Trabajar depende de una oportunidad

Encontrar trabajo pasa de ser una tarea ilusionante para convertirse en un acto sistemático y tedioso que, en muchos casos, acaba por volverse misión imposible. Personas con una edad que ya no es atractiva para el mercado laboral (y que empieza a partir de los 45 años), desempleados de larga duración, mujeres en situación de vulnerabilidad y migrantes, son los perfiles de desempleados en búsqueda activa más difíciles de encajar en un sistema que prima juventud y la sobrecualificación, en detrimento de otros valores, como la experiencia.

Es por ello que grandes organizaciones sociales como Cruz Roja, trabajan a diario desde sus sedes locales para poner en contacto a personas que necesitan trabajar, con empresas que buscan empleados. Lo hacen a través de distintos proyectos de empleabilidad, como el Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES), que la entidad de ‘la banderita’ ha desarrollado en Vigo y su área metropolitana desde noviembre de 2019 y que, según la ONG, deja grandes resultados.

Solo en 2022, “han colaborado 229 empresas viguesas” a través de convenios, que han permitido activar su experiencia laboral a 332 de las 469 personas que participaron el último año. “Estos buenos resultados son posibles gracias a la inestimable colaboración de las empresas de Vigo”, sostiene la organización.

Ayer el ente social cerró esta etapa felicitándose por lo conseguido tras más de tres años en activo. Cruz Roja cifra su éxito en el acceso a un puesto de trabajo por parte del 70% de las personas participantes en el programa (de las más de 2.000 los siguieron de las zonas de Vigo, Pontevedra y sus respectivas áreas de influencia).

La Asamblea Comarcal de Vigo reunía ayer en la sede de la Cánovas del Castillo a 60 de estos nuevos empleados. Vigueses que representan a los miles que pasaron por el plan de empleabilidad. Con ellos presentes la organización hizo balance y retrató la realidad a la que se enfrentan estos ciudadanos en su propia búsqueda de empleo en la ciudad olívica. Se plantearon las claves para aprovechar las nuevas tecnologías en la búsqueda de trabajo. Y se expusieron, frente al público asistente, las barreras que existen para miles de personas a la hora de acceder al mercado de laboral.

Muchas de ellas comienzan con las dificultades para homologar sus titulaciones, obtenidas en sus países de origen, lo que impide que puedan ejercer su profesión o categoría laboral que les correspondería. En otros casos, es una cuestión de idioma. Pero también hay un alto porcentaje de vigueses que, simplemente, se encuentran con el handicap de la edad.

Todos ellos recibieron asesoramiento y apoyo por parte del equipo de técnicas de Cruz Roja Vigo. “Sin el apoyo de Mónica y sus compañeras, no habría podido conseguirlo”, comentan algunos de los afortunados, que han podido cambiar sus vidas para estabilizarse en Vigo. Completaron distintos cursos de capacitación, como el taller de ‘Manipulador de alimentos’ y el curso de ‘Administración’, por ejemplo. Mejoraron sus competencias digitales y comunicativas. Además de recibir formación específica de gran utilidad para la búsqueda de empleo como: cómo hacer un currículum, cómo preparar una entrevista o consejos para postularse a través de plataformas online.

El programa ha sido financiado con la ayuda del Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Fondo Social Europeo. El nuevo ciclo, que se iniciará en breve, pretende “promover la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo, así como incrementar el protagonismo de personas y empresas en los procesos de inserción laboral”.

“Era responsable de servicios generales en un centro sanitario” en Colombia, en Galicia, sin embargo, se ha mantenido cuidando a personas mayores hasta que que perdió el empleo y estuvo dos meses parada. Entonces, pasó por el programa de inserción laboral de Cruz Roja, y ahora trabaja desde hace un año en el Grupo Faro, dedicado a limpieza. “Estoy muy contenta y a punto de disfrutar de mis vacaciones

Estudió Administración en la Universidad Nacional del Callao, en Perú. Es un ‘enamorado’ de Cangas, donde vive con su mujer y sus dos hijos pequeños. Hoy, gracias “al apoyo de Cora, Ana y Clara, de Cruz Roja”, pudo trabajar de lo suyo. “Ellas me abrieron las puertas, cubrí una baja en Termavi y ahora me ofrecen otros trabajos. Sé que hay mucha gente buscando trabajo y que yo vengo de fuera, pero me han dado una oportunidad

Trabajaba en el canal de TV más seguido de Nicaragua, pero tuvo que “salir huyendo solo”, el gobierno del presidente Ortega “lo consideraba un medio golpista y recibí amenazas de muerte”. Este asilado cuidó a mayores y limpió casas “para sobrevivir, pero llegó un momento asfixiante, no sabía qué hacer. Mi trabajadora social me brindó todo el apoyo”. Hoy trabaja en El Corte Inglés

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