama, fue detenido en la estación de buses de Pontevedra

Llevaba solo un año libre

O Chioleiro, en el juicio en 2006 en la Audiencia de Pontevedra por el crimen de Alicia Rey.

O Chioleiro, en el juicio en 2006 en la Audiencia de Pontevedra por el crimen de Alicia Rey. / Gustavo Santos

M. F. / E. V.

José Manuel Durán González, O Chioleiro, peligroso y violento criminal con dos asesinatos ya a sus espaldas, es el presunto autor del crimen de la maleta de Vigo. De 66 años, la mitad de ellos pasados entre rejas por violar y matar de 16 puñaladas a su abuela en 1988 y por asestar dos cuchilladas mortales en 2004 a su joven vecina y amiga Alicia Rey, en ambos casos en la localidad pontevedresa de A Lama, fue detenido el jueves por la Policía Nacional en la estación de autobuses de Pontevedra, a donde habría huido desde la ciudad olívica al saberse acorralado. Su arresto se produce cuando solo llevaba un año en libertad tras cumplir íntegramente su última condena: salió de prisión el 14 de febrero de 2023 y fue entre agosto y septiembre cuando habría matado, de nuevo con un arma blanca, a la mujer con la que se alojaba en una especie de pensión en el 83 de la avenida de Fragoso de Vigo. El hallazgo hace nueve días del cadáver con una certera puñalada en el corazón en un solar con vegetación ubicado a 300 metros de dicho piso sacó a la luz este crimen en el que la colaboración vecinal fue clave para una pronta resolución: dieron la alerta porque en la zona ataron cabos al recordar el fuerte olor que hubo en el edificio el pasado verano y la presencia de una pareja mayor y aparentemente toxicómana de la que la mujer desapareció sin volver a ser vista.

La corazonada no pudo ser más acertada. Y lo que parecía un crimen de compleja resolución ha tenido un desenlace exitoso en tiempo récord. La Policía Nacional comprobó como efectivamente la Policía Local fue a finales del pasado verano al edificio por el “horroroso” hedor denunciado por los vecinos. Sí, ahí había un hilo del que tirar. Y al personarse los agentes en ese piso de alquiler de habitaciones de la quinta planta y consultar con la dueña el nombre del inquilino que en aquella época se había alojado con la mujer desaparecida –ella solo estuvo unos días pero él siguió allí varios meses– saltaron todas las alarmas. Se trataba de José Manuel Durán González, conocido asesino que ahora, con este nuevo caso, pasa a tener un lugar tristemente destacado en la crónica negra gallega. Junto a la labor de los agentes de Homicidios y Científica, en la investigación tuvo peso también la del Grupo de Atención al Ciudadano.

Tras el exhaustivo registro del martes en el piso de Fragoso y ya tras la pista de O Chioleiro, el jueves por la mañana lo detuvieron. El arresto, según El Mundo, fue en la estación de autobuses de Pontevedra, desde donde fue trasladado a la comisaría viguesa. Dado el mutismo que pesa sobre este caso declarado secreto de sumario el arresto no trascendió hasta ayer. Ese silencio oficial impide saber si ya se puso nombre y apellidos a la víctima mediante las huellas dactilares o el ADN, pero, en todo caso, los agentes ya conocerían por otros medios la identidad de esta mujer de entre 50 y 60 años y en riesgo de exclusión, a la que ya conocerían ya que habría sido víctima de violencia de género por parte de otras parejas.

Un colchón con sangre delataría que el crimen fue en la pensión de Fragoso

En el caso de la relación de esa mujer y O Chioleiro, si se confirma que además de compartir aquella habitación de Fragoso tenían un noviazgo, el caso, que ahora instruye en Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, sería competencia del de Violencia sobre la Mujer. Por lo de pronto, el detenido ya compareció ayer en el juzgado que asume ahora la causa, cuyo titular decretó prisión provisional y sin fianza con una calificación provisional de los hechos de homicidio o asesinato

Los agentes trabajan con la hipóteis de que ese piso fue el escenario del crimen y después, quizá transcurridos varios días por el olor que hubo en el edificio, el asesino trasladó el cuerpo en la maleta hasta el solar donde estuvo entre seis y ocho meses abandonada –se llevaron un colchón con sangre de la habitación para analizar–. Lo que no tiene vuelta de hoja es el historial de O Chioleiro. Hijo de emigrantes, a día de hoy tiene aún vigente una orden de alejamiento de la localidad de A Lama en la que sembró el terror, medida que quebrantó solo días después de obtener la libertad hace un año. “Tengo que vivir bajo un puente”, profirió en llamadas a periodistas quejándose que no lo querían en pensiones ni le daban trabajo. Su historial delictivo es escalofriante: en 1988 violó y mató de 16 puñaladas a su abuela, asestándole las dos últimas en los ojos. A Alicia Rey, que solo tenía 33 años, la asesinó en 2004. Ahora sumaría una tercera víctima de un caso que conmociona a Vigo.