Carlos Botana, un ambientalista convencido

Carlos Botana, en la sede de la Autoridad Portuaria de Vigo.

Carlos Botana, en la sede de la Autoridad Portuaria de Vigo. / Marta G. Brea

Definir el perfil de Carlos Botana solo como técnico le ofrece la etiqueta ideal para despojarlo de la vertiente política que siempre se espera de un presidente de un puerto como el de Vigo. Pero esa carta de presentación tampoco le hace justicia. Carlos Botana es un ambientalista convencido, de esos licenciados en la primera promoción de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo que creyeron y siguen convencidos de la importancia de cuidar del medio ambiente y de involucrar en este objetivo a la sociedad, principalmente desde las instituciones. 

A alcanzar esa meta se entregó desde su entrada en el Departamento de Sostenibilidad de la APV. Apasionado padre de dos hijas y trabajador infatigable, aunque ya comenzaba a despuntar con sus proyectos, al gigantón de Botana (dos metros de talla) le faltaba al lado o por encima a alguien que hablara su mismo lenguaje, que le escuchara sus sueños, por ejemplo, de hacer del de Vigo un puerto verde. Y entonces apareció Enrique López Veiga y su Blue Growth.

Durante la etapa de Veiga, la valía de Carlos Botana disparó su proyección pública. Nadie en Praza da Estrela ha viajado tanto en tan poco tiempo. Ha sido invitado a los más importantes foros de medio ambiente de cuantos se celebran en Europa y en el mundo. Hasta Puertos del Estado lo tiene entre los expertos de referencia. Y lo mejor de todo para el puerto vigués es que Botana ha aprendido bien a tocar las teclas de Europa para captar fondos. Los millones conseguidos para proyectos de su departamento los envidian en el resto de autoridades portuarias gallegas. Un grifo de dinero que no ha hecho más que empezar y que a partir de ahora él podrá vender a la opinión pública como presidente.

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