El piloto del dron que impidió a un avión aterrizar en Vigo podría enfrentarse a una multa de hasta 225.000 euros

Según las reglas de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, está prohibido el vuelo de estas aeronaves no tripuladas a menos de 8 kilómetros de distancia de un aeropuerto

Una colisión podría conllevar consecuencias catastróficas, según demuestran algunos estudios y pruebas realizados por varias instituciones internacionales

España prohible el vuelo de drones a menos de 8 kilómetros de distancia de los aeropuertos.

España prohible el vuelo de drones a menos de 8 kilómetros de distancia de los aeropuertos.

Marta Clavero

Marta Clavero

El incumplimiento de las reglas de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) con respecto al uso de drones puede conllevar multas que van desde los 60 euros para los casos más leves, hasta los 225.000 euros para casos más graves. Un extremo que incluye volar cerca de un aeropuerto, ya que estas estaciones de aterrizaje son consideradas como espacio aéreo controlado. Eso fue lo que ocurrió durante la noche del pasado martes 22 de noviembre, cuando un avión de Air Europa procedente de Madrid no pudo aterrizar en Peinador, viéndose obligado a dar vueltas durante varios minutos. Ante el avistamiento de este dron, el comandante tuvo que esperar hasta recibir instrucciones para poder tomar tierra.

La altura máxima permitida para que un dron pueda volar es de 120 metros, y aunque los aviones van por encima de esa medida durante su ruta, cuando empiezan a descender podrían encontrarse con alguna aeronave no tripulada que circule por esa altitud, de ahí que volar drones en los aeropuertos esté prohibido, a menos que exista un permiso aprobado por la AESA para realizar alguna actividad especial. En España, no está permitido volar drones a menos de 8 kilómetros de distancia de un aeropuerto, incluidas las instalaciones del mismo, los ejes de las pistas y su prolongación.

La multa por pilotar en remoto una aeronave no tripulada de este tipo, en zona aeroportuaria, puede llegar a ser de unos 90 mil euros si la infracción es cometida por un operador independiente. Si la falta ha sido cometida por una empresa especializada, la multa puede llegar a alcanzar los 225 mil euros.

Casos similares al de Peinador que provocaron el caos

En 2019, una pista aérea de Singapur tuvo que ser cerrada por avistamiento de drones. Más de cuarenta vuelos se vieron afectados y algunos tuvieron que ser desviados a otros aeropuertos. Un año antes, un aeródromo de Londres se vio obligado a suspender más de 1.000 vuelos, y 115.000 pasajeros afectados, debido al avistamiento de drones cerca de Gatwick. En España, ocurrió un episodio similar en 2020, cuando el aeropuerto madrileño Adolfo Suárez-Madrid Barajas también se veía obligado a cambiar la ruta de muchos aviones debido a la presencia de drones en las inmediaciones, situación que empieza a ser algo más frecuente, en vista de los casos ocurridos en los últimos meses.

¿Qué ocurre cuando un dron colisiona con un avión?

Las investigaciones sobre los daños que los drones pueden causar a las aeronaves todavía son limitadas, pero varias instituciones han hecho pruebas para intentar sacar conclusiones reales ante un posible impacto. Un experimento en la Universidad de Dayton simuló una colisión entre un dron de 1 kilogramo y el ala de un avión, que iría a 380 km/h. Se comprobó que el impacto habría perforado el ala, además de golpear y abollar una de las vigas del fuselaje, elemento estructural vital, cuyo daño provocaría la pérdida de control y sería casi un milagro que el aparato mantuviera su vuelo. Bien es cierto que esta prueba se realizó en una aeronave de menores dimensiones que las de los aviones comerciales, que cuentan con una mayor protección al tener mejores medidas de seguridad, sin embargo cualquier colisión podría arrastrar al pequeño aparato hacia la turbina del motor, con consecuencias fatales.

Expertos en robótica y responsables de compañías de seguridad aeroespacial concluyen que un dron que pese más de 2 kg podría romper el parabrisas de la la cabina del piloto en ciertos aviones. También aseguran que la fragilidad de un dron es relativa si se tiene en cuenta la robustez de su batería, y de ahí que diste mucho de una posible colisión con un ave. Los materiales son más densos que los tejidos y músculos de los pájaros. Cuando un motor lo engulle, licúan al animal, pero las simulaciones muestran la diferencia cuando se trata de un dron, que sería como una roca atravesando el motor, con lo que la peligrosidad aumenta exponencialmente.

En China se realizó una prueba con la maqueta de la cabina de un avión propulsado por cohetes. Se impactó un dron, a la altura de 500 metros y se comprobó que debido a esa colisión se podría dejar sin visión directa a la tripulación durante todo el vuelo, e incluso que el piloto pueda perder el control de la aeronave.