“Ceferino habitará en la memoria colectiva de la ciudad; abrió una puerta al mundo para muchos”

FARO presenta el libro póstumo del exdirector del decano, una obra que repasa el tránsito por Vigo de emblemáticas personalidades de la historia

“La ciudad tuvo el privilegio de tener a Ceferino como cronista”, afirmó Caballero

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Se sorprendió al desembarcar en la ciudad y toparse de lleno en la Praza da Constitución con aquella oscura sombra que empezaba a extender sus tentáculos por toda Europa. Fue al recalar en Vigo, en ruta hacia América, donde tuvo la oportunidad de mirar a los ojos al fascismo y contemplar horrorizado un desfile de jóvenes falangistas que no pudo evitar asociar a aquella Alemania nazi incipiente. Por aquel entonces, el escritor austríaco Stefan Zweig ya era toda una celebridad de la literatura universal y aquel episodio vivido en la urbe viguesa le marcó tanto que no dudó en plasmarlo en su pequeño diario.

La escala del aclamado novelista en Vigo es un buen ejemplo del importante protagonismo que la ciudad había adquirido desde el último tercio del siglo XIX, principalmente gracias a su evolución industrial, su posición privilegiada con relación a las grandes rutas marítimas transoceánicas o el desarrollo de las comunicaciones. Bien de manera accidental o bien por intereses específicos, la urbe olívica atrajo a lo largo de su historia a infinidad de personajes famosos que dejaron su huella en ella, una estela que el exdirector de FARO y cronista oficial de la ciudad, Ceferino de Blas, apostó por rastrear para contar la historia de Vigo, pero también la del mundo.

Con motivo del 170 aniversario del diario decano de la prensa española, FARO presentó en la jornada de ayer el libro póstumo de Ceferino de Blas, una obra que completa el proyecto cultural impulsado por el periódico que dio comienzo con la exposición que fue instalada en la calle Príncipe durante los meses de verano. Titulado "Vigo, puerta del mundo" y editado en colaboración con el Concello, la última publicación con autoría del gran cronista de Vigo pretende acercar a la sociedad gallega la extensa relación de visitantes distinguidos que enriquecieron la ciudad con su presencia.

El acto, que tuvo lugar en la biblioteca de la Escola Municipal de Artes e Oficios (EMAO), contó con la participación del magistrado jubilado e íntimo amigo de Ceferino de Blas, Julio Picatoste; del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y del subdirector general de Prensa Ibérica en Galicia, Juan Carlos da Silva, mientras que entre el público no faltaron Marisa Real, viuda del exdirector del diario decano y responsable del Club FARO desde 1992 hasta 2014; el gerente de FARO, Pedro Dias, y el actual director del periódico, Rogelio Garrido, entre otros asistentes.

FARO presenta la obra póstuma del que fuera su director Ceferino de Blas

FARO presenta la obra póstuma del que fuera su director Ceferino de Blas / Marta G. Brea

Fue Picatoste el primero en tomar la palabra para recordar al autor de Vigo, puerta del mundo tanto en el plano personal como profesional. El antiguo magistrado hizo referencia a que entre las virtudes de Ceferino de Blas predominaba la de ser “buen conversador” y lo definió como “un enemigo de la palabra ruidosa y del ademán iracundo”. Tras hacer un repaso por el legado literario que su amigo dejó de su puño y letra en las bibliotecas de la ciudad, Julio Picatoste aseguró: “Esta tarde, aquí, Ceferino está con nosotros, porque nadie muere del todo mientras haya alguien que evoque su recuerdo. La muerte solo se consuma con la desmemoria y el final verdadero llega con la amnesia. Guardo a Ceferino en mis recuerdos al abrigo de todo olvido, pero más allá de la memoria personal, Ceferino habitará ya en la memoria colectiva de esta ciudad, pues no hay olvido para quien ha dejado su sapiencia en sus libros, como este, Vigo, puerta del mundo, puerta que él abrió para muchos y que nunca se cerrará”.

Inmediatamente después, Juan Carlos da Silva intervino para desgranar el contenido de la obra póstuma del exdirector de FARO, describiéndolo como “un mosaico que respira viguismo por los cuatro costados”. En este sentido, el subdirector general de Prensa Ibérica apuntó que, “la metodología que utiliza Ceferino es sencilla y aunque no están todos los que son, sí son todos los que están, ya que no es tan exhaustivo ni es de carácter enciclopédico, pero sí es práctico y divulgativo”. Da Silva también realizó un breve repaso por las distintas etapas históricas que marcaron la llegada de aquellos viajeros distinguidos: “Vigo era tierra de paso de multitud de personalidades que en su tiempo acumulaban poder e influencia y sus nombres son fácilmente reconocibles. Estas presencias enriquecen Vigo porque sus nombres han quedado unidos a la ciudad, ya nadie los podrá borrar. Confío en que esta aproximación histórica sirva de guía a los vigueses y foráneos, ese es el mejor tributo que podemos rendir a lo que Ceferino nos deja con sus libros y con esta obra póstuma”, concluyó.

Tras la estela de celebridades históricas

“Casi al mismo tiempo que la Flore soltó el ancla en este puerto, presentose cruzando la ría un bonito yate de vapor con pabellón francés. Era el Saint Michel Nantes, propiedad del popular novelista Julio Verne, que con otros amigos va de paso para el Mediterráneo donde piensa visitar algunas poblaciones de España (...) El famoso novelista estuvo anoche en el paseo de la Alameda, y más tarde concurrió al baile de La Tertulia, donde pronunció algunos brindis en español (...) Es indudable que Mr. Verne, a quien le ha agradado mucho la posición geográfica de Vigo y su pintoresca campiña, lleva a la vez grato recuerdo de la sociedad viguesa que tuvo ocasión de conocer bajo uno de sus más bellos aspectos, en un baile de La Tertulia”.

Extractos que halló en aquella vieja hemeroteca en la que tanto le gustaba sumergirse para empaparse de la historia local, estos fragmentos sobre la llegada a Vigo en 1878 del que está considerado como fundador de la literatura moderna de ciencia ficción, Julio Verne, son tan solo una de las numerosas estelas que personajes históricos dejaron a su paso por la ciudad olívica y que Ceferino de Blas persiguió buceando en la hemeroteca de FARO para, posteriormente, congelarla en su obra póstuma, Vigo, puerta del mundo.

A través de una selección cronológica de las llegadas a Vigo de una gran retahíla de personajes ilustres que, no en pocos casos, escribieron su propio capítulo en la historia a nivel internacional, el ex director de FARO compila en el que es su último legado una completa relación de famosos históricos que dejaron huella en la ciudad, de ahí que desde el Instituto de Estudos Vigueses, entidad que también fue un hogar para Ceferino de Blas, lo destaquen como el primer libro que permite conocer, en su conjunto, a esas figuras ilustres que cobijó Vigo. “Non só é un orgullo para nós que unha persoa que foi membro do instituto e o noso compañeiro teña publicado unha obra destas características, senón que ten un importante valor histórico, xa que este libro compendia o que significaba a cidade en cada etapa.

Por Vigo pasou xente do máis diversa: escritores, políticos, pintores, científicos, aventureiros, etc. E a través deles pódese constatar a evolución da sociedade viguesa, da ría, da cidade e como o transporte e as comunicacións xogaron un papel importante na súa evolución, xa que Vigo se transforma a partir do século XIX nun punto de entrada e saída cara América e o resto de Europa, polo que o número de personaxes ilustres a partir de aí vai ser importante. Neste libro pode verse, en conxunto, como Vigo foi un centro de interese que non xorde de súpeto no século XIX, senón que xa é algo que vén de atrás”, comentó el presidente del Instituto de Estudos Vigueses, Xoán Carlos Abad. El propio Ceferino de Blas indica en las primeras páginas de Vigo, puerta del mundo que el año 1875 fue clave en el ir y venir de estos viajeron distinguidos, puesto que marcó un antes y un después en la historia local. Si bien en los años previos apenas llamaban la atención, a partir de esa fecha los nombres famosos que pisaron Vigo empezaron a multiplicarse de forma considerable, siendo la presencia del rey Alfonso XII una de las que más expectación causó en la sociedad de la época en 1877, si bien los vigueses se quedaron muy decepcionados tras esperarlo durante toda una jornada y no poder verlo hasta el día siguiente, debido a la parada real en el castillo de Soutomaior que se dilató hasta la noche.

Albert Einstein - Científico (1925)

Albert Einstein / FDV

Xoán Carlos Abad define la obra póstuma del exdirector de FARO como “unha viaxe pola cidade a través de todos eses personaxes que en distintos momentos e por diversos motivos e circunstancias, pasaron pola cidade”. El presidente del Instituto de Estudos Vigueses también hace referencia al importante papel que jugó el transporte en la apertura de la ciudad al mundo,lo que queda reflejado en el paple clave del puerto.

Así, Ceferino de Blas muestra en su libro que la mayor parte de los personajes famosos que recalaron en Vigo lo hicieron a través del mar, ya que era uno de los destinos indispensables en la conexión entre Europa y América, mientras que la mayoría de los ilustres visitantes nacionales hacían su entrada en la ciudad por tierra. La viuda del emperador Napoleón III, Eugenia de Montijo; la espía más famosa del mundo, Mata Hari; el icono de la Belle Époque, la Bella Otero; el aclamado escritor austríaco Stefan Zweig, el Kaiser Guillermo II de Alemania, el científico y explorador Otto Nordenskjold, el científico Albert Einstein, las actrices María Guerrero o Lola Membrives, el inventor Guillermo Marconi, el poeta Federico García Lorca e incluso el criminal de guerra y médico nazi Josef Mengele son solo algunas de esas figuras reconocidas que pisaron Vigo y que Ceferino de Blas rescató del olvido en los últimos renglones de toda una vida.

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El alcalde de Vigo, Abel Caballero, fue el encargado de cerrar el acto de presentación de Vigo, puerta del mundo, y para ello dio comienzo su intervención afirmando que “Ceferino de Blas fue único, porque fue un hombre que entendió Vigo y empatizó de una forma especial con la ciudad cuando llegó a ella en el año 1986. Enseguida entendió su carácter. Él venía a salvar a FARO de la mano de Javier Moll y supo entender qué sentía la ciudad, que era un ente vivo con su propia personalidad”. El regidor indicó que en la obra póstuma del cronista oficial de la ciudad “se entrecruza la historia de Vigo, la de un hombre, Ceferino de Blas, y la de un periódico, FARO, que se convirtió en decano de la prensa española en Vigo porque sentía muy bien el latir de la propia ciudad, con sus luces y sus sombras”. Abel Caballero hizo referencia al compromiso del decano de la prensa española para con la urbe olívica mencionando que “Ceferino de Blas contribuyó a eso y después se convirtió en cronista, pero el privilegio no fue suyo, sino que la ciudad tuvo el privilegio de tener a Ceferino como cronista. Era un hombre bondadoso, escapaba de la controversia y no le gustaba el debate, pero tenía criterio”, destacó.