El Concello vincula la compra de la parcela de la grada de Río al convenio con el Celta

Quiere que el estadio sea 100% municipal antes de cerrar el acuerdo con el club

Zona Franca cedió en 1981 los terrenos por 50 años

El coste ronda el medio millón de euros

Vista de la grada de Río de Balaídos desde la Avenida de Citroën.

Vista de la grada de Río de Balaídos desde la Avenida de Citroën. / ALBA VILLAR

José Carneiro

José Carneiro

El Concello ha presentado a Zona Franca una oferta formal para la adquisición de la parcela sobre la que se asienta la grada de Río de Balaídos, propiedad del Consorcio y cedida en 1981 por un periodo de 50 años para la ampliación del estadio con motivo de la celebración del Mundial de 1982. La operación, que tendría un coste aproximado de 500.000 euros, se enmarca en el proceso de negociación que han iniciado el Ayuntamiento y el Celta para la renovación del convenio sobre el uso de Balaídos. El Ayuntamiento pretende asegurarse la propiedad del 100% de las instalaciones antes de llegar a un acuerdo con el club, según precisaron fuentes municipales.

El Concello ha puesto al concejal de Fomento, Javier Pardo, al frente de los contactos con la Zona Franca, con el objetivo de alcanzar un acuerdo lo antes posible. Pese a que la cesión de los terrenos no expira hasta el 25 de mayo de 2031 y cabría la posibilidad de extenderla, el Ayuntamiento prefiere hacerse con la propiedad para poder negociar con más garantías con el Celta el nuevo convenio sobre el uso del estadio. Los plazos también son ajustados, ya que el alcalde aspira a cerrar un acuerdo con el club antes del verano. Esta es una de las razones por la que se opta por una compra y no una permuta de terrenos con el Consorcio, ya que este proceso “podría durar hasta tres años”.

¿Cuánto cuesta la parcela? Fuentes municipales valoran la operación en unos 500.000 euros, una cifra que se queda pequeña frente a la inversión de más de 6 millones que costó la reforma de la grada –o los 15,5 millones de Marcador–, que mantiene el pabellón municipal debajo del graderío. ¿Por qué comprar ese suelo y no ofrecer una permuta a la Zona Franca (un trueque de terrenos), como ha criticado el PP públicamente? Además de por la citada urgencia en los plazos, porque en definitiva, para las arcas municipales, el coste “es el mismo”. “Venderemos los terrenos que se podrían permutar para comprar esa parcela”, resumen desde el Ayuntamiento.

La clave de esta operación es la renovación del convenio de Balaídos con el Celta ahora que se ha iniciado una nueva era en la relación entre Concello y club con Marián Mouriño como presidenta celeste. Ese convenio de usos pivota sobre tres patas: Balaídos como campo de juego, Balaídos como sede de grandes conciertos y espectáculos, y Balaídos como gran complejo comercial y de servicios, con sus más de 10.000 m2 reservados para negocio. Y con la reforma pendiente de la grada de Gol, un proyecto que el Concello ha presupuestado en 25 millones de euros y para el que también ha comprometido financiación –como con las anteriores gradas– la Diputación de Pontevedra pese al cambio de gobierno el pasado junio, como guinda a la renovación del estadio (cuya inversión total se elevar por encima de los 60 millones de euros).

La intención del Concello y del club es compaginar el uso deportivo de Balaídos como el de ocio y espectáculos, es decir, convertir el estadio en un recinto multiusos en el que además de jugar el Celta se puedan celebrar grandes espectáculos musicales. Y la última pata es el aprovechamiento de la superficie comercial del estadio. Solo la reforma de Gol destinará el 36% de su superficie final a locales de uso comercial: unos 5.900 metros cuadrados de los 16.214 previstos entre tres alturas: planta baja (4.494 m2), dos sectores de Gol Bajo (3.343 y 1.467) y dos de Gol Alto (3.657 y 2.031), como adelantó este diario.

Suscríbete para seguir leyendo