Condenado al pago de 5.000 euros un técnico del gas por la agresión sexual a una clienta

El varón la había observado el día antes, y ya en su casa, la agarró del cuello mientras la tocaba | La víctima logró echarlo a empujones del domicilio

EXTERIOR DEL EDIFICIO DE LA CIUDAD DE LA JUSTICIA DE VIGO.

EXTERIOR DEL EDIFICIO DE LA CIUDAD DE LA JUSTICIA DE VIGO.

Multa de 2.160 euros, prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la víctima y de comunicarse con ella por cualquier medio durante cuatro años, inhabilitación de dos años para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores y abono de una indemnización de otros 3.000 euros por los daños morales de la víctima.

Esta es la pena que aceptó un varón de 43 años, natural de Ponteareas, por un delito de agresión sexual contra una mujer. El hombre acudió a su domicilio para realizar una reparación en la instalación del gas, y valiéndose de su trabajo, realizó múltiples tocamientos a la mujer, que logró echarlo de su casa de varios empujones.

Conformidad

El acusado, que inicialmente afrontaba una pena de 3 años de prisión, reconoció los hechos en una vista de conformidad que tuvo lugar esta mañana en el Juzgado de lo Penal nº 3 de Vigo.

Hechos

Los hechos se remontan a febrero del año pasado. El hombre acudió al domicilio de la mujer para realizar una reparación en la instalación del gas. Anteriormente, concretamente un día antes, ya se había personado en el domicilio de la víctima para una primera inspección de la avería.

Fue entonces, una vez terminado el trabajo, cuando la mujer lo acompañó e incluso le abrió la puerta para que se fuera del domicilio cuando sucedieron los hechos. Según se desprende del escrito de acusación reconocido por el hombre, éste le dijo que “había vaciado su agenda” para poder acudir al domicilio de la víctima ya que “no podía parar de pensar en sus ojos y en su escote”.

El hombre la cogió por la barbilla y “con ánimo lúbrico”, comenzó a darle besos, y tras apoyarla contra la pared, a acariciarla en la zona genital por encima de la ropa y a frotarse contra ella.

Negativa de la víctima

Pese a la negativa de la víctima, que “en todo momento seguía diciéndolo que no”, el varón le introdujo su mano por dentro del cuello del jersey, desoyendo no solo en todo momento las peticiones de la mujer que le decía “repetidamente que no, que la dejase” e intentaba apartarlo a empujones.

El acusado llegó a sujetarla “fuertemente por el cuello”, colocarla contra otra pared donde continuó tocándola mientras le decía “mira cómo me pones” hasta que finalmente la víctima, que en todo momento seguía diciéndole que no, consiguió alcanzar la puerta de la vivienda y abrir la misma, empujándolo poco a poco hasta lograr sacarlo al exterior.

En los últimos meses, los delitos de naturaleza sexual se dan disparado con casos prácticamente todas las semanas. Atendiendo a los últimos datos del balance de criminalidad relativo a la anualidad de 2023, las denuncias por episodios contra la libertad sexual en el municipio vigués se situaron en 125, un 31,6% más que el año anterior. Las agresiones sexuales con penetración se duplicaron en este mismo periodo pasando de 17 a 36, mientras que el resto de delitos de naturaleza sexual aumentaron un 14%.

Delito en alza

Recientemente, en los tribunales de Vigo, se juzgaron otros dos casos de agresión sexual. La víctima se había encontrado esa noche en una discoteca con este varón, que fue condenado por su propia conformidad a una pena e tres años de prisión, a la que conocía, y que le había invitado a su casa a escuchar música y fumar.

En un momento determinado, él extrajo su miembro viril del pantalón, lo que hizo que ella se apartara. Él entonces se abalanzó sobre ella, la sujetó para inmovilizarla, mientras le levantaba el vestido y le arrancaba las bragas, a pesar de que ella gritaba y lloraba. Al ver que ella sangraba, paró, momento que aprovechó la mujer para huir pidiendo auxilio.