“Te pido que las mujeres puedan ser en Vigo señoras de sí mismas y de su cuerpo”

La pregonera, la fiscal jefe García-Baquero, solicitó también al Cristo que abra el corazón de los vigueses a los inmigrantes | Caballero abogó por “el diálogo y el respeto al otro”

M. Costas

En el marco de los jardines del Pazo Quiñones de León, en Castrelos, y en la víspera de la procesión más multitudinaria de la ciudad, la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria dio inicio a los actos oficiales con la lectura del pregón. La encarga de hacerlo fue, este año, la fiscal jefe del área de Vigo, Susana García-Baquero Borrell, que quiso convertir su manifiesto en “una oración” en la que destacó como la esta celebración “recuerda la fuerza que tiene esta ciudad cuando avanza con un mismo sentimiento”.

Esta riojana, afincada en Vigo desde 2013, atesora “casi 30 años de servicio público en la Justicia de esta ciudad”, lo que le ha permitido “conocer de primera mano el sufrimiento que producen la ira, la violencia, las adicciones, la explotación, el abuso”, pero también “la solidaridad y el esfuerzo colectivo” que existen en Vigo para enfrentarse a esto.

Desde esa experiencia, pidió en primer lugar por las viguesas. Citando a Judith Stein, patrona de Europa, deseó que sean “señoras de sí mismas y de su cuerpo”. Le ofreció el trabajo diario de las fuerzas de seguridad, de la Justicia y las Administraciones “en su defensa y protección”.

Tras recordar el pasado de la ciudad como escenario de la emigración, destacó cómo ella ha podido comprobar en su piel que se ha convertido en una “tierra de acogida”. Esta fiscal jefe, que desarrolla su labor en el área de la Trata de personas y Extranjería, llamó la atención sobre la “excepcional generosidad con la que se ha recibido” a los que huyeron de Ucrania y le pidió al Cristo que abra el corazón de los vigueses “con todas aquellas personas que se ven forzadas a introducirse en movimientos migratorios, procedentes de otros continentes, huyendo de la miseria, el hambre, la guerra o la esclavitud”.

También tuvo palabras para el proceso de sinodalidad que la Diócesis de Tui-Vigo lleva a cabo de la mano del obispo Luis Quinteiro Fiuza, presente también en la ceremonia. La fiscal jefe pidió por él, por los sacerdotes y todas las personas vinculadas a la Iglesia.

Conteniéndose para no pedirle “lo más grande, directamente la Champions”, Susana García-Baquero también tuvo presente en su oración a su amado Celta de Vigo. “Prefiero optar por tu ejemplo de humildad y me conformo con gritar en Balaídos: Na ledicia son celeste, celtiña no padecer, señaló citando los versos del himno del Centenario.

Como no podía ser de otra manera, pidió por todos los profesionales de la Justicia. “Que no decaiga nuestro ánimo en el estricto cumplimiento y aplicación de la ley, también en la protección de la víctimas y en la búsqueda de soluciones para aquellos que, por decisión propia o de manera forzosa viven en el mundo de la marginalidad”, rezó. “Tus devotas y devotos en Vigo, hoy acudimos a ti, humildes y rendidos”, concluyó.

El acto contó también con la participación del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que eligió apelar a la épica y a la narrativa para hablar del Cristo de la Victoria y su relación con la ciudad, aludiendo a la guerra de la Independencia, a las incursiones piratas protagonizadas por Drake, a los galeones de la Batalla de Rande o al pasado romano de la ciudad olívica. “Y en los modernos edificios ella recordaba el mar y la montaña verde que miles de años atrás eran las salinas que daban el sabor a Roma” o “La de una ciudad en la defensa, en la defensa, en la defensa. La que demandaba la gente ante la invasión napoleónica o las incursiones corsarias”, fueron algunas de las alusiones que formuló el alcalde.

Abel Caballero también quiso relacionar la lucha por la protección de Vigo a lo largo de la historia con la de la actualidad. “Una defensa sin cañones, con las armas de la razón, del diálogo y del respeto al otro”, según expresaba el alcalde, quien aprovechó para reivindicar el amparo de “la solidaridad, de la igualdad, de nuestras gentes, de nuestra economía, de nuestra industria, del empleo, de las infraestructuras, de los trenes de alta velocidad, de las autovías, de las bibliotecas del Estado o del aeropuerto”.

Tras el discurso, el alcalde agradeció a la pregonera, “la fiscal jefe de Vigo, Susana García-Baquero, mujer de leyes, de verdades, de defensa de los derechos, viguesa de pro... “Un honor compartir con ella el estrado”, añadió. A la hermana mayor de la Cofradía, Marora Martín Caloto, brindó su “reconocimiento por el desarrollo de esta magna procesión que honra a la ciudad”.

La hermana mayor de la cofradía rogó “sensibilidad” con los desfavorecidos

Martín Caloto agradeció a Javier Touza, presidente de ARVI, que hoy porte el estandarte de la Cofradía en la procesión y pidió a los pescadores, “una de las columnas que sustenta Vigo”, que “no sean tan valientes”. “Os queremos a todos volviendo a casa”, agregó. Cerró su discurso con un ruego al Santísimo Cristo: “Danos sensibilidad para proteger a los desfavorecidos”.

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