No fue un adiós, sino un hasta luego

La histórica mercería de Carlos Estévez recupera su actividad en Travesía al recoger el testigo del negocio una de sus hijas

Mónica Estévez, junto a
sus padres, Adelaida y Carlos,
 frente a la tienda familiar
en activo.  // R. Grobas

Mónica Estévez, junto a sus padres, Adelaida y Carlos, frente a la tienda familiar en activo. // R. Grobas / RICARDO GROBAS

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Las persianas metálicas del bajo situado en el número 135 de Travesía de Vigo vuelven a levantarse a diario desde hace escasos días. El escaparate se ha vuelto a alegrar con prendas y complementos infantiles y este es un hecho que no ha pasado inadvertido para los residentes en la zona: “¿Y Carlos?”, entran y preguntan unos, mientras que otros se llevan un pequeño susto al ver aquella ropita colgada y les invade la pena al no saber si este año lucirá o no el belén que muchos consideran “patrimonio del barrio”. Pero... “¡Sí habrá belén!”, les tranquiliza Mónica.

Pronto se cumplirán 49 años desde que Carlos Estévez dio continuidad al negocio familiar que sus padres regentaron en la plaza de Teis, pero también 12 desde su jubilación. Su mujer, Adelaida Vaquero, tomó las riendas de la emblemática mercería de Travesía de Vigo en aquel momento, sin embargo, también le llegó la hora de parar y el barrio acabó perdiendo el histórico negocio. Sus escaparates tan solo volvían a iluminarse en Navidad, ya que Carlos se negó a dejar a las familias de la zona sin el tradicional belén que montaba cada año con tanto cariño y, así, durante el último lustro siguió instalando el inmenso belén de 12 metros de largo en el que prácticamente todas las figuras cobran vida.

Adelaida Vaquero, Mónica Estévez, Carlos Estévez y junto a su otra hija y nieto, en la mercería que ha recuperado su actividad.

Adelaida Vaquero, Mónica Estévez, Carlos Estévez y junto a su otra hija y nieto, en la mercería que ha recuperado su actividad. / RICARDO GROBAS

Son precisamente cinco años los que han tenido que pasar para que el barrio vigués haya visto recuperada la actividad en aquel local al que tantas y tantas familias acudieron durante casi medio siglo a comprar la ropa y el calzado de sus pequeños, así como su ropa interior, batas o pijamas, entre otros accesorios de señora y caballero. Y es que una de las hijas de Carlos, finalmente ha recogido el testigo de sus padres.

“Siempre estuve vinculada al mundo del textil y, por mi experiencia laboral y también por la de mis padres, decidí coger el relevo. Había mucha mercancía parada de cuando mi madre se jubiló y ahora intentaremos darle salida y hacer espacio en el local. Lo siguiente será valorar si decidimos seguir con la misma línea de negocio o cambiamos. La tienda sigue igual a como yo la recuerdo de pequeña, apenas ha cambiado, solo le di una pequeña vuelta para tenerla a mí manera”, explica Mónica Estévez, nueva propietaria de la tienda e hija de Carlos y Adelaida.

Mónica confiesa que para ella es “un orgullo” poder dar continuidad a la saga familiar dentro de la red viguesa del pequeño comercio y, por la parte que le toca, Carlos Estévez indica que es “toda una alegría ver que hay futuro, porque en la Travesía de Vigo éramos como una familia, con clientes fieles de toda la vida, que al final es por lo que se mantuvo tanto tiempo la tienda”, asegura.

Desde la mercería de Carlos y Adelaida, en aquellas galerías de Travesía, se gestó desde el Entroido a un equipo de fútbol y, por supuesto, el famoso belén que cada Navidad atrae miradas y visitas. En este sentido, Carlos afirma que, “el belén seguirá mientras yo tenga salud, porque es tradición y no puede faltar”, a lo que su hija Mónica añade: “El belén lo tengo que poner sí o sí, porque la gente ya me está preguntando”. Eso sí, el barrio vigués tendrá que esperar a principios de diciembre para poder admirarlo.

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