Estreno laboral al otro lado de la frontera

Beneficiarios del programa “Alén do Miño” de la UVigo para realizar prácticas de verano en Portugal destacan la experiencia formativa y cultural

El plan destina 6.000 euros

Paso fronterizo entre Galicia y Portugal en Ourense.

Paso fronterizo entre Galicia y Portugal en Ourense. / Brais Lorenzo

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Formarse profesionalmente y conocer las oportunidades y exigencias del mercado laboral al otro lado de la frontera. Los beneficiarios de la segunda edición del programa de ayudas Alén do Miño de la Universidad de Vigo aprenden en empresas e instituciones portuguesas cómo aplicar los conocimientos adquiridos en clase al trabajo diario, además de disfrutar del intercambio con otra cultura y formas de entender la vida.

El plan, que pone en marcha el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad en el marco del EURES Transfronterizo Galicia-Norte de Portugal, ofertaba cinco plazas para cada una de las ramas de conocimiento, pero debido a la falta de aspirantes, los seleccionados de este año son tres becarios de ciencias sociales y jurídicas y otros dos que pertenecen a ingeniería y arte y humanidades.

El presupuesto total es de 6.000 euros, 1.200 para cada becario, y las prácticas académicas, que pueden ser curriculares o extracurriculares y con un plazo máximo de dos meses, se desarrollan desde principios de junio hasta el próximo 15 de septiembre como fecha límite.

"Todos teníamos ya una relación con Portugal por haber vivido en el país o estudiar el idioma"

Antes de poner rumbo a sus destinos, los becarios asistieron a un taller. “Todos nos dimos cuenta de que ya teníamos una relación con Portugal por haber vivido en el país o estudiar el idioma, pero la formación que nos dieron sobre aspectos legales de los trabajadores transfronterizos, por ejemplo, dónde pagan impuestos o cotizan a la Seguridad Social, me resultó muy interesante de cara al futuro”, subraya Marta Vila, recién graduada en Turismo e Historia.

Gabriel Brantuas, en el laboratorio del INL donde trabaja.

Gabriel Brantuas, en el laboratorio del INL donde trabaja.

Es una oportunidad profesional y personal maravillosa

Gabriel Brantuas

— Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (Braga)

Solo le resta el trabajo final para graduarse como ingeniero químico industrial y, desde el pasado febrero, trabaja en el grupo Water Quality del Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (INL). Este joven compostelano llegó a Braga con una beca del programa Erasmus+ el pasado febrero y ahora ha podido ampliar su estancia hasta agosto gracias a una de las ayudas “Alén do Miño”.

“Estoy encantado. El INL es un centro muy prestigioso y poder trabajar aquí es impresionante. El equipo es genial, ellos están muy contentos conmigo y yo con ellos. Está siendo una oportunidad profesional y personal maravillosa. Antes estudié en otras universidades y en la UVigo veo mucha más orientación y ayudas. Y estoy muy agradecido por esta experiencia tanto a mi profesora Marta Pazos como a Begoña Espiña, la jefa del grupo y mi supervisora en el INL”, destaca.

La docente viguesa fue la que le animó a solicitar una beca Erasmus+. “Yo ya tenía interés en salir y ella invitó a clase a un alumno que había hecho una de estas estancias. Ése fue el detonante para venir y el curso próximo iré yo a dar la charla y recomendar esta experiencia”, avanza.

El grupo Water Quality del INL.

El grupo Water Quality del INL.

El laboratorio liderado por Espiña desarrolla nuevos materiales para la detección de sustancias potencialmente tóxicas en el agua: “Nuestro objetivo son los contaminantes emergentes sobre los que todavía no hay regulación pero la OMS recomienda que ya se empiece a legislar porque pueden generar problemas de salud y ambientales. Entre ellos están ciertos antibióticos, que pueden agravar la resistencia bacteriana, y también los antidepresivos. Se ha visto que estos fármacos, por ejemplo, mantienen a las aves en un estado de felicidad que las hace estar menos atentas a posibles depredadores, haciéndolas más vulnerables. Son contaminantes que además están presentes en muy baja concentración y el grupo desarrolla nuevos materiales para poder detectarlos”.

Además de su jefa, en el INL trabajan muchos gallegos, pero también es un centro muy internacional y en su grupo conviven varias nacionalidades. La experiencia en el laboratorio le está encantando pero también le atrae la enseñanza y “poder ayudar” a los alumnos. “Es muy díficil decidirme entre los dos mundos”, reconoce entre risas.

Gabriel dice estar disfrutando la experiencia de “una inmersión al 100%” en Braga. “En mi familia siempre nos gustó mucho Portugal porque tiene una cultura impresionante. Y también una importante gastronomía”, celebra.

Marta Vila.

Marta Vila.

Quiero ir probando opciones de trabajo y practicar el portugués

Marta Vila

— Agencia Exóticos Desafíos (Valença do Miño)

La joven gondomareña acabó el doble grado en Turismo e Historia en junio y lleva tres semanas trabajando en la agencia de viajes Exóticos Desafíos de Valença do Miño. En 2020/21 ya realizó una estancia Erasmus en Lisboa. “Son mis terceras prácticas ,pero las primeras que hago porque me apetece ya que las otras eran obligatorias en el plan de estudios. Y por ahora me están gustando mucho. Es como ir a clases pero mejor porque todo es my práctico. En la empresa me tratan muy bien y es muy curioso porque una de las jefas es española y tenemos clientes de Tui o de Vigo. Y no hay ninguna barrera con el idioma”, destaca.

Fue precisamente el portugués el que despertó en Marta el interés por el país vecino. “Nunca me había planteado irme de erasmus a Portugal, pero era el único destino en el que podía estar el curso completo y cuando empecé a estudiar el idioma antes de marcharme lo vi clarísimo. Estas prácticas me están ayudando a practicarlo y no olvidarlo. Y además quiero ir probando diferentes opciones de trabajo. En la rama de historia está más claro a lo que te puedes dedicar, pero en el ámbito del turismo hay muchos campos”, comenta.

Como centenares de trabajadores del área viguesa, Marta cruza a diario la frontera sobre el Miño desde su residencia familiar de Gondomar.

“A veces, desde esta esquinita tenemos la sensación de que contamos con menos opciones pero Portugal está al lado y es un país enorme, con muy buenas infraestructuras y donde no hay diferencia a la hora de trabajar”, opina.

Aún así, no tiene claro todavía si su futuro laboral estará en el país vecino: “Me gustaría trabajar en Portugal por su lengua, sus ciudades y la manera de vivir, pero la diferencia de salario, porque es más bajo, puede ser un freno”.

Joaquín y Julieta, ante la Casa de la Lhéngua Mirandesa, en Miranda do Ebro.

Joaquín y Julieta, ante la Casa de la Lhéngua Mirandesa, en Miranda do Ebro.

Vimos pola inquedanza de axudar a unha lingua irmá en risco de extinguirse

Joaquín García y Julieta Insagaray

— Associaço de Lhéngua i Cultura Mirandesa (Miranda do Ebro)

Ilusionados y sofocados por una temperatura superior a los 30ºC, Joaquín y Julieta estrenaron ayer su periodo de prácticas en la Associaçon de Lhéngua i Cultura Mirandesa, donde se sumarán a los esfuerzos por defender y promover esta lengua oficial y minoritaria que corre el riesgo de desaparecer. Ambos acabaron el máster de Profesorado en Secundaria este año y, durente el curso anterior, coincidieron como becarios en el área de Normalización Linguística de la UVigo.

En el caso de Julieta, de origen uruguayo y graduada en Ciencias del Lenguaje, ya es su cuarta visita a la asociación desde 2º de carrera, además de haber participado en el equipo de trabajo del catedrático Xosé Henrique Costas, que hace unos días compareció ante la Assembléia da República Portuguesa para presentar los resultados de un estudio sobre la crítica situación del mirandés y demandar que el país vecino ratifique la Carta Europea de las Lenguas Regionales.

El vigués Joaquín, por su parte, es graduado en Traducción e Interpretación en gallego, portugués e inglés. Vivió en Escocia, hizo una estancia “erasmus” en Turquía, dedicó su trabajo final de grado al judeo-español y ahora como “namorado das linguas” que es podrá empezar a aprender el mirandés para añadirlo a su repertorio personal y profesional.

“A xente é maravillosa e moi hospitalaria. Vimos aquí pola inquedanza e por ese pulo de axudar a unha lingua irmá como é o mirandés. Non ten diccionarios nin libros de texto e aínda así os autores están publicando moitísmas obras para divulgala. Agora que se conseguiu a atención do Goberno é necesario ratificar a Carta Europea. O noso obxectivo é axudar a unha lingua con risco de extinguirse senón se traballa sobre ela”, defienden.

Miranda do Douro es una localiad limítrofe con la provincia de Zamora y hasta finales de agosto vivirán en una vivienda que les facilita la propia asociación en la pequeña freguesía de Malhadas. “Se tivésemos que buscar aloxamento en Porto, por exemplo, a beca non nos chegaría”, comentan. También echan en falta que estos programas tan interesantes no cuenten con más plazas, lo que dificulta conseguir ser seleccionado: “Hai que ter moi bo expediente e sorte”.

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