La defensa pide la excarcelación del presunto autor de los incendios de Vitrasa al alegar su inocencia

Rebate la identificación de la testigo clave e indica que la complexión obesa del varón captado por las cámaras no coincide con su cliente

El incendiario, en el vídeo de las cámaras del autobús de Bouzas.

El incendiario, en el vídeo de las cámaras del autobús de Bouzas. / FdV

Marta Fontán

Marta Fontán

Marcelo Francisco S.S. cumplirá la próxima semana cinco meses en prisión provisional como presunto autor material de los incendios provocados la noche del 30 de abril, víspera del Día Internacional de los Trabajadores, en dos autobuses de Vitrasa, uno de los cuales, el de Urzáiz, acabó devorado por el fuego. La jueza instructora decretó su encarcelamiento por las pruebas en su contra y en la de su compañera sentimental Patricia F.N., chófer del autocar que resultó calcinado, recabadas por la Policía Nacional: junto a un delatador tique de bus hallado en uno de los artefactos y los datos aportados por la geolocalización telefónica, la única viajera del vehículo quemado lo identificó y los agentes no tienen dudas de que el hoy investigado es el varón captado por la cámara del primer autocar siniestrado, el de Bouzas. “Las características físicas del autor del primer incendio son idénticas a las de Marcelo Francisco, incluida fisionomía, motricidad, talla, pelo y envergadura”, reza el atestado.

La defensa del investigado acaba de presentar un escrito en el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo interesando la puesta en libertad de su cliente alegando que él no fue el autor de esos incendios. Argumenta que el individuo captado por la cámara del autobús de Bouzas no es él, ya que en esas imágenes se ve a una persona obesa y su representado, aunque es de complexión fuerte, no tiene dicha fisionomía. Aprecia además contradicciones en la investigación, ya que la persona de ese vídeo tiene pantalón largo y la testigo clave, la única pasajera del vehículo que ardió en Urzáiz, describió que llevaba pantalón vaquero “tipo bermuda”. La defensa también rebate la identificación hecha por esta viajera. Para la Policía, el autor de ambos incendios fue el mismo e identificó al hombre del vídeo como Marcelo Francisco, entre otros indicios porque parte de su indumentaria, chaqueta y gafas de sol, eran “idénticas” a las que el novio de la chófer llevaba en fotos de Facebook. Además, el varón grabado por las cámaras tenía en el dedo de una mano una venda o tirita, algo “significativo” para los agentes porque el investigado tiene ahí un tatuaje en forma de alianza.

Se declaran inocentes

A esta solicitud de libertad, la primera desde que el investigado ingresó en A Lama el 24 de mayo, se unen otras diligencias asimismo propuestas por la defensa de este hombre y de la conductora, que también se declaró inocente. “Ambos están a tratamiento psicológico porque no entienden la situación”, dicen las fuentes consultadas. Un dato que la Policía incluyó en contra de Patricia es que, tras empezar a arder el bus que conducía, “en ningún momento intentó sofocar el fuego”. Junto a la aportación de un informe pericial y de documentación de siniestros anteriores, la defensa pedirá que declaren como testigos el presidente del comité de empresa y otros chóferes para tratar de demostrar que los conductores “no tenían formación” para apagar fuegos en los nuevos híbridos con baterías eléctricas, en el sentido de alegar que la mujer no se detuvo a extinguir las llamas por el peligro que corría. “Teniendo un hijo pequeño, no se va a poner a apagar el fuego y poner así en riesgo su vida”, concluyen las fuentes.

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Una de las pruebas clave son las imágenes del sospechoso captadas por las cámaras del autobús C3 atacado en Bouzas, que sufrió daños menores ya que el conductor pudo apagar las llamas. El otro autocar, de la línea 4A que se calcinó por completo en Urzáiz, también tenía cámaras. Pero el estado en el que quedó el vehículo impidió conocer su contenido en los primeros compases de la investigación. Ante este escenario, la jueza ordenó a la Policía Nacional que, con medios técnicos, intentasen recuperar ese vídeo, pero, según fuentes cercanas al caso, esta diligencia ha tenido un resultado negativo. Los investigadores no tienen dudas de que ambos autobuses fueron incendiados por la misma persona. Los ataques fueron perpetrados en un intervalo de 52 minutos, con artefactos de “idénticas características” y con igual “modus operandi”: se colocaron bajo el penúltimo asiento del lado del conductor y se activaron junto antes de una parada.

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