Una nueva okupación imposibilita un desalojo pese a una sentencia firme

Un familiar de las dos mujeres sobre las que pesaba el lanzamiento se instaló en la vivienda

Un instante del desahucio en calle Pardavila, ayer.   | // J. LORES

Un instante del desahucio en calle Pardavila, ayer. | // J. LORES / e.v.

E.V.

Efectivos de la Policía Nacional tenían previsto ayer ejecutar el desalojo de una vivienda que había sido okupada por dos mujeres en la calle Pardavila. Aprovechando que la propietaria, que heredó dicho inmueble, se encontraba residiendo en el extranjero, las dos okupas entraron el 3 de septiembre de 2022 en la vivienda, en la que permanecieron residiendo hasta la actualidad.

El Juzgado de Instrucción 7 de Vigo primero y la Audiencia de Vigo después ratificaron la condena de ambas por un delito leve de usurpación. Pese a ello, cuando los agentes se personaron en el domicilio, una familiar –coincidían los apellidos si bien negó conocer a las dos okupas iniciales– aseguró que le habían dado el permiso para poder instalarse en el domicilio y se negó a abandonarlo, alegando también que residía con cuatro menores.

La letrada de la propietaria de la vivienda acudió al juzgado instructor del caso, que le remitió, según indica, que al tratarse de una nueva okupación, debería de iniciar el procedimiento de ejecución, lo que conllevaría una espera nuevamente mayor de los casi dos años que lleva para poder hacer uso su representada de la posesión de la vivienda okupada.

De igual modo, al estar los moradores en su interior, todos los meses le llegan a dicha propietaria facturas de casi 800 euros por gastos de luz y agua. “La situación ya es desesperante”, indica la letrada.