El plan de prevención del suicidio en institutos empieza por 400 alumnos de cinco centros

La Xunta trabajaría este curso con estudiantes del Valadares, O Castro, Miralba, Andersen y Martín Códax | La selección fue aleatoria | Evaluará los resultados del programa con encuestas en estas escuelas y otras cinco

Uno de los momentos de la formación de una veintena de profesionales gallegos para el programa YAM.

Uno de los momentos de la formación de una veintena de profesionales gallegos para el programa YAM. / Cedida

El suicidio es la primera causa de muerte en adolescentes de 12 a 29 años, según el informe realizado por la Universidad Complutense y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam) para el periodo 2000-2021, en el que también observan un aumento de los casos en los últimos años. Dentro de su plan de prevención, la Xunta ha fijado a la población infantil y juvenil como uno de sus objetivos. El año pasado, las consellerías de Sanidade y Educación ponían en marcha de un protocolo conjunto para reducir este riesgo. En este marco, se activó una vía rápida para que los centros educativos puedan remitir posibles casos para una atención adecuada. Pero también quieren actuar en el colectivo en general para dotar a los chicos de recursos con los que evitar que lleguen a este punto. Esta intervención grupal con alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) comienza este curso académico con unos 2.000 estudiantes de toda Galicia que se han escogido al azar. En Vigo serán 398 de cinco centros educativos.

Para la intervención se han seleccionado de forma aleatoria centros con presencia en zona rural y urbana, así como de titularidad pública, concertada y privada. En concreto, en el municipio de Vigo serán los institutos de educación secundaria Valadares –con 116 alumnos– y O Castro –121–, así como los colegios concertados Martín Códax –81–, Andersen Augalonga –27– y Miralba–53–. En el área también se incluyen los IES Primeiro de Marzo, de Baiona –53–; el de Soutomaior –59–; el Pedras Rubias, de Salceda –73–; el María Soliño, de Cangas –52–; y A Sangriña, de A Guarda –73–. Aunque algunos ya han sido informados antes del verano, el listado está sujeto a posibles cambios hasta que se inicie la acción, previsiblemente, en enero.

El programa que se pondrá en marcha con ellos es el YAM, las siglas de Youth Aware Mental Health –juventud consciente de la salud mental–, que varios países de la Unión Europea pusieron a prueba para enseñar a adolescentes de entre 13 y 17 años a debatir sobre esta temática. Se mostró eficaz para reducir en un 50% los casos de ideación suicida grave y en un 30% los nuevos casos de depresión.

Sanidade espera obtener unos resultados similares en Galicia con este proyecto, financiado en un 95% a través del Fondo Social Europeo. Para medirlos hará un ensayo clínico, que ya ha sido aprobado por el Comité de Ética de Investigación de Pontevedra, Vigo y Ourense. Hará encuestas antes y después de la intervención –pasado un año– a los 2.219 estudiantes con los que tienen previsto trabajar este año y a otros 2.306 de otros centros, que serán el grupo de control de la investigación. Entre estos últimos, hay 429 alumnos de la ciudad de dos institutos públicos y tres concertados.

Para la realización de un cuestionario online y estas encuestas a un total de 4.525 adolescentes de 78 centros escolares de Galicia, Sanidade ha sacado a licitación un contrato por valor de 30.322,60 euros –IVA incluido–. La evaluación se realizará en clase, por medio de un sistema web y será anónima.

Sanidade explica que YAM invita a los jóvenes a reflexionar sobre sus emociones y a considerar diferentes enfoques cuando se enfrentan a retos de la vida o a problemas de salud mental. Los temas abarcan desde las relaciones con compañeros o adultos a cambios de humor, sentimientos de tristeza o el abordaje de situaciones estresantes. Se llevará a cabo a través de cinco sesiones repartidas en tres semanas en las que se realizarán juegos de rol y debates para que, guiados por profesionales, analicen en grupo cómo enfrentarse a estas cuestiones. Para la participación es necesaria la autorización por escrito de padres o tutores.

La actividad hace hincapié en el apoyo a compañeros que lo están pasando mal. Los jóvenes que han participado en esta experiencia en otros lugares cuentan que luego se sienten más seguros a la hora de ayudar y que usan las estrategias aprendidas en situaciones difíciles. Además, reconocen la necesidad de buscar apoyo en momentos complicados.

Se realiza en los centros educativos porque la idea es llegar al mayor número de estudiantes posible. Este año comienzan con poco más de dos mil, pero en 2027 esperan que ya se trabaje con 20.000 en toda Galicia. Para ello, “es fundamental trabajar con la juventud donde está”, destacan desde la consellería y añaden. “Las escuelas son el lugar donde la juventud pasa la mayor parte de su tiempo y donde tienen la mayoría de sus interacciones sociales”. Destacan que, independientemente de su estado de salud mental, YAM es útil para todos los alumnos. “La esperanza es que esto conduzca a un clima más favorable para toda la escuela”, subrayan.

Con instructores formados y sin profesores en el aula

Antes del verano, una veintena de profesionales de la Consellería de Educación y del Servizo Galego de Saúde (Sergas) se formaron durante una semana con expertos suecos para poder guiar estas actividades YAM. En el aula estará presente uno de estos instructores y un ayudante –reclutados entre residentes de psicología, psiquiatría o Enfermería de Salud Mental–, que realizaron un entrenamiento más breve. No estarán presentes los profesores ni el personal del centro escolar, ya que se ha comprobado que es difícil para la juventud discutir temas sensibles cuando hay una relación preexistente con un adulto, en especial, con una figura de autoridad.

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