La burocracia impide llamar al ascensor

Vecinos de un bloque de 8 plantas de Teis llevan dos meses sin poder usarlo por la falta de permisos para retirar una plancha de amianto

Las planchas de amianto 
impiden el funcionamiento del 
nuevo ascensor en el nº 122
 de Sanjurjo Badía.   | // R. GROBAS

Las planchas de amianto impiden el funcionamiento del nuevo ascensor en el nº 122 de Sanjurjo Badía. | // R. GROBAS / e. villanueva

Una treintena de vecinos, ocho plantas y un ascensor... inutilizado. Así se encuentran desde hace meses los residentes del número 122 de la calle Sanjurjo Badía, en el barrio de Teis. Y es que desde hace casi seis semanas han estado esperado el permiso para la retirada de las planchas de amianto que recubrían el hueco de su viejo elevador tras la aprobación de la comunidad para adquirir uno nuevo.

Concretamente, la situación se inició el pasado 26 de febrero, cuando tras muchos años ahorrando para reunir los fondos que permitiesen cambiar de ascensor, la comunidad inicia las obras. Fue a finales del año pasado cuando estas arrancaron, primero con la eliminación de las escaleras hacia el portal lo que permitía instalar el ascensor hasta el nivel cero.

Una vez conclusas estas obras, se inició la reforma la colocación del nuevo ascensor, hace ya seis semanas. “La obra civil de las escaleras logramos hacerla rápido pero luego, el primer día en que la empresa que va a proceder al cambio del ascensor da de baja el viejo ascensor y se pone a desmontarlo visualizan planchas de aislamiento de amianto en el hueco del ascensor”, explica uno de los propietarios afectados por la ausencia de funcionamiento del ascensor.

De inmediato se para dicha obra y se pide un permiso a la Xunta para extraer dicho material peligroso de amianto. “Al día siguiente la empresa avisa con un cartel informativo a los vecinos de lo sucedido y ponen claramente que pueden tardar hasta 45 días en dar el permiso”, relata este residente, quien confirma que llevan casi sesenta sin dicho permiso.

Se trata de un edificio de 8 plantas más el semisótano y estamos esperando el permiso para sacar las planchas”, lamenta, quien afirma que una vez que llegue dicho permiso podrán arrancar con las obras de instalación del nuevo ascensor.

“No sé si luego tardaremos mucho en volver a tenerlo o no, pero no entiendo cómo puede ser que tengamos que haber esperado casi dos meses para sacar unas planchas de amianto sabiendo que el edificio tiene ocho plantas con vecinos de avanzada edad, estando sin ascensor y aun tener que esperar otras 6 semanas más como mínimo para terminar la instalación del ascensor”, comentaba, confuso, este propietario. “Nos parece mucho tiempo y no es normal que la espera por un trámite sencillo se demore tanto tiempo”, precisa.

Requisitos

Estos permisos dependen del ISSGA (Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia), órgano técnico de la Xunta de Galicia en materia de prevención de riesgos laborales. En cuanto al presente caso, los trabajos con amianto deben llevarse a cabo de manera que no se ponga en riesgo a los trabajadores ni la otras personas y tampoco se generen riesgos para el medio ambiente.

Las obras de demolición o de retirada de amianto deben ser ejecutadas, tal y como se informa en la página web del ISSGA, por empresas que conozcan todas las precauciones que se deben tomar. “Está claro que hay que hacer las cosas bien, pero hemos esperado ya mucho tiempo para un solo permiso. Es que viven personas mayores, nosotros mismo vivimos en un piso de los superiores; llegamos a hacer compra grande porque no podemos estar subiendo y bajando con grandes pesos al no contar con el ascensor”, puntualiza el morador vigués.

Igualmente, la autorización para realizar un trabajo de retirada implica tener un plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral, para tramitar la aprobación de planes de trabajo será necesario previamente inscribirse en el Registro de Empresas con Risco por Amianto (RERA). “No debería haber una demora tan grande para una retirada de una sola plancha”, lamenta.

Una vez han obtenido dicho permiso, confía en que dar de alta al ascensor no implique un mayor contratiempo. “Tenemos que poder volver a hacer uso del mismo, porque no tenerlo es limitante”, concluye el propietario.

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