“Sobreviví con el paro y otros trabajos durante mi primer año de tesis y ahora no puedo optar a la beca”

El retraso y un cambio inesperado de los requisitos en las ayudas predoctorales de la Xunta deja sin opción a muchos candidatos

InvestiGal ha convocado una concentración el día 18 en Santiago

Laboratorio del Cintecx, en el campus de Vigo.

Laboratorio del Cintecx, en el campus de Vigo. / DUVI

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Los estudiantes de doctorado son la base de la cantera científica, garantizan el relevo generacional y sus tesis alimentan los proyectos de los grupos y permiten avanzar en el conocimiento. Así que su inestabilidad pone en riesgo toda la cadena del I+D. Una amenaza que la Xunta parece ignorar con su última convocatoria de ayudas predoctorales, con la que ha puesto en pie al personal investigador de las tres universidades gallegas. Además de acumular una demora de casi medio año respecto a las anteriores establece un cambio inesperado de criterios que deja fuera a muchos candidatos. InvestiGal ya ha convocado una concentración en San Caetano el próximo viernes.

La bióloga marina Alba Lago Dopico es una de las afectadas que tiene previsto acudir a Santiago. No llegó a tiempo a la anterior convocatoria, porque estaba pendiente de conocer la nota de su trabajo final de máster, y éste era el último año en el que podía presentarse a las ayudas, porque los requisitos también fijan un tiempo máximo desde la graduación.

“Decidimos esperar y hacer un esfuerzo. Pagué mi matrícula de doctorado y sobreviví con el paro y otros trabajos mientras hacía la tesis en mis horas libres. Lo cual no es nada fácil. Y por si el retraso no fuese suficiente castigo, ahora no puedo optar a la beca porque la nota mínima ha pasado de un 7 a un 7,5. Estoy enfadada y frustrada. No me parece justo y si la Xunta no da marcha atrás no sé lo que se avecina a partir de ahora. Si no encuentro otro sistema de financiación tendré que plantearme si seguir o no”, lamenta.

Alba Lago (derecha), con su directora de tesis, Estefanía Paredes, en el Congreso de Criobología de Dublín de 2022, donde presentó su trabajo final de máster.

Alba Lago (derecha), con su directora de tesis, Estefanía Paredes, en el Congreso de Criobología de Dublín de 2022, donde presentó su trabajo final de máster.

La investigadora redondelana compaginó sus estudios de máster con varios contratos como técnica de cultivos marinos en la Ecimat y también como gestora de proyecto vinculados a estudios financiados con fondos nacionales, transfronterizos y europeos. Su tesis se centra en la criopreservación de larvas complejas de invertebrados marinos: erizos, mejillón, berberecho, almeja, centollo y pepino. Son estudios punteros que pueden tener una gran repercusión en la economía gallega. De hecho, ya cuenta con dos artículos científicos y confía en publicar el tercero antes de final de año.

Su directora de tesis y “mentora”, la experta en criopreservación Estefanía Paredes, lamenta que Galicia pueda perder “una futura científica excelente” . “No se puede hacer una tesis sin financiación. Ya aguantó más de lo que se puede pedir a nadie”, sostiene.

“Un país no puede prescindir de los doctores. Entiendo que tiene que haber unos criterios porque no hay dinero para que todo el mundo tenga becas, pero la nota no debería ser excluyente. En muchas becas de otras comunidades no se tiene en cuenta porque consideran que un buen investigador no depende de la nota, sino de su dedicación y del proyecto que tenga”, añade Alba Lago sobre el requisito que no le permite solicitar la beca este año.

"He hecho méritos para competir en igualdad de condiciones con mis compañeros"

“Nadie me garantiza que me la den pero he hecho méritos durante todo este tiempo para poder presentarme y competir en igualdad de condiciones con mis compañeros. Este último año me las he arreglado como he podido, sobreviviendo del poco paro que me quedaba y en junio me incorporé a una empresa a tiempo parcial. Sobrevivo gracias a eso y a mi pareja. Si viviese sola no podría perseguir el sueño de una carrera investigadora. Sería imposible, pero tengo la suerte de tener una persona al lado que quiere que lo consiga y estamos poniendo toda la carne en el asador. Vas teniendo una edad que quieres una independencia y una estabilidad, pero parece que mi generación no tiene este derecho”, denuncia.

En esta última convocatoria la Xunta también ha incluido como nuevo requisito estar matriculado en un doctorado durante el curso 22/23 . Esta exigencia inesperada deja fuera a muchísimos candidatos, ya que habitualmente esperaban a tener la ayuda para pagar la matrícula y solo era necesario entregar un compromiso por escrito con la universidad de destino.

“No todo el mundo tiene el apoyo de su pareja o de sus padres ni puede sustentarse un año entero haciendo la tesis esperando por la convocatoria. Tengo compañeros de máster que se han quedado fuera por esto. La Xunta no nos toma en serio. No entiendo que pueda haber tanto rechazo y encima tengan la desfachatez de cambiar de criterios en pleno verano”, critica.

“Sobreviví con el paro y otros trabajos mientras hacía la tesis y ahora no puedo optar a la beca”

José Iglesias Prado / Cinbio

“Non se entende a decisión, demostra que a investigación non é unha prioridade”

José Iglesias Prado

— Presidente de la Asociación de Personal Investigador de la UVigo

La Asociación de Personal Investigador de la UVigo (APIUVigo) también estará el viernes en Santiago para exigir a la Xunta que modifique lo antes posible los criterios “arbitrarios” de esta convocatoria. “Non se entende a decisión, demostra que a investigación non é unha prioridade. Pero os países máis avanzados son aqueles que apostan polo desenvolvemento tecnolóxico e científico, non porque teñen un sector primario e industrial grande”, reivindica el presidente del colectivo.

“Estamos falando de xente competitiva e con bos expedientes. Ademais do retraso, normalmente sae en febreiro-marzo, e que tamén afectou ás axudas postdoutorais, non se entende que se mude de repente e sen explicación unha convocatoria que todo o mundo coñecía dende hai anos.Consideramos que se están desaproveitandosoportunidades con estas decisións arbitrarias porque neste momento hai fondos dispoñibles, como os dos Next Generation, para afrontar os retos das xubilacións que van vir”, añade Iglesias.

El presidente de APIUVigo también critica el motivo aducido por la Xunta para justificar el retraso, la jubilación de la persona que se encargaba de estas convocatorias. “Son excusas moi baixas intelectualmente e non asumibles”, reprocha.

Con el fin de acortar los periodos sin financiación de los investigadores en formación, todas las convocatorias predoctorales nacionales, y hasta ahora también las de la Xunta, permiten solicitarlas ya en el último año de máster y con el compromiso escrito avalado por una universidad de que se van a matricular en un doctorado. Por eso el nuevo requisito de la Xunta deja fuera a mucha gente que, como en años anteriores, todavía no se había matriculado. “Xa é unha carreira bastante precaria e complicada para que non haxa algo de certidume. O sistema non para de porlles trabas para que non continúen”, critica Iglesias.

Para él, esta situación es otra envidencia de la poca consideración que tiene el doctorado en España, donde ni siquiera existe esta categoría profesional, frente a otros países: “Ten que haber unha pedagoxía dende as universidades e o sistema para que a industria valore aos doutores. É certo que temos unha versión máis académica, pero tamén somos profesionais capaces de xestionar proxectos de investigación e que podemos aportar moito nas empresas”.

Suscríbete para seguir leyendo