Un nuevo símbolo para Barreiro: 88 viviendas y auditorio en un edificio “híbrido y ecológico”
La propuesta de Ayllón Paradela de Andrés se impone a otras 21 en el concurso de ideas de un proyecto que se irá a los 21 millones de euros
El teatro tendrá aforo para 300 personas, sala de lectura y un centro cívico
Combinar los usos sociales, la enorme carestía de nueva vivienda y los requisitos de ésta en el siglo XXI. El concurso de ideas para la nueva urbanización en Barreiro ha escogido la propuesta de la Unitón Temporal de Empresas Ayllón Paradela de Andrés llamada “Híbrido, Ecolóxico e Cohabitacional”. Bajo estos tres pilares levantarán un edificio de 88 viviendas con un alto porcentaje gozando de protección pública, un auditorio con aforo para 300 espectadores y un centro cívico en el solar próximo al centro de deporte Máis que Auga, la residencia de mayores DomusVi y el 'skatepark'.
“Lavadores necesitaba un espacio referencial”, resumía el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al detallar la opción ganadora de un concurso de ideas que contó con 22 participantes. El diseño H.E.Co quedó por delante del de Camiños Comúns (2º puesto) y Os Plátanos (3º puesto). La intervención supondrá una inversión de 21.035.403,35 euros, siendo el presupuesto para la redacción del anteproyecto de 850.000 euros.
La propuesta de los arquitectos Javier Alejo, Verónica Paradela y Javier de Andrés de Vicente tendrá en la sostenibilidad y la adaptación de los espacios sus dos principales pilares. Las 88 viviendas contarán con 1, 2 o 3 dormitorios y superficies de entre 45 y 106 metros cuadrados adaptadas al cohousing. Los arquitectos defienden la versatilidad de los pisos para ejercer como residencias estudiantiles, de mayores o familiares, apartamentos turísticos u oficinas. Es por ello que contarán con dos accesos diferenciados para permitir segregar los espacios privados y públicos; una iniciativa pensada también en caso de visitas o “divorcios”.
Todas estas viviendas, “accesibles para la gente joven que se independiza”, según destacó el regidor, contarán con ventilación cruzada e iluminación natural. Los espacios multiusos como las cocinas compartidas o el jardín de infancia se proyectan como complementos a los existentes en los domicilios. A su vez, cuenta con una separación total entre las zonas “generadoras de ruido” y las privadas, garantizando el descanso nocturno. Completan la parcela privada las 88 plazas de garaje repartidas en dos sótanos y los trasteros.
Para garantizar la sostenibilidad de la propuesta, el estudio de arquitectos madrileño apuesta por emplear materiales de proximidad como el granito de Porriño, aluminio fabricado en Padrón, madera de Ourense o corteza procedente del norte de Portugal. A su vez, maximizará la eficiencia energética.
Espacio de disfrute público
Sin embargo, la guinda para el nuevo bloque en forma de U ubicado en la calle Margarita Bilbatúa Zubeldia serán sus usos comunitarios, concentrados entre la planta baja y la primera, y dejando el resto de pisos hasta el sexto para las viviendas.
La actuación más relevante será el nuevo auditorio de más de 300 butacas de aforo y 540 metros cuadrados de superficie; quedando ubicado hacia la fachada norte de la calle Antonio Nieto Figueroa.
Le sigue la nueva sala de lectura-biblioteca con 140 puestos ubicada en su fachada sur, un centro cívico con espacios para diferentes entidades ciudadanas y una nueva unidad de dependencias municipales para mejorar la atencion ciudadana en la parroquia.
Las posibilidades de la amplia parcela del viejo cuartel de Barreiro azuzaron la imaginación de los vecinos y las instituciones. Se propuso destinar este espacio a instalaciones deportivas, construir bibliotecas, salas de juegos y reuniones, un salón de actos, talleres ocupacionales, impulsar un área educativa que acogiese la Escuela de Idiomas e incluso facultades o, directamente, permitir la expansión urbana del propio barrio de Lavadores.
La propuesta que emana ahora del Concello reúne el espíritu de estas todas ideas con usos tanto residenciales como dotacionales. De esta forma, quedan atrás los años en los que el paisaje estaba dominado por las garitas, cuarteles y la galería de tiro del antiguo hogar de la infantería y los zapadores en la ciudad antes de su traslado a Pontevedra.
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