La fuga voluntaria, detrás de la mayoría de desapariciones de menores al año en Vigo

En la provincia se han denunciado 139 casos, casi medio centenar en la ciudad

“Con internet, muchos padres no conocen a las amistades de sus hijos”, avisa una psicóloga

Un grupo de menores a la salida de su centro educativo.  // J. Lores

Un grupo de menores a la salida de su centro educativo. // J. Lores / J. Lores

Daniel e Iker son los dos últimos casos conocidos, pero cada mes llegan más a las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional, concretamente a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM). Según el Ministerio del Interior, en el último año se registraron 139 casos de desapariciones de menores, casi medio centenar de ellas en Vigo, y prácticamente todas fueron fugas voluntarias. “No podrían calificarse de inquietantes. Muchos se van de forma voluntaria un fin de semana de sus casas o del centro de menores, pero regresan cuando no tienen más recursos”, explica un agente nacional.

Protocolos

El protocolo de trabajo en estas dependencias es totalmente distinto a la hora de abordar una desaparición de un adulto frente a un menor de edad. “En el caso de adultos suele haber de fondo un problema emocional, problemas familiares y hay una motivación más clara, más fuerte para su marcha. Alguna terminan tristemente en suicidio y otras en las que deciden romper lazos, irse de forma voluntaria y que nadie les busque. En menores esto no es así, se escapan unos días y vuelven. Sea como sea el caso, el protocolo se activa siempre”, señala esta misma fuente policial.

Adolescentes

Detrás de estas fugas voluntarias, están menores de entre 14 y 17 años de edad y las causas, explica una psicóloga especializada en menores, varía desde un desencuentro familiar hasta las compañías online. “Se dan situaciones de ambientes inadecuados en el hogar, o incluso por discusiones a raíz de las notas, el uso del teléfono móvil, la privacidad.... Muchos niños ven en la desaparición una forma de presión o de renegociar de los términos con sus padres. No se debe ceder a este chantaje, hay que sentarse y hablar con ellos porque la comunicación es muy importante a esa edad”, cuenta Victoria Romero.

Redes sociales

Reconoce esta profesional que las redes sociales también está detrás de muchas de estas fugas, concretamente el desconocimiento por parte de los progenitores de estas compañías que trazan a través de internet. “Con las redes sociales, muchos padres no conocen a las amistades de sus hijos. Antes era imposible que no conocieras quiénes eran lo amigos de tu hijo o con quien se relacionaba. Ahora con internet, no. Y los menores son muy influenciables”, precisa la psicóloga viguesa. “En ocasiones ni ellos mismos saben con quién hablan, si tiene o no su edad, qué buscan de ellos... Los conocen porque los sigue el amigo de un amigo, pero no saben realmente con quién están tratando”, amplía Romero.

Comunicación familiar

Por ello la profesional reitera la importancia de la comunicación entre los padres. “Cortar las redes o cortar internet no es lo recomendable. A día de hoy, un adolescente se relaciona a través del móvil, eso es así. Pero deben saber usarlo en condiciones. Por ejemplo, que el ordenador no esté en su habitación, sino en una zona común. Y sobre todo que sepan que ante cualquier problema pueden contar con sus padres. Ellos son los primeros que pueden detectar si una amistad de las redes puede generar un peligro o no. Cuando lo hacen en soledad, al ser tan influenciable, pueden caer en muchos mayores peligros”, sentencia la psicóloga.

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