Judith, la vecina de Vigo víctima de un crimen por asfixia: "Era habladora, muy guapa y tenía una hija; es un gran injusticia"

Las amigas de la mujer hallada muerta en un polígono de O Porriño aseguran que siempre tuvo "muy mala suerte" con sus parejas: "La maltrataban"

Judith, la mujer hallada muerta en un polígono de O Porriño

Judith, la mujer hallada muerta en un polígono de O Porriño / Cedida

M.F/ G.P./ J.B./ E.V.

Judith Muñoz González, la vecina de Vigo cuyo cadáver apareció este jueves en un poligono de O Porriño, llevaba residiendo en viviendas okupas del entorno de la calle Aragón desde hacía, mínimo, un año, afirmaban ayer vecinos, en especial en la zona de Redomeira aunque también estuvo en un edificio de la citada Aragón.

La mujer tenía una hija adolescente que vive en Ourense con su abuela y residió durante un tiempo con la pareja de origen brasileño al cual ayer buscaba la Guardia Civil, en una vivienda que ayer fue precintada por la Policía Local. “Judith era alegre, habladora, muy guapa”, afirmaban dos amigas, que señalaban que siempre tuvo “muy mala suerte” con sus parejas, que “la maltrataban”.

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Anxo Gutiérrez

La última vez que la vieron con vida fue la madrugada del pasado sábado 18 de noviembre. “Le dejé ropa mía, me dijo que se iba a la zona del Berbés”, dice una de sus compañeras. Al parecer, según cuentan, esa noche tuvo algún problema con algún cliente, pero creen que llegó a volver a Redomeira. Lo cierto es que es que desde ese día no tuvieron noticias de ella y su teléfono ya dio apagado el domingo.

Las sospechas iniciales se confirmaban en la tarde de ayer, apenas 24 horas después de que su cadáver fuera localizado detrás de un contenedor y de un cierre de postes de granito en uno de los accesos al polígono de las Gándaras de Porriño. Judith, de 37 años, sufrió una muerte violentaFue víctima de un crimen. La autopsia practicada al cuerpo de esta mujer, natural de Ourense pero que en la actualidad residía en una vivienda okupa de Camiño Redomeira cerca de la calle Aragón, arroja que la mataron por asfixia, algo que ya se barajaba a raíz del hallazgo de una prenda textil en su boca.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer la autoría de este homicidio y ayer mismo activó una alerta de búsqueda de una expareja brasileña de la víctima, un hombre de 44 años que permanecía desde hacía unos días en paradero desconocido, sin que haya trascendido si al cierre de esta edición ya había sido localizado.

Víctima de violencia de género

La mujer había sido víctima en tres ocasiones de violencia de género, hechos que motivaron la apertura de otros tantos expedientes en el Sistema VioGén, el último de forma reciente en relación al parecer con el hombre al que se buscaba y por el que se le aplicó una protección policial que estaba vigente hasta marzo de 2024, si bien, según las fuentes consultadas, el seguimiento tuvo que cesar porque la víctima no contestaba a las llamadas telefónicas de los agentes y no la encontraban en la vivienda que había dado como residencia. En todo caso, diversas fuentes señalan que en este momento no hay nada concluyente sobre la autoría del crimen, que permanecen todas las líneas de investigación abiertas y que se indaga también intensamente, concretan, en el hecho de que la víctima ejercía la prostitución y pudo haber tenido algún problema con un cliente, así como en sus problemas de drogadicción.

Aunque aún no ha trascendido cuánto tiempo podría llevar muerta cuando fue encontrado su cuerpo, lo que sí se sabe es que no se había formalizado ninguna denuncia por su desaparición. Sus conocidos de la zona de Redomeira, en todo caso, sí que la habían echado en falta. Es más, cuando saltó la noticia del fatal hallazgo, avisaron a los investigadores, que pudieron ponerle nombre y apellidos preliminarmente a través de una foto y un tatuaje con el nombre de su hija que tenía en el brazo, identificación finalmente confirmada con las huellas dactilares. “Vi la noticia en internet, vi la descripción de la ropa que llevaba y coincidía con la que le había dejado yo la última vez que la vi, la madrugada del sábado; llamé a un amigo y ya nos pusimos en contacto con la Guardia Civil”, afirma Patri, amiga de la víctima.

Cuando el cuerpo de Judith fue encontrado en una cuneta, semioculto tras un contenedor, estaba vestido con ropa negra y, aunque no presentaba signos de violencia como golpes o heridas con algún tipo de arma blanca o de fuego, sí que tenía un trozo de tela en la boca. Eso, junto al lugar donde fue hallado, fue lo que levantó todas las alarmas. El cadáver estaba boca arriba, algo ladeado, y la víctima vestía medias gordas, cazadora negra y zapatos. “Estaba como si alguien la hubiese transportado en brazos y la hubiesen dejado allí”, describen.

La Policía precintó ayer una casa de Redomeira. |   // J.T.

La Policía precintó ayer una casa de Redomeira. | // J.T. / M.F/G.P./J.B./E.V.

Contenedor

Un equipo de Criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra peinó ayer de nuevo la zona en busca de más pruebas que puedan arrojar luz sobre las principales incógnitas: cómo y quien dejó allí el cuerpo de la mujer y si esta ya estaba muerta para entonces. Los agentes tuvieron que retomar la inspección debido a que, al poco de encontrar el cadáver en la tarde del jueves, comenzó a oscurecer, complicando las labores de recabación de pruebas. Además de rastrear las inmediaciones de la carretera donde fue encontrado el cadáver, incluyendo un monte, también se examinó el contenido del contenedor tras el cual apareció el cuerpo. Los investigadores apartaron el colector y procedieron a su vaciado, inspeccionando todo su contenido, sin que se encontrase nada de interés.

Por otro lado, ya en la propia tarde en la que fue localizado el cadáver, la Guardia Civil procedió a requerir las grabaciones de las cámaras de seguridad de la estación de la ITV de Porriño, ubicada al otro lado de la carretera, frente al contenedor donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la joven. Al mismo tiempo, también se examinará una de las cámaras de vigilancia de Tráfico, ubicada a escasos 25 metros de los hechos que se investigan. Dichas grabaciones pueden resultar fundamentales.

En este sentido, cabe destacar que el punto en el que apareció el cadáver de la mujer se encuentra próximo a una de las entradas al polígono de A Granxa por la A-55, en sentido Vigo-Tui. Se trata de una carretera secundaria muy transitada donde se asientan varias empresas y donde, con frecuencia, hay prostitutas ofreciendo sus servicios. Aun así, todo apunta, según los investigadores, a que la mujer murió en otro lugar y luego fue trasladada y depositada allí.

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